La sombra personal es un concepto que deriva de hallazgos de Freud y Jung, y se refiere, tal y como la definió Jung, a “el análisis más profundo y minucioso del abismo existente entre los aspectos luminosos y oscuros de la naturaleza humana”. Es lo que una persona no desea ser, aunque sólo es negativa desde el punto de vista de la consciencia, porque contiene cualidades extraordinarias. Las investigaciones de Jung terminaron demostrando que el hecho de afrontar la sombra es un secreto individual (porque lo que descubriremos será aterrador para nuestro juicio moral) y es equiparable al de “experimentar a Dios”, una experiencia tan poderosa que puede transformar completamente la vida de una persona.
Representa aquella “basura bajo la alfombra” que fuimos escondiendo mientras íbamos creciendo, de cosas que “están mal” o no podemos ser/sentir/creer/experimentar/etc. Es como una bolsa de comportamientos moralmente inaceptados o “malos” que arrastramos por la vida. En ella también se encuentran ocultos nuestros peores miedos e inseguridades, aquellos de los que ni siquiera queremos hablar.
La sombra no puede eliminarse ni superarse, se integra. La hacemos parte. No podemos luchar contra ella, porque como todo aquello con lo que luchamos, se hará más grande. La clave está en comprender que ella es parte nuestra y que indagando podremos descubrir grandes tesoros, gracias a ella podemos crear maravillas. Integrarla es eso y lograr que ella ya no mande en nuestra vida, sino nosotras. Hay una frase del ensayista Robert Bly, que dice: “Al parecer, pasamos los primeros veinte años de nuestra vida decidiendo qué partes de nosotros mismos debemos meter en la bolsa y el resto lo ocupamos tratando de vaciarlo”. Ese es el trabajo con la sombra: permitirnos comprender toda nuestra esencia, lo que calificamos como “bueno” y “malo”. Es un camino muy extenso, profundo, doloroso y transformador, pero sobretodo, es liberador.
Con los contactos actuales a Júpiter y Venus en Escorpio, y a Plutón retro en Capricornio, queremos liberarnos de pautas, patrones y condicionamientos mentales que sólo nos llenan de miedos y no nos permiten avanzar. El momento para hacerlo es ahora.
Teniendo en cuenta que el Sol y Mercurio están en Virgo, podemos trabajar la sombra relacionada a la búsqueda de perfección y a la crítica. Con esto, solamente puedo decirles que se observen:
– Si se critican a sí mismas, es bueno buscar el origen de la necesidad de aprobación: ¿Para quién tengo que ser perfecta?
– Si critican a los demás, eso habla de ustedes mismas, no del otro. Acá el trabajo necesario es con el juez interno, porque juzgamos a los demás al nivel en que nos juzgamos a nosotras mismas, pero con la diferencia de que no reconocemos esas cosas en nosotros, sino en nuestros espejos, que son los demás.
Hay una frase super vieja que dice “Lo que María dice de Juan, dice más de María que de Juan”. Es clásica, pero tan real. Nada de lo que digamos de los demás es objetivo, todo está lleno de connotaciones personales, de nuestro libro de la ley personal, de nuestras normas, creencias y valores. Sin embargo, todo eso pierde relevancia y se transforma cuando tomás responsabilidad y comenzás a vivir desde la empatía y el amor.
–> Parte de evolucionar como seres humanos radica en la plena consciencia de nuestros comportamientos y motivaciones y de cuánto nos abrimos a la conexión del amor cósmico y universal. <–
Todas nos merecemos ser libres. Y el trabajo de liberación, sin duda comienza por dentro. Abracemos nuestra oscuridad, saquemos a la luz esas sombras que en el fondo son diamantes llenos de universo y magia.