“Antes de que nacieras, un comité espiritual de guías y tú crearon un plan de vida especialmente diseñado para responder a tus necesidades materiales, espirituales y kármicas. Este plan divino tiene tres elementos: un propósito, unas lecciones de crecimiento personal y unas relaciones con otras personas que sirvan para apoyar el plan general.
Tu propósito es una tarea que debes cumplir mediante tu profesión, tu trabajo como voluntaria o con un proyecto especial que utilice tus talentos e intereses naturales para beneficiar a la humanidad.
El segundo elemento de tu plan entraña unos acontecimientos vitales bien programados que te enseñarán cosas sobre el amor y te ayudarán a deshacerte de aquellas características de tu personalidad que te resulten perjudiciales.
El tercer elemento incluye unos contratos que hiciste antes de nacer con determinadas personas que servirán como catalizadores de tu propósito y tu crecimiento personal. Estas personas pueden actuar como miembros de tu familia, colegas del trabajo, amigos o conocidos. En sus interacciones, también ellos reciben ayuda para cumplir sus propios planes.
Predestinaste tu plan como un esbozo de lo que sería tu vida, y en él incluíste tu propósito, una serie de lecciones de vida significativas y unas relaciones con unas personas concretas. Como este plan no es más que un esbozo, debes ir eligiendo sus detalles a medida que avanza tu vida. Eres libre de ignorarlo por completo, pero las consecuencias emocionales y sociales de hacerlo pueden resultar devastadoras.”
Doreen Virtue.