Saturno se encuentra en el grado 29° de Capricornio, un grado karmático.
Desde ese grado, aún se encuentra en conjunción a Plutón destruyendo las formas de lo que creemos que es nuestra realidad, incluyendo el sistema capitalista, el patriarcado, las figuras de poder…porque el grado 29° saca lo peor de cada signo, su energía más densa, baja.
Se nos pide demoler estructuras que ya no tienen cómo sostenerse. Estamos notando a grandes rasgos -en la mayoría de Latino América- a personas que no deberían estar en puestos de poder, abusando de sus posiciones, haciendo lo mismo que se ha hecho desde siempre que es favorecer a los ricos mientras los pobres cada vez van más en caída. No es una ilusión, es real. La ambición de unos pocos es hambre para millones. Lo material, lo real, parece tener que destruirse para pasar a un ámbito social más igualitario, aunque primero debamos encontrarnos en un limbo sin saber hacia dónde dirigirnos.
En el ámbito personal, podemos sentirnos frustrados, pesimistas, deprimidos o tristes, angustiados, sin encontrar una explicación a lo que nos pasa incluso. Mercurio el 14 llegará al grado 29° de Acuario y ahí sentiremos internamente -como si cayéramos en la cuenta casi repentinamente- la sombra de las masas, los que siempre están de acuerdo con el status quo y “que las cosas sigan como están”, los antirevolucionarios o los revolucionarios por causas absurdas. No olvidemos que Acuario es un signo co-regido por Saturno….
Pareciera que nos falta, que el miedo sostenido en el inconsciente colectivo sale a la superficie a decirnos que nunca será suficiente, por más fuerte que lo intentemos. Estamos siendo llevados continuamente a un asunto repetido en nuestras vidas, algo a sanar, liberar, desbloquear, que puede que ni siquiera venga de nuestra vida actual o de nuestra persona, sino que sea de una vida pasada o de algún familiar que, esté vivo o no, ha cargado y transmitido eso a todo el linaje o a personas con la misión específica de liberarlo. Si no lo hacemos ahora, volverá.
Lo positivo es que se marca que un cambio está por suceder. No ya, porque no es inmediato, pero debemos ser pacientes y, sobretodo, responsables. La responsabilidad al crear nuestro sostén y estructuras -a partir del pensamiento, acción y vibración- es clave en este momento. No podemos rendirnos aunque dejarnos caer deba ser momentáneo para levantarnos con más fuerza. Así sea contra una figura, un gobierno o el patriarcado entero.
Hay una revolución y transformación sucediendo bajo la superficie, de manera subterránea, que puede estallar de repente, como un volcán. Y será liberadora.
La inestabilidad se teme pero es la motivación que nos impulsa a dar un paso más estable, a saltar al vacío o a retroceder para evaluarlo todo desde lejos. Pero el cambio, el nuevo paso que traerá un nuevo orden, es inevitable. Hay riesgo, como en todo salto, pero hay ganancia también. La destrucción de las formas conocidas se identifica como caótica cuando en realidad es pura creación, gestación de lo nuevo, de nuevas oportunidades.
En breve Saturno llegará al grado 0° de Acuario para ofrecernos un nacimiento, o re-nacimiento. Luego retrogradará para terminar los asuntos capricornianos y, a fin de año, se irá a Acuario de la mano de Júpiter para crear un nuevo ciclo mundial a través de lo que se conoce como Gran Mutación.
La Tierra tiembla bajo nuestros pies. Pero es sólo para sacudirse lo que la daña y permitir un amanecer más positivo mañana.