Todo lo que Mercurio, Venus y Marte hagan en el cielo nos toca a nivel personal, pero cuando se conectan con planetas sociales o transpersonales, el asunto habla de algo que está “más allá” de nuestro ego.
Mercurio
Mercurio retro se une hoy a Júpiter en Acuario en el grado 13° 21′ del signo: no hay verdad oculta que no pueda ser revelada a la consciencia.
Cuando retrograda, Mercurio siempre se encarga de revelar información, de mostrarla, exteriorizarla. Retrogradando este año en los tres signos de aire, no habrá chisme, verdad o secreto que pueda mantenerse oculto. No es información a nivel escorpiano, donde los secretos incluyen asuntos turbios, pasionales, de poder o dinero, sino más generales, que “nos tocan a todos”.
Además, su siguiente retrogradación será en una de sus casas -Géminis- y Mercurio vuela, como así también lo hace la información que él envía entre el cielo, la tierra y el inframundo. Mercurio retro en Acuario “desentierra” para liberar, para que al abrir los ojos seamos independientes de decidir qué hacer ahora con esa información que nos toca recibir.
En su unión con Júpiter esto parece un estallido verbal, una conversación radial transmitida por todo el globo, una capacidad de alinear pensamiento y acción hacia la experiencia. No sería raro que nos enteremos cosas grandes a través de los medios -o de cosas grandes que se pretendieron ocultar y ya no más-.
El ciclo
Esta unión marca el fin y el inicio del ciclo Mercurio-Júpiter que es de aproximadamente un año. En el 2022 volverán a encontrarse el 21 de marzo (¡Iniciando el año astrológico!) en el grado 18°45′ de Piscis.
Así que es la apertura de un ciclo que tendrá sus revisiones -claramente-, pero que está motivándonos a:
-Romper creencias y patrones de conducta
-Permitirnos dudar de todo lo que creemos que es nuestra verdad
-Animarnos a alzar nuestra voz por lo que creemos que es justo y/o nos quita libertad (A Britney le puede venir bien asesorarse con alguna astróloga).
-Reevaluar nuestro mensaje y expresarlo, comunicarlo al mundo
-Revisar contratos literales o metafóricos que nos estén quitando libertad, que se vinculen con nuestra independencia y con nuestras metas a futuro, además de la medicina que le damos al mundo
Fijate en qué casa de tu carta cae esta conjunción, y si hay planetas en contacto. De esa energía te estará hablando este nuevo ciclo a nivel personal, social, mental, de vibración y de experiencias relacionadas a salir al mundo, ir hacia lo incómodo para crecer, crecimiento, asuntos legales y revisiones en tu mensaje/comunicación.
Venus
Venus llegó al grado 16° de Acuario como “Estrella de la mañana” (la veíamos al amanecer), y comienza a descender al ïnframundo. Que quede claro: cuando hablamos de “inframundo” en astrología, estamos hablando del contacto con nuestro yo interior a modo de “cueva”, del inconsciente, las sombras, lo oculto y de todos los procesos psicológicos y energéticos necesarios para seguir evolucionando como seres.
Este “descenso” lleva a Venus a las profundidades marinas de donde procede: ella nació de los genitales de Urano que Saturno cortó y arrojó al mar. Es por esto que Venus al ser regente de Tauro y Libra, se siente cómoda en Piscis, que representa el mar de donde proviene.
La órbita de Venus se encuentra dentro de la órbita de la Tierra, y ella -como Mercurio- nunca se aleja mucho del Sol. A Mercurio siempre lo vamos a encontrar a un signo de distancia del Sol como mucho, a Venus, a dos como máximo.
En su ciclo, llamado ciclo sinódico, Venus crea un mandala con forma de rosa y la mitad de ese período es visible a la mañana y la otra mitad, al atardecer.
En estos días ella se encontrará orbitando detrás del Sol y el mes que viene se unirán en el grado 5°50′ de Aries. Mientras no la vemos, irá integrando nuevos códigos solares e información que nuestro Sol recibe del Gran Sol Central -podemos sintetizarlo como La Fuente-. Después de esa conjunción, Venus comenzará a verse al atardecer, y allí es llamada “Estrella de la tarde”.
Astrológicamente hablando
Venus está llevando nuestro deseo acuariano de vínculos libres y sanos (libre no necesariamente significa “sin compromiso”), de amor ágape, universal, hacia las profundidades. Nos preguntamos qué creemos del amor, qué es lo que idealizamos al respecto y qué deseamos de verdad en nuestras relaciones.
Siguiendo a Venus junto a la conjunción Mercurio-Júpiter iniciando un ciclo y también junto a los tránsitos lunares (la Luna es la que habla de nuestra noción del amor), podemos desestructurar y desprogramar todo lo que antes creíamos del amor y que nos resultaba nocivo o no nos permitía manifestar el vínculo que deseamos.
Estos tránsitos nos permiten renovarnos, renacer en consciencia, trabajar en nuestras creencias generales sobre todo tipo de amor pero sobretodo en nuestro deseo vincular y en nuestro amor propio. Sí, la propia valoración es la base de todo pero debemos tenernos paciencia en ese proceso de aprender a amarnos.
Fijate dónde están el grado 16° de Acuario y el 5° de Aries en tu carta. Ellos hablan de tu revisión sobre el amor y los vínculos ahora. La Luna ya anda por Aries preparando el terreno junto a Quirón. El amor real es sano.
El mundo vincular y las relaciones buscan actualizarse y ser vividas con mayor consciencia. Ya nada es como era y Acuario con todas las movidas actuales lo sabe bien.
La quinta dimensión de consciencia nos pide abrir la perspectiva, pensar menos, vivir más y liberarnos de nuestra propia cárcel mental. Todo es dual en la tercera dimensión, pero en la quinta ya no luchamos con juicios sobre nosotros ni sobre los demás: somos libres de experimentar el amor sin juzgar.
Vamos de a poco, que Urano en Tauro apoya la paciencia.