La Luna nueva en Leo se perfecciona este 18 de agosto a las 23:18 (hora Uruguay/Argentina) en el grado 26°35′ del signo.
Lo hace en conjunción a Mercurio, en trino a Marte en Aries, en sextil al Nodo Norte en Géminis-trino al Nodo Sur en Sagitario, y en inconjunción a Saturno retro en Capricornio.
Marte sigue cuadrando a la triple conjunción en Capricornio, respondiendo a una necesidad interna y social de autonomía, de autoafirmación, y de acción por sobre lo que nos domina: corporaciones, personas con mucho poder, miedos, dinero… (inserte aquí lo que siente que le domina porque le ha entregado su poder en algún momento). Esta cuadratura nos hace luchar por nuestros derechos, como guerreros, decididos a tirar abajo toda estructura abusiva, controladora y reguladora de libertades ajenas que infundan miedos, porque como se sabe, el mejor método de control es el miedo, que nos aleja del amor.
Y ahí está el quid de la cuestión: ¿tanto me alejé del amor que estoy llena de miedos? ¿Por dónde comienzo a recuperar el contacto con mi parte divina, llena de amor y de confianza en el todo?
Hace poco, en una situación de angustia, sentí que tenía que pedirle a “dios” y a los ángeles protección. No uso la palabra “dios” como divinidad en mi día a día, me gusta más Diosa, o Gran Espíritu. Pero de niña me enseñaron a rezarle a “Dios” y ahí quedó guardado el concepto de fe y seguridad, en una entidad masculina. Y cuando le cambio de nombre, no siento tanta seguridad. Así como me lo cuestioné en ese instante, decidí ponerme a practicar sentir lo mismo pidiéndole protección al Gran Misterio, a mis ángeles, a la fuerza de mi Yo Soy. Con esto les explico el contacto de la Luna nueva con los nodos: a veces lo que nos da seguridad no va de la mano con lo que valoramos o creemos, entonces tenemos que permitirnos la autoobservación y la flexibilidad de reconocerlo primero, para después cambiarlo.
Y como la Luna nueva es en Leo, para cambiar primero tengo que saber quién soy, qué deseo en mi vida, qué amo. Y conectarme con la mano en el corazón para hablarme con honestidad y amor, mucho amor.
No es un año liviano, pero es un año donde estamos abriendo corazas a la fuerza, donde ya no podemos seguir siendo una sociedad ególatra que le cede el poder personal al más fuerte, al más adinerado. Es hora de abrir el corazón y ser generosos, compasivos y amorosos con nosotros mismos y con los demás.
Marte nos ayuda a enfocarnos en la acción que deberemos tomar una vez que podamos respondernos la pregunta: ¿quién soy yo?
El mundo no cambia solo. Y nos necesita con el pecho abierto de par en par.
Feliz Luna nueva en Leo.