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Sol transitando Escorpio

Escorpio es más conocido por su sombra que por su luz. Es criticado y juzgado por ser el signo de lo reprimido, lo tabú, y se lo simplifica como manipulador, controlador, celoso y posesivo. Pero, como con todo arquetipo pasa, nos olvidamos de enfocarnos en el potencial luminoso y -en su caso- tan alquímico que tiene.

Escorpio es la energía donde muchos quedan estancados en el proceso de búsqueda de iluminación, del despertar de consciencia. Porque, en términos generales, esas palabras están tan disfrazadas de rosa que se cree que no hay dolor en el proceso que nos guía hacia ellas.

Nacemos en Aries y nos dirigimos hacia Piscis, dentro del mandala zodiacal, recorriendo los doce signos, para llegar a reconocer que somos energía divina viviendo una experiencia terrenal. Sin embargo, el recorrido inverso, volviendo desde Piscis, es necesario para llegar a la verdadera iluminación: la que nos permite ser humanos liberados del sufrimiento que crea la mente al creer la ilusión de la tercera dimensión.

En ese recorrido de vuelta, en la energía Escorpio hay que profundizar, hay que conectar con lo reprimido para liberarlo. Pero a veces es tan doloroso y complejo, que muchas personas prefieren seguir evitando esa conexión. Y así siguen, cargando sus dolores -y sus llamados de atención para ser escuchados- toda la vida, no entendiendo porqué las cosas no les salen como esperan, o porqué la vida es tan compleja y difícil. Prefieren cargar años reprimiendo lo que pide salir a la luz que abrazar de una vez a sus sombras para ser más libres.

Lo tabú

Tal vez lo tabú ahora no sea lo mismo que en el siglo pasado, pero es interesante notar que Escorpio guarda tabúes y secretos familiares, esos asuntos y cosas de las que no se habla, las que son prohibidas dentro del clan. Son cosas que avergüenzan, que “hacen quedar mal”.

El sexo como tabú no es lo que era antes, pero el sexo para Escorpio no es hablar de sexualidad: es reconocer que en lo sexual tenemos una de las más maravillosas herramientas para la evolución y expansión de nuestra consciencia. La energía kundalini es escorpiana, el tantra también lo es. Son energías que han sido consideradas tabú por el simple hecho de ser herramientas para nuestra liberación de la 3D.

No porque tengamos que huir de la 3D, sino porque nos ayudan a entender mejor nuestras propias energías y el poder creador que tenemos gracias a ellas.

Con Escorpio nos rendimos ante el poder que posee abrirse a confiar en un otro -generalmente- para que la experiencia sexual sea completa. No es por placer, es por autoconocimiento, por evolución. El sexo por placer es taurino. Y Escorpio en baja vibración lo usa para manipular, para controlar al otro, para atraparle en su tela de araña. Pero Escorpio alquimizado, usa el poder de la energía sexual para su propia iluminación y en consecuencia, la del mundo.

Su tránsito

Cuando el Sol transita el signo de Escorpio para la astrología tropical, está transitando el signo de Libra en astrología sideral. Lo que significa que en el cielo, transita alineado a la constelación de Libra.

Esto significa que hay dos arquetipos activándose dentro nuestro, uno más psicológico y otro más literal, más bajado a la realidad tridimensional.

Escorpio nos lleva a observar nuestro mundo interior, nuestros desafíos más dolorosos y los comportamientos densos y nocivos que podemos tener, con nosotras mismas y con los demás.

Libra nos dice que activando esa observación interior, nos abriremos a mostrar nuestra vulnerabilidad, a confiar en un otro y a animarnos a dejarnos caer, como en ese ejercicio de confianza donde a ciegas nos dejamos caer y alguien detrás nuestro nos sostiene.

El tránsito del Sol en Escorpio nos propone una especie de hacernos cargo, no sólo para reconocer lo que nos nutre y lo que nos intoxica -y tomar acción al respecto-, sino también de aquello que deseamos gestar y crear emocionalmente junto a un otro. El compromiso puede sentirse intenso y asfixiante a la sombra escorpiana, pero la intensidad de un compromiso a la luz no tiene porqué asfixiar si estamos dispuestos a atravesar la transformación que nos proponga.

Este año

La Luna nueva en Escorpio de este año es el portal para la temporada de eclipses que comenzará a hacernos sentir el eje Tauro-Escorpio, al que los Nodos Lunares (Nodo Real) se mudarán en enero.

Entonces, esto significa que este año la temporada Escorpio es más liviana que la próxima, ya que en 2022 el Sol se unirá al Nodo Sur durante este período y puede sentirse mucho pero mucho más intenso, considerando los eclipses que van a venir.

Liberemos la basura bajo la alfombra ahora, mejor.

Recomendaciones para la temporada Escorpio

-Hacer terapia psicológica. Siempre es bueno pero en la temporada Escorpio la luz del Sol ayuda a iluminar lo reprimido, lo oculto, eso que escondimos bajo la alfombra y que nos cuesta ver. Se hace más fácil abrirnos al contenido escondido de nuestro inconsciente y, al animarnos a hurgar en ello, podemos liberar lo que más nos pesaba o ahogaba.

-Contar secretos. No, no para que seas la chusma del barrio. Si tenés algún secreto familiar que no aguantás más, o personal, o de otra persona pero que implica sentir culpa o una gran carga emocional, contalo. A tu terapeuta, a una persona de confianza, a una amiga o, porqué no, a una persona cuyo conocimiento -del secreto- le resulte liberador. No se trata de hacerlo de mala gana, sino de liberarte de lo que te pesa, especialmente si no te corresponde cargar con ello.

-Explorar tu sexualidad. Sola o acompañada, animate a conocerte más, a buscar (y expresar) lo que más te gusta, a sentir ese compromiso emocional del intercambio energético con un otro, a percibir tu energía en esos momentos, a disfrutar sin la desesperación de llegar al orgasmo. Disfrutar el proceso. Probá ejercicios para elevar la energía Kundalini, o el tantra.

-Ponete en modo bruji: aprovechá este período para conectar con tus claris, de las que te conté en este artículo. Probá ejercicios para ver la energía, el aura, para activar tu glándula pineal y visión del tercer ojo, conectá con hierbas que te llamen la atención e investigá sobre alquimia, las brujas en la antigüedad y sobre tu herencia familiar (a todo nivel: energético, brujil, físico, de sabiduría, experiencias, etc)

-Desapegate. El mood Marie Kondo para soltar y dejar ir nos sirve en TODO en la vida. Comenzá por lo que te resulte más simple, y andá llevando esa intención a lo que quieras decirle adiós pero te cuesta más. Si te sentís liberada luego de soltarlo, aunque sea un poquito, tenía que ser así.

-No te enrosques de más en asuntos que ocupan tu mente, no les des más espacio y energía de la que merecen. A veces las cosas encuentran su solución con el paso del tiempo, con una acción concreta o dejándolas ir, o incluso pidiéndole a tus ángeles, guías y al Universo, que te ayuden a encontrar una clara solución. Porque pensar y enroscarse es quedarse en un nivel serpiente escorpiano que no nos hace nada bien.

-Chusmeá este artículo sobre los animales de Escorpio, para entender mejor su energía.

Meditación temporada Escorpio

1. Preparación

Para empezar la meditación nos sentamos con la espalda erguida. Cerramos los ojos pero, si surge alguna tensión, podemos abrirlos momentáneamente. Colocamos las manos sobre los muslos y juntamos los pies. Para conseguir una relajación corporal más profunda, trasladamos el foco de conciencia al centro del cuerpo.

Balanceamos ligeramente el tronco hasta tener la sensación de estar sentados en el punto focal, en el hara.

2. Alineamiento

Realizamos el alineamiento de la personalidad tripartita con el alma, en combinación con el ejercicio básico: «Soltar – relajarse, ser uno, renovarse, ser uno mismo». Después de cada una de las fases empleamos la palabra sagrada OM. Primero respiramos en estos cuatro tiempos.

Cuerpo físico:

Relajo el cuerpo físico. Estoy sentada en la silla. La silla está sostenida por la casa y la casa por la Tierra. Noto el peso de mi cuerpo y suelto todo lo que se opone a mi verdadero ser (sobre todo el «pequeño yo» que ha ido formando sus roles a lo largo de la lucha existencial y que ha suplantado al ser interior). Este «pequeño yo» está formado de actitudes protectoras y defensivas, miedos, sentimientos de inferioridad, comodidades físicas, máscaras, ambiciones, exigencias y deseos, falta de amor, egoísmo, orgullo y separatividad.

Al soltar todo esto, me preparo para reconocer mi verdadero yo y para aceptar mi existencia y mi destino.

OM

Cuerpo emocional:

Relajo y calmo el cuerpo emocional, estableciéndome en las profundidades de mi ser con toda confianza. Desciendo a la fuente primordial, regreso al hogar de Madre/Padre y dejo atrás todo lo que me preocupa. Entro en la zona de irradiación del ser y dejo que su luz me envuelva y me transforme. Humildemente, me entrego al amor que todo lo incluye que mora en las profundidades de mi ser.

OM

Cuerpo mental:

Calmo el cuerpo mental desapegándome de los pensamientos que me rodean. Los veo como algo ajeno a mí.

A continuación dirijo mi atención interna hacia arriba. Veo una luz blanca y reconozco mi yo superior. Un abismo me separa de él. De repente me doy cuenta de que, con mi mente creativa, puedo superar el abismo que me separa de mi verdadero yo.

OM

Alineamiento con el alma:

Supero el miedo que me retiene y me arriesgo a saltar al vacío, hacia la luz. En el momento en que me entrego con el corazón lleno de alegría y suelto mi yo, se produce la unión con el ser. Lo interior se abre y el ser o la divina trascendencia fluye hacia mí y me confiere el poder de la transformación: el poder de la comunión.

Me vuelvo permeable a la gran vida de mi interior, a las grandes ideas y pensamientos que disuelven todas mis preocupaciones con una nueva luz y que fluyen hacia el mundo a través de mí.

En el «Ser uno» residen las fuentes de una nueva vida y de un nuevo comienzo, en el mismo sentido de la frase bíblica: «He aquí que hago nuevas todas las cosas». La luz del alma irradia a través de mis tres cuerpos y purifica, fortalece y ennoblece mi vida. En el «Renovarse», resurjo fortalecido y regenerado. La rueda de la transformación que me ha llevado de arriba a abajo y que, por un momento ha parado en su punto más profundo, ahora gira de nuevo. Me confiere fuerza, frescura y energía vital para que pueda cumplir mis tareas, mis obligaciones y mi servicio en el mundo.

A continuación medito sobre el pensamiento semilla de Escorpio:

«Guerrero soy y de la batalla salgo triunfante.»

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