Hoy se perfecciona una de las conjunciones más reveladoras: el Sol, nuestra identidad, con Urano, que representa liberación, sorpresas, revelación, lo inesperado, los cambios radicales y repentinos.
Esta unión se da en Aries, el signo del Yo, donde tanta acción hay últimamente. Se da a las 10:59 en el grado 28° 29′ del signo. Es la última vez que viviremos esta conjunción en Aries, ya que para la próxima deberá pasar todo un ciclo completo de Urano, que es de 84 años.
Esto saca mucho a la luz, nos hace querer mostrarnos naturales, tal cual somos, sin filtros, máscaras ni etiquetas. “Yo soy distinta” es el lema, pero más que una diferencia ante los demás, se trata de comprender que todas somos distintas pero en la base somos lo mismo: energía, magia, poder de creación. Nos separamos para distinguirnos cuando vivimos desde el ego, porque en realidad estando juntas es cuando hacemos una revolución, cuando somos aún más fuertes.
Es el impulso a ser nosotras mismas, originales, creativas, auténticas, cada una con algo que la hace especial. En el signo del liderazgo, queremos caminar nuestro propio camino, hacer nuestro rumbo sin nadie que nos dirija, sin tener que responder a empresas o estructuras que nos limitan. Queremos liberarnos y gritar a viva voz quienes somos, decir basta, poner límites que sobrepasen nuestra identidad.
ES UN DESPERTAR.
Es el final de un ciclo y el comienzo de otro, porque se da en el ante último grado del signo, con ambos astros yéndose en breve.
Esto saca a la luz muchas cosas negativas del ego, peleas, oposiciones, pero también hay revelaciones que se hacen necesarias en pos de un mundo mejor. Más allá de reacciones, explosiones, guerras y ataques que pueden suceder, lo más fuerte es cuando alzamos nuestra voz. Y en este momento de la historia, la voz que se está alzando sale de nuestros úteros, es energía femenina. Somos las mujeres liberando nuestra garganta, soltando nuestras ataduras.
Pero esto no tiene porqué ser una lucha, una pelea. Ya estamos cansadas de tener que luchar por todo: es momento de que abramos los ojos a que el cambio ya se inició, a que no estamos solas.
Puede haberse tornado en un artículo feminista, pero es que esta conjunción habla de que no nos callamos más y de que todas juntas hacemos una sola fuerza de revolución.
Personalmente, para cada una habrá una sorpresa, una revelación, algo que se descubre en la casa Aries de su carta. Y es en pos de la evolución personal, de liberarse de etiquetas, condicionamientos y patrones que la estancan.
Es el momento de desatarnos, liberarnos, despertarnos. Y lo estábamos esperando.