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Mercurio ingresa a Cáncer

Este 12 de Junio Mercurio ingresa a Cáncer un día antes de la Luna nueva en Géminis, una de sus casas, justo a punto de que Venus se vaya de allí.

Durante este período, nuestra mentalidad se torna sensible, intuitiva, se influencia un poco por las emociones. Es ideal para quienes estén estudiando su historia familiar o historia, porque Cáncer motiva la memoria emocional. Es un signo muy psíquico, así que los aprendizajes pueden tornarse muy intuitivos, como si absorbiéramos la información en lugar de necesitar estudiarla.
Podemos aprovechar para estimular la imaginación, aprender acerca de los mejores alimentos para nuestro estilo de vida o diseñar nuestra dieta específica, exclusiva para nosotros.

Quienes estén planificando mudanzas o una nueva decoración/organización del hogar, pueden aprovechar este tránsito para juntar la información, los documentos o hacer la búsqueda del hogar soñado.

Como a Cáncer lo rige la Luna, uno de los cuidados a tener en cuenta es que nuestro humor puede estar muy cambiante, fluctuante, inestable. Las mujeres, sobretodo, podemos sentir que estamos en un síndrome premenstrual constante. Si no estamos claras en lo que queremos, podemos sentirnos mareadas, confusas, algo alteradas.

Con Mercurio en Géminis teníamos ganas de saber más, de aprender mucho, ahora queremos aprender mejor, preferimos la calidad antes que la cantidad. Ya el interés deja de ser general para tornarse personal, queremos ocuparnos de nosotras y de lo que nos afecta como mujeres.
Es genial para quienes hacen algún tipo de terapia, porque el hecho de indagar en el pasado despertará muchas cosas de la infancia y crianza que las mantenían estancadas.

El 13 conecta en sextil a Urano en Tauro y se cuadra con Quirón en Aries, lo que significa que en esta Luna nueva, además de la energía Géminis, estaremos interesadas en iniciar algún cambio relacionado a estabilidad, seguridad, amor propio, que parte de la base de que nos moveremos al reconocer que nos queremos lo suficiente como para eliminar lo que no nos hace auténticas.
Es el momento en que estaremos evaluando cambios radicales para movernos, como para sacudirnos las hojas secas, sobretodo si tienen contenido del pasado que nos cuesta soltar.

El 15 se opone a Saturno retrogradando en Capricornio: esto representa una negociación entre nuestros patrones de conducta, aquello que hicimos siempre y lo que debemos hacer para crecer, la responsabilidad que debemos tomar para dejar de vivir siempre las mismas situaciones.

A partir del 16 y hasta el 25 aproximadamente, se repite el trino de agua entre Júpiter retro, Neptuno en Piscis y un planeta en Cáncer, que se dio con Venus a principios de Junio, y en el que ahora participará Venus. Estará más fuerte los días 18, 19 y 20. Esto vuelve al tema de sanación, espiritualidad, creatividad y conexión con nuestra alma, pero también a los asuntos de vicios, negaciones e idealizaciones.

El 23 de Junio a la madrugada, se opone a Plutón retro en Capricornio, lo que nos cuenta que durante días previos y posteriores, estaremos lidiando con miedos, inseguridades y asuntos relacionados a depresiones, ataques de pánico y pensamientos negativos. Para no enroscarnos, primero necesitamos reconocer que ante tanta emocionalidad no tendremos tantas ganas de comunicarnos, porque estaremos procesando mucho por dentro, pero si nos sentimos muy mal, desesperanzadas, siempre debemos expresarnos, sacar de adentro lo que nos esté doliendo, ahogando. Cuando hablamos -o bajo este aspecto, escribimos, pintamos, cantamos- liberamos mucha de la carga negativa que creemos que no tiene respuesta o solución, y además nos damos cuenta que los problemas no son tan grandes como lo eran dando vueltas en nuestra mente.

Es un período para ahondar en la conexión con nuestras emociones, escucharnos y sobretodo, abrir los ojos hacia aquellos comportamientos nuestros que nos hacen repetir historias, relaciones, dolores y situaciones que nos dañan, porque las responsables de esas experiencias, somos únicamente nosotras.

Es momento de ocuparnos de nosotras, de nuestra alimentación -incluso de la energía que absorbemos a través de información y relaciones- y de seguir escuchando ese deseo de independencia que nos transformará en nuestras propias madres, en las que se encargan de nuestro propio bienestar.

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