Luna llena en Aries 2

La Luna llena en Aries se perfecciona a las 11:56 del 20 de octubre, en el grado 27°26′ del signo.

Encuentra al Sol junto a Marte en Libra, a Plutón desde Capricornio en cuadratura a ellos y a la Luna, a Júpiter en armonía con el evento y a Venus, la regente de la conjunción Sol-Marte, en Sagitario en cuadratura a Neptuno en Piscis e inconjunción a Urano en Tauro. También está en trino a Quirón retro en Aries. Saturno ya está volviendo a sentirse en tensión con Urano (como si se hubieran calmado durante este año).

La Luna llena no sólo muestra a la luz de la consciencia información que parecía no poder ser revelada, o que se mantenía oculta. También nos propone un cierre de ciclo, un lanzamiento, “mostrar algo” que estuvimos gestando. Es en Luna llena que nuestro cuerpo precisa más agua porque nuestro mundo emocional está en ebullición.

Los aspectos de esta Luna llena nos desafían, nos llevan a observar nuestras frustraciones -que nacen de idealizaciones rotas, de decepciones por haber fantaseado de más- y ver qué hacemos una vez que tenemos toda la información de un asunto. Lo vincular en jaque y en eje de lo que resta de 2021, porque Venus en diciembre comenzará a retrogradar en Capricornio.

¿Cuál es mi valor? Es una pregunta que no podemos responder junto a un otro, sino en la más absoluta y certera soledad. En la soledad donde me encuentro conmigo, con el disfrute de estar viva, de existir. En la energía ariana, de hacerme cargo de mi vida, de mi independencia y mi autonomía. Soy porque tengo esencia y un cuerpo físico, cuando puedo expresarme sin limitación o vergüenza. Nunca somos tan auténticos como lo somos en soledad.

Y poder expresar esa autenticidad en un vínculo es el mayor de los premios.

Pero toda la frustración que puede surgir del cansancio, del agotamiento mental de ser alguien que no somos, o de usar máscaras por miedo a que descubran nuestra más sincera identidad, aquella que tiene divinas luces y aterradores demonios, nos puede hacer estallar. Internamente hablando, se siente como una tensión a punto de erupcionar.

Y a veces, cuando callamos al mundo emocional, habla el cuerpo con alergias, con erupciones, con llagas. Con todo eso que quiere decir pero que la boca no pudo denunciar, gritar, cantar.

Hay momentos para crear, gestar, procesar, y otros para cerrar etapas o definir el paso siguiente. No parece una Luna llena sencilla para quienes estaban atravesando dudas, porque la decisión puede doler. Y, sin embargo, es la más sabia para poder seguir creciendo.

Si te asusta más quedarte que irte, o seguir igual antes que cambiarn, es hora de elegir. Y vos sos tu prioridad.

Feliz Luna llena, brujitas.