¿Qué te electriza? ¿Qué te sacude la piel? ¿Qué despierta tu kundalini?
¿Qué te dice tu Alma hoy, ahora mismo? ¿Que salgas corriendo o que te metas más a fondo? ¿Que te comprometas o que rompas todo lo que aparentemente te ata?
No hay amor sin libertad. Si no soy libre de ser quien soy en mis vínculos, si no soy libre de expresarme, de reducirme a cenizas y de renacer de ellas frente y/o junto a un otro, tal vez no sea amor. No sé, tal vez es sólo mi punto de vista, pero no concibo que los vínculos sean dominantes, asfixiantes, agobiantes, controladores.
Los amores tóxicos son un título berreta para un vínculo del que nos cuesta reconocer nuestra responsabilidad, de que somos su 50%. Los amores son sanos o no lo son, y si no lo son -casi todas hemos vivido algún amor de mierda, dañino o abusivo- mejor irse de allí abriendo los ojos a los propios patrones que nos llevaron a crearlo.
Si no puedo darte todo, entonces no te doy nada. Si no me puedo lanzar de cabeza contigo al abismo de nuestras profundidades, si no te puedo mostrar toda mi oscuridad en el proceso de revelarte y revelarme mi propia luz, entonces mejor salgo de acá. Si no somos honestos con nuestros deseos de libertad, de amor intenso, de pasión arrolladora, ¿qué estamos haciendo?
Creemos que el amor es libertad y creatividad solamente, pero olvidamos que un compromiso emocional también conlleva responsabilidad, adultez, madurez. Relacionarnos desde nuestros niños internos sólo posterga la creación de vínculos sanos, pone la armadura sobre la vulnerabilidad y las heridas, y aquí nunca nadie ha sentido nada.
Eso nos mete en relaciones infantiles, donde si no me aman como yo quiero, si no responden a lo que yo espero, me enfado, me encapricho, me siento insegura o abandonada. Vivo en una fantasía donde el otro no sólo es lo que siempre soñé, sino donde siempre me adora. Nutre a mi niña/o cuando debería hacerlo yo.
Mercurio en Escorpio se opone a Urano retro en Tauro. Las mejores señales de madurez son saber de dónde salir y dónde quedarse.
Todo es mucho más simple de lo que pensamos.