Mercurio retro en Acuario

Estamos llegando a la mitad del período de retrogradación de Mercurio, que se dará el 23 de enero gracias a su conjunción con el Sol.

En un día Serpiente Lunar para el sincronario maya, con la retrogradación de Venus en Capricornio y con Mercurio que esta semana volverá a ingresar a ese signo, la Serpiente es la clave.

La medicina de la Serpiente es la del cambio de piel, transmutación, transformación, renacimiento. Son las energías telúricas encarnadas en un arquetipo planetario que se corresponde con el cinturón de asteroides que se ubica entre Marte y Júpiter. La destrucción de una vieja forma para dar nacimiento a una nueva, de eso parece que estamos masterizando los aprendizajes desde el año 2012 aproximadamente.

Para el renacer de una nueva humanidad, una nueva manera de vivir, los retrógrados no sólo nos proponen la revisión de viejos mandatos sino también la recuperación de la antigua sabiduría cósmica y terrena. Los códigos de luz y de sonido que cocrean la vida en la Tierra están modificándose, junto a nuestro ADN cristalino, para dar cabida a un mayor anclaje de luz en nuestros cuerpos, un cambio social en la superficie de Gaia y una reestructuración celular en toda la humanidad.

Los códigos de la Rosa que todas las personas iniciadas en algún misterio espiritual llevan dentro, están activándose y puede sentirse caótico. Cuando una nueva frecuencia busca ser anclada, las viejas energías se resisten y rebelan, hasta que se rinden. El caos es natural ante un cambio de consciencia.

La Serpiente es un símbolo de medicina y sanación. Las capacidades internas de cada ser humano para despertar al propio sanador interior ya no pueden seguir esperando al momento adecuado. Es como cuando sentimos que no estamos listos para algo y queremos, todo el tiempo, seguir aprendiendo hasta sentirnos capacitados. Y ese momento nunca llega, porque nos sentimos listos únicamente cuando vivenciamos la situación.

La conjunción de Mercurio y el Sol que nos cuenta que la parte más intensa de revisión se va calmando, nos ilumina el cuerpo mental inferior y nos recuerda la capacidad que tenemos de usar los dos hemisferios del cerebro. Ninguno tiene poder sobre el otro: trabajando en conjunto junto a la glándula pineal, todas las maravillas del universo en cuanto a cambio personal y colectivo, son posibles.
Porque si bien la iluminación es personal, una persona iluminada puede compartir su luz para ayudar a muchas más. Y en esa cadena de luz no hay nadie que pueda interferir.

Es hora de darnos cuenta que la soberanía personal no implica exigir lo que demandamos desde el libre albedrío humano, sino que nos invita a salir del egoísmo que ese libre albedrío genera cuando lo usamos como excusa y como armadura.

La revisión de Mercurio es una recuperación y actualización de la sabiduría antigua de la Tierra, que sigue oculta bajo capas y capas de civilización, pero también dentro de tu sangre. ¿Vas a dejar que siga oculta?

Ritual para recuperar la conexión con tu sabiduría interior

Elegí un día lunes en lo posible, que es cuando el Rayo Amarillo Dorado de la Sabiduría está más activo. Vestite con alguna prenda o detalle amarillo o dorado.

En tu altar, prepará una o tres velas doradas o amarillas (pueden ser de cera de abejas que tienen un color marrón claro hermoso)

Antes de comenzar, recitá:

Amadísimo Arcángel Jofiel y tus legiones de la Iluminación y Sabiduría, envuélvanme en sus Rayos Iluminadores para que yo sea capaz de dominarme. Enséñenme a exteriorizar las Ideas
Divinas que me vienen de Dios-Diosa, a la forma. ¡Les doy las gracias!

Encendé la vela. Podés rodearla de cristales de citrino si querés y tenés.

Imaginá que estás en medio de un pilar de luz dorada, que es una cascada de sabiduría que surge de la mente y corazón de tu Yo Superior, enviándotelo a tus cuerpos inferiores. Tratá de sentir cómo se derrama esta sabiduría sobre tu cabeza, ingresando por el chakra corona y despertando a tus dos hemisferios cerebrales, a tu glándula pineal y a tu tercer ojo. Esta luz inunda todas tus células, todo tu cuerpo de un color dorado. Estás hecha de luz dorada.

Imaginá cómo esta luz se expande desde el centro de tu corazón y tus cuerpos mental, emocional y energético también se tornan de color dorado.

Cuando estés irradiando esta luz hacia todo tu alrededor, repetí tres veces:
“Yo Soy la Sagrada Presencia de la Sabiduría Divina en mí, bendiciendo y expandiendo la Sabiduría Sagrada hacia mi casa, mis seres queridos, la ciudad, el país, el continente y el mundo entero. Que la Sagrada Sabiduría Divina nos guíe siempre a VER y RECONOCER únicamente la Verdad Divina en toda la existencia, y a eliminar la influencia de apariencias que ocultan la Verdad. Yo Soy la Sagrada Sabiduría Divina anclada en la Tierra aquí y ahora y aquí me expando y recuerdo mi Verdad, el Yo Soy la que Yo Soy. Gracias Padre-Madre, porque así ES.”

Tomate un tiempo en silencio, y cuando estés lista, seguí con tu día. Dejá que la vela se consuma sola.