Los Nodos del Karma se mueven a la inversa de los planetas: ellos ingresan a los signos desde el último grado, no desde el primero.
Este 6 de Noviembre salen de Leo y Acuario y se mudan a los signos previos, es decir, Cáncer y Capricornio.
Por si no recuerdan el especial que hice para estos signos con el primer eclipse en Cáncer, se los dejo aquí.
Y si quieren saber más sobre los Nodos, les cuento aquí y aquí.
El Nodo Norte este día ingresa a Cáncer formando un trino de agua con Júpiter saliendo de Escorpio y Quirón retrogradando en Piscis; y el Nodo Sur en sextil a éstos y en trino a Juno en Tauro, además de que ambos estarán en cuadratura a la Luna, Venus y Urano.
Vamos por partes:
Que los Nodos estén en trígono y sextil a Júpiter y Quirón nos habla de un final, un cierre de etapa, una muerte psicológica que nos obliga a soltar algo, a terminarlo.
Miren: todos están en el último grado de cada signo, y el último grado significa finales. Escorpio es el signo de la muerte física y psicológica y Piscis el signo del más allá, de la purificación del cuerpo para lo que sigue, para la nueva etapa, que es el renacimiento, palabra exclusivamente escorpiana. Quirón es el sanador herido que usa su medicina para que no duela tanto este final, pero será inevitable.
No se asusten: no se van a morir ni van a terminar sus relaciones. Sepan que siempre que hablo de muertes no estoy hablando de muertes físicas ni cuando hablo de finales es que van a pelearse con su pareja.
Cuando los Nodos están envueltos, las cosas que suceden son bastante karmáticas, como predestinadas.
Ya se los he dicho, pero no está de más recordarlo, sobretodo en días como éstos: lo que sucede es lo mejor para nuestra evolución y la de todos los involucrados.
Cáncer es el signo de la nutrición, la madre, la familia, el hogar, las emociones, los cambios hormonales/de humor, la intuición y la estabilidad. Es el matriarcado. El signo opuesto-complementario, Capricornio, es el trabajo duro, lo racional, las empresas, el status quo, el “ganar dinero”, lo material, la manifestación, el proteger a los nuestros y el padre, la seguridad laboral, los límites, las estructuras y la paciencia, porque también es el signo del tiempo, de Cronos. Es el patriarcado.
Si el Nodo Norte se mueve a Cáncer y el Sur a Capricornio, ¿qué tenemos? Dos energías opuestas que trabajan juntas para liberar el “deber ser” y enfocarse en ser nuestro propio hogar.
Por un lado, debemos aprender a dejar ir por donde pase el Nodo Sur: status quo, el qué dirán, lo que piensan los demás de nosotros, viejos límites y estructuras, mal manejo de horarios, ideas de que lo material y el trabajo son todo, la creencia de que el puesto de poder en una empresa “me hace importante”, creencias de que cuanto más produzco más valgo (es decir, creencias relacionadas al valor como algo material), actitudes de superioridad, y más.
Por el otro lado, vamos a aprender a validar lo que nos enseña el Nodo Norte: la familia -que no siempre es de sangre-, el hogar, donde yo me sienta como en casa (aunque no sea mi propio hogar físico), aprender a ser mi propia madre y mi propia casa, cuidar mi nutrición y regular mis hormonas, elegir qué ingiero, ser madre (real o metafóricamente), cuidar a los “míos”, escuchar mi intuición, permitirle la libertad a mis emociones. Crear, gestar y parir: un hijo, un proyecto, una relación, etc…
Pero lo más importante: durante estos 19 meses, vamos a estar buscando nuestro lugar en el mundo.
Aquel en el que sentimos pertenencia, allí donde estamos en casa.
Si ya lo encontraron, la búsqueda es interna, es aprender a ser mi propia madre, a cuidarme como cuidaría a mi niña interna.
Esta es una pequeña introducción a lo que este cambio de signos nodal trae, pero hay más que les voy a ir contando más adelante, sobretodo en Diciembre cuando comience la nueva temporada de eclipses.
¡Feliz día!