¡Este sitio está experimentando algunos cambios este mes! Algunas funciones pueden estar deshabilitadas.

Gracias por su comprensión :)

Luna llena en Virgo

Año 1997.
Estoy llegando a la escuela con un par de bolsas negras cubriendo mis zapatillas, y cuando estoy cerca me miro los pies, me las saco y le digo a quien está a mi lado: “Cierto que todavía no llegó la pandemia”.
Lo miro, era un compañero que estaba de novio con una compañera, y les digo: “Igual en el futuro ya no están juntos”. Re pinchándoles el globo.🤣
Sigo adelante, entro a la escuela, llego al aula.
Miro hacia adentro, claramente identifico cada una de las caras, algunos de compañeros que tuve y otras de personas desconocidas, con muchísima nitidez.
Busco a un compañero específico, pensando que ojalá no esté y diciéndome: “Seguro que si aparece, del susto termina el sueño”.
Me despierto.

La Luna llena siempre trae sueños vívidos, viajes astrales o sueños de esos en los que estás consciente de que estás soñando, los lúcidos. Un poco como en la peli El Origen, yo anoche sabía que estaba soñando y en el sueño estaba buscando claridad, esa misma que la Luna en su esplendor también ofrece.

Un poco porque se perfeccionó en mi casa del futuro, viajé al pasado para resolver algo, para solucionarlo y cambiarlo de perspectiva. Es lo mejor que podemos hacer con las cosas que nos dolieron del pasado: cambiar la historia, contarnos otro cuento, mutar la narrativa. Mirar con otros ojos nos devuelve claridad y objetividad.

Las cosas no nos pasan a nosotros, pasan por nosotros. Las creamos y nos atraviesan para dejarnos aprendizajes que, si negamos o evadimos, repetiremos hasta integrar, como las lecciones en la escuela. Un poco porque ésta también es una escuela, ¿no?

El Sol sigue junto al soñador Neptuno y ambos se enfrentaron a la Luna llena, que se llenó a la madrugada en el grado 27°40′ de Virgo. ¿Qué estás sintiendo hoy?

Mirá la carta del evento:

La cantidad de movimiento que hay en Acuario y en Piscis nos está dando la chance de iluminar la información gracias a la Luna llena y de cambiar patrones de comportamiento, creencias y hasta cosas del pasado -bien pasado- con un movimiento de perspectiva.

Con el Sol y Neptuno en oposición a la Luna, ¿qué cosas del pasado podés revisar, negociar, dejar ir de una vez? Es como si soltaras en grande la necesidad de repetir patrones que nacieron de una herida del pasado. ¿Preferís la comodidad de lo conocido aunque te duela seguido o la incomodidad que te ofrece un camino desconocido y sanador?

El movimiento en Acuario muestra una historia que comenzó a inicios del 2020 de la mano de la conjunción JMarte Saturno y en diciembre Júpiter-Saturno en el grado 0° del signo. Allí se planteó la necesidad estructural de un cambio de consciencia para toda la humanidad, de movernos hacia lo que es de igualdad y equidad a todo nivel, creando así un nuevo paradigma.

Hace poco, el 6 de marzo, Venus y Marte se unieron allí insistiendo con esa energía pero ahora dirigida a lo vincular -todo tipo de relaciones- y el año que viene, Plutón va a tocar ese mismo grado 0° de Acuario el 23 de marzo para transformar radicalmente lo que no haya sido transformado aún.

Se nos pide crear nuevas bases, una nueva estabilidad social (y personal, lógicamente) de la mano de conceptos en comunidad, igualdad, equidad para todas las minorías, derechos humanos, colaboración, empatía y renovación.

La Luna llena en Virgo nos deja ver con claridad qué cosas a nivel personal y de servicio podemos cambiar en nuestras vidas, como por ejemplo nuestra calidad de vida, enfocándonos en que vivimos en red y no estamos aislados unos de otros. La consciencia de limpieza y purificación virginianas está a tope a partir de la pandemia, tomamos mucha más responsabilidad sobre lo que consumimos, cómo limpiamos nuestras compras, cómo nos alimentamos, si las marcas testean en animales o no, etc.

El cambio real necesita ser de salud para todo el mundo, no sólo de un acceso limitado para pocos. El agua y alimento al que muchas personas no acceden debería dejar de ser una norma, y por eso también con la claridad lunar vemos que lo que nos duele allá afuera es un reflejo de lo que nos duele dentro, aunque, claro, a otro nivel y posiblemente metafórico.

Estamos a pasos de crear la completa destrucción del mundo conocido -el punto de no retorno- o a un click de consciencia de comenzar a reparar.

La elección es tanto personal como colectiva. Y el apego a las costumbres destructivas tiene que parar.

Esta es la última Luna llena del año astrológico que está cerrando y se reinicia el domingo. Hay revelaciones, hay cierres y finales. Hay necesidad de limpieza profunda y qué mejor que estar llegando al fin de semana para eso y para descansar.

¡Feliz Luna llena!🌝

Compartir en

Más para leer