El 20 a las 22:22 hs el Sol ingresó a Géminis y su regente, Mercurio, se unió a él el 21, marcando así la mitad de su período de retrogradación.
Lo que podamos ir reevaluando hasta el 3 de junio tendrá mucha más claridad que la primera parte de esta retrogradación.
Hacernos preguntas desestabiliza. Genera caos y más si la pregunta es incómoda. Pero es necesario cuestionarnos para poder salir de moldes preestablecidos y crecer. Quien no se atreve a cuestionarse, a preguntarse, a dudar de sí para realinearse, se estanca.
Preguntarnos cosas desde la humildad, nos permite salir de una posición inmadura para abrir la puerta hacia la adultez emocional, vincular, laboral. Nada que nos podamos preguntar nos dará la razón, porque la idea de la pregunta es la de romper con la rigidez interna, con los mandatos, con creencias, e incluso con la aparencia de seguridad que nos hace repetir experiencias una y otra vez.
¿En qué área repetís experiencias y culpás a un agente externo de vivir “siempre lo mismo”?
Las preguntas simples que puedas hacerte sobre eso, deshabilitarán el juicio que hagas hacia ese agente externo, porque te harán tomar responsabilidad. Y qué incómodo es, en general, tomar responsabilidad. Lógicamente excluímos en esto los ámbitos de violencia o donde no hay privilegios que permitan tomar responsabilidad, eso está claro.
No tomar responsabilidad significa que, si tenés la suerte de elegir, elegís siempre lo mismo porque es lo cómodo, lo conocido. Para salir de allí se necesitan privilegios, terapia, procesos, humildad, desarmarse para reencontrarse, abrazar la propia sombra, deconstruir al ego.
La pregunta habilita a la experiencia porque no siempre necesita ser respondida desde la mente, o con otra persona. Es entregarte a lo que sea que pueda llegar a tu vida luego de abrir el portal de tus preguntas más profundas, más íntimas, más complejas, en pos de vivir más simple.
Nos hacemos preguntas porque somos seres complejos, y necesitamos recordar que la vida es mucho más simple de lo que pensamos.
Nos hacemos preguntas para apoyar a que nuestro ego se siga sintiendo poderoso, teniendo la razón, cuando en realidad necesitamos que deje de tener el control.
Nos hacemos preguntas porque precisamos un norte, una guía, saber hacia dónde ir para no equivocarnos, para evitar el error. Y desde el error se aprende tanto que, si le dejáramos de temer, viviríamos mucho más relajados.
Hacernos preguntas no significa volvernos locas preguntándonos todo.
Significa atrevernos a hacernos las preguntas correctas y a dejarlas sin responder.
Significa aprender de la espera, dejar que la vida traiga la respuesta en forma de experiencia.
Y soltar el control de querer definir el cómo, cuándo y dónde de esa experiencia.
Se necesitan mucha humildad y valor para preguntarse cosas de verdad.
Y mucha más para reconocer que, aunque nos lo preguntemos todo, la verdad es que no sabemos nada.
La temporada de eclipses terminará el 30 de mayo con la Luna nueva en el grado 9°03′ de Géminis. Todas las preguntas que te hagas en este período tendrán ecos de aquí a seis meses, en la próxima temporada de eclipses.