Ayer tuvimos la última charla con oradora en la segunda edición de Astro para Emprender (que está finalizando) y fue con la bruji @jazventtura
Ella nos habló de cómo comunicarnos con la entidad de nuestro #negocio a través de herramientas de Access (fue con quien tomé mi primera clase de barras y me hice fan de esta herramienta) y entre tantas preguntas que nos enseñó a hacer para abrirnos a la #consciencia y al #campocuántico, surgió esta: ¿Cómo puedo pagar esto con facilidad?
Una de las limitaciones más grandes que tuve en mi vida fue no poder pagar las cosas que quería -o creía que quería- que representaban grandes inversiones (digamos, arriba de los 500 usd en su momento).
Desde que comencé a trabajar en mi relación con el #dinero, he invertido más de lo imaginable para mí en herramientas y formaciones que me capacitan para poder ser la #mentora y coach de negocios y #abundancia que estoy destinada a ser en este momento de mi vida.
Porque sé que si vengo a ofrecer un servicio, ¿no estaría el #Universo encantado de que lo haga con #consciencia, #sabiduría y compromiso? ¿No estaría encantado de facilitarme las vías?
Para mí invertir es un compromiso: de dinero, de tiempo, de energía. Es un compromiso con la persona en quien confío para invertir (que no es poco) y sobretodo conmigo misma.
Si quiero dar un servicio coherente y responsable, tengo que invertir. Dinero para capacitarme, tiempo y #energía para experimentar. #Invertir en mis #terapeutas, en mis procesos, en mi vida y en mis #deseos. Invertir en lo que me divierte y me trae #gozo me es fundamental.
Esta pregunta apareció nuevamente en mi vida ayer, cuando conecté con mucho de lo que las personas dicen cuando quieren invertir: “no puedo hacer ese gasto”, “no puedo cubrir el costo”. Como respetando la idea de que el dinero es un sacrificio, cuesta, es imposible de alcanzar.
¿Qué pasaría si tomás al dinero como energía, como algo igual que vos, que aparece cuando te abrís a ser vasija? ¿Qué pasa si es posible?
Propongo abrir consciencia con esta pregunta, cada día, todas las veces que quieras, con el foco en eso en lo que querés invertir.
Y dejá que el Universo se encargue de la respuesta.