¡Este sitio está experimentando algunos cambios este mes! Algunas funciones pueden estar deshabilitadas.

Gracias por su comprensión :)

¿Quién es tu dios?

¿Vos sabés quién es tu dios? ¿A quién le rezás?

Júpiter en Sagitario nos ayudó a ir reformulando nuestro sistema de creencias y ahora que ha dejado plantada su semilla, es cuando empieza a germinar. Recordemos que todo lo que va haciendo Júpiter en un signo, cobra fuerza, significado y trae recompensas cuando él se va de allí.

Hoy Júpiter desde Capricornio se cuadra a Quirón retro y esto trae información que puede doler, pero que es necesaria para recuperar tu identidad.
Mercurio ingresa a Sagitario y busca la verdad…así que acá les dejo una que para mí es muy válida.

Pero no tienen que creerme, porque cada quien es dueño de su propia verdad, son libres de comprobarlo todo empíricamente: tus emociones te dan la respuesta. Sentite mientrás leés.
Si te enoja, si te genera bronca, ira…entonces es bueno. Si te da paz, certeza, si te alivia, mucho mejor.

El dios que nos inculcó la iglesia nos castiga cuando pecamos, y pecar es desafiarlo, es buscarlo dentro nuestro. Pecar es indagar libremente en nuestra sexualidad -adueñarnos de nuestros cuerpos- que es el contacto directo con multiplicidad de caminos energéticos que nos impulsan en nuestro despertar, en el contacto directo con nuestro cuerpo espiritual. Pecar es dejar de confiar en el cura o sacerdote como único camino hacia la divinidad. Pecar también terminó siendo simplicidades como maldecir, que en realidad es demostrar que tenemos emociones y que esas emociones… ¡también son el camino hacia nuestra espiritualidad! Maldecir e insultar son muestras de nuestra oscuridad, y a toda oscuridad debería evitársela, porque claro, si la integráramos seríamos mucho más felices, completos, y dejaríamos de necesitar de ese dios al que le damos dinero en cada misa.

Ese dios pareciera ser un ser, algo superior a nosotros, algo a lo que le deberíamos agradecer la existencia, y por ende obedecer, respetar, temer. Un dios al que hay que temerle porque sino nos expulsaría de su iglesia, de su secta, no nos dejaría entrar al paraíso (que al fin y al cabo es esta vida cuando reconocemos todo nuestro potencial) o iríamos al infierno con el diablo, ese otro ser demonizado porque necesitaban algo que luchara con la aparente bondad de la luz. Conectar con la oscuridad nos recuerda el potencial que tenemos, por eso todo lo que se vinculara con ella tendría que ser “demonizado”.

Bueno, el dios de la iglesia es una trampa. Es un método de control, es un camino que crea ovejas obedientes y temerosas, mentirosas también, porque la persona más obediente suele ser una representación de todos los valores ocultos de la iglesia: ambición, control, poder, miedo…oro.

No lo estoy inventando, porque mucha gente está leyendo, escuchando, viendo documentales sobre esto. No soy pionera, sólo transmito la información. Y no lo estoy exagerando, porque lo viví. Nada mejor que la experiencia para poder entender cómo funcionan las cosas y para aprender a ser empáticos.

La iglesia, amigues, es una secta de control de natalidad, población, libertad. Nos pretende callados, sumisos, obedientes. Nos quiere entregados a un dios que en realidad es un conjunto de dioses anunnaki que fueron los que llegaron a la Tierra a quitarnos nuestro poder, y construyeron la nueva raza humana esclava. 

Sé que a muchos esto les va a resultar una patraña, doloroso incluso. Toda la vida nos estuvieron engañando y lo siguen haciendo. El tema es cuando abrís los ojos y tenés que decidir: ¿me los vuelvo a tapar y sigo en mi comodidad, o rompo todas mis viejas estructuras y me animo a renacer desde una nueva información, desde la búsqueda de mi propia verdad?

Como tengo la Luna en Sagitario, mi necesidad siempre se vinculó a saber la verdad, y a compartirla únicamente cuando ésta resonara con mi corazón. Me juré a mí misma, muy inconscientemente -mecanismo lunar-  jamás compartir algo que desinforme, que confunda o que alimente únicamente a mi ego para poder tener “seguidores”. Porque la humanidad es libre cuando no pertenece a ninguna secta, cuando no le entrega su poder a nadie y cuando reconoce su propio poder interno, porque así es como lo recupera.

Nadie nos puede decir que somos indignos de amor porque “pecamos”. Cuando todo te parece injusto, cuando creés que dios no existe, cuando te harta no creer en nada, mirá dentro tuyo.

Como hijos de una energía creadora -autocreada- (al fin y al cabo “dios” es sólo energía femenina y masculina creativa y manifestadora), somos iguales a ella, creadores de nuestra realidad. Y para eso, no podemos rezar y mirar hacia afuera: hay que hacerlo hacia adentro.

Es la única receta para que tu vida sea lo que deseás, para crear cada instante con felicidad y no con dolor, angustia, decepción.

Tu dios sos vos. Recuperá tu libertad, tu poder y tus ganas de romper todo lo que te estanca.

Sé rebelde, destruí el sistema que te aprisiona, domina y agobia. No sos un esclavo de nada ni de nadie, reconocé que estás acá para algo mayor que vos mismo y eso se llama “anteproyecto”, es el pacto que firmaste antes de encarnar. Y si todo esto te resuena, si te da ganas de saber más o de seguir rompiendo reglas para liberarte, entonces bienvenide. 

Estamos todos en este camino.

PD: Si tengo que ponerme más compleja aún, los dioses mitológicos y los arquetipos, también son figuras infundadas por seres que pretenden controlarnos. Lo bueno es que desde la cuarta dimensión, donde podemos jugar con ellos y comprender su funcionamiento en nuestras vidas (con la astrología por ejemplo) nos “amigamos” para poder utilizarlos a nuestro favor. 

Compartir en

Más para leer