Las temporadas de eclipses siempre te ponen ante lo que necesitás para crecer y evolucionar, sea algo para dejar atrás o algo a integrar a tu vida.
No es raro conectar con personas que sentís que conocés de otra vida, o ver cómo determinadas sincronías te ponen en espacios o experiencias maravillosas, que de otra manera quizás no aparecerían en tu vida (o no te hubieras atrevido a vivir).
Los rituales de sombra son los ideales para estos períodos porque lo que los eclipses buscan es que sueltes lo que te estanca (a veces es algo muy cómodo que se siente seguro) y que trabajes en ese desapego porque hay cosas que quieren entrar a tu vida y no tienen lugar si no hacés esa limpieza.
Cuando comenzás a tener mayor espacio y libertad, las manifestaciones pueden acelerarse, porque tenés lugar para hacer el trabajo de identidad y sistema nervioso que te permitirá recibir lo que anhelás.
Sin embargo, es muy natural que en estos períodos te des cuenta si había algo que estabas “persiguiendo”, es hora de hacer el trabajo de creación desde otro lugar. Aquí es donde tu carta natal y tu diseño humano aparecen como asistencia para sostenerte en el proceso.
Y donde aparezco yo para trabajar juntas si te resuena enfocarte en vos misma con compromiso y muchas ganas de crear la vida que soñás.