Las cuadraturas de Saturno

Las cuadraturas de Saturno (esto es para vos si estás leyendo esto en 2025 y naciste en cualquiera de estos años: 1973, 1974, 1982 a 1988)

Hablemos de Saturno cuadrando a tu Saturno y/o a tu Neptuno natales.

Saturno en Piscis va a estar cuadrando a Saturno natal en Géminis o a tu Neptuno en Sagitario. Y cuando ingrese a Aries, va a estar cuadrando a tu Neptuno en Capricornio, aunque si sos de fines del 87 o del 88 puede hacerlo a tus Saturno y Urano en Capricornio.

Las cuadraturas de Saturno pueden ser diferentes de acuerdo a la propia carta natal. No es lo mismo vivir Saturno-Saturno, que Saturno-Neptuno o una cuadratura que además involucra luminarias o planetas envueltos en esa cuadratura también, es decir, junto a tu Saturno o Neptuno natales. Y otra es a la conjunción Saturno-Urano.

Toda cuadratura representa una tensión interna que pide acción externa, pero con Saturno la cosa duplica la apuesta, porque además sentimos la contracción y restricción de lecciones que no aprendimos y que ahora reaparecen para que finalmente las mastericemos. Es eso, no es un castigo ni significa que toda tu vida vas a vivir así.

Estos son ciclos de vida que, aunque pueda haber otros aspectos que los alivianen, se sienten como restrictivos en las áreas que Saturno transita y hacia las que entra en tensión. Presentan una contracción, como si estuvieras cosechando lo que has sembrado en materias de inmadurez, falta de solidez y compromiso, más allá de que también el Señor del Karma, como es llamado, da lecciones de cosas que ha llegado el momento de masterizar con responsabilidad para que cuando el tránsito finalice y la restricción se afloje, la expansión que llega sea coherente, sólida, sostenible.

Si bien la cuadratura Saturno-Saturno es desafiante (los del 82/83 la vivimos en el 2020, vaya restricción que nos tocó atravesar) la vivimos varias veces en la vida y marca etapas de crecimiento cada 7 años, entre cuadraturas, oposiciones y retornos, cuando lo hace también cuadrando a otros planetas natales, dependiendo la etapa de nuestra vida, vamos a sentir esa restricción de manera mucho más consciente.

Por ejemplo, los nacidos en 82/83, ahora lo tenemos cuadrando a nuestro Neptuno natal, y la vivimos previamente en los años 1995/1996, cuando éramos muy pequeños como para tener consciencia de esa restricción, pero probablemente nos marcó el paso de la infancia a la adolescencia.

Saturno-Neptuno es una cuadratura desafiante que nos lleva a reevaluar nuestro sistema de fe, creencias y aquello que consideramos que “choca” con la materia, y una de las creencias más clásicas que esto despierta es que “si trabajo con arte o espiritualidad, no puedo cobrarlo, tiene que ser gratuito” o algo así, una creencia que a los que nacimos en clase media nos afecta bastante.

Las cuadraturas de Saturno son indicadores de que ha llegado el momento de trascender algo viejo, interno, actuando en el mundo exterior, en la propia vida. Aunque Júpiter también sea indicador de crecimiento, las lecciones más poderosas y críticas las vivimos cortesía del Lord del Tiempo, el que todo lo consume. Porque el karma y las lecciones son los desafíos que nos cuesta más atravesar e incluso nos deprimen o bajonean cuando no tenemos la ayuda necesaria para entender que es sólo una crisis de “crecimiento”, evolutiva, de pasaje.

Es el pasaje de una época de nuestra vida hacia la otra, como con la maternidad, que nos pide un cambio de identidad para poder navegarla con mayor fluidez. ¿Por qué? Porque si toda la vida mantenemos la misma identidad, desde los 20 años hasta que nos vamos de este mundo, ¿te creés que vas a poder sostener los cambios y transformaciones que la vida va a ir proponiéndote?

No podemos ser la misma persona siempre, porque eso implicaría no evolucionar. Especialmente después de los 30 años cuando vamos afirmando nuestra identidad y nos aferramos a ella como si fuera seguro tener siempre las mismas características, creencias y patrones.

Saturno duele porque nos pide destruir estructuras caducas para construir con nuevas bases, como el arcano de La Torre. Algo debe destruirse hasta las bases porque ya su estructura está débil y vencida.

Sí, va a costar. Puede que la tristeza no se vaya fácilmente si no tenés asistencia terapéutica, lo cual te recomiendo.

Pero se sale. Siempre se sale porque son ciclos. Y los que siguen son más livianos y expansivos, pero para que así sean, hay que aprender primero las lecciones de maduración que Saturno impulsa para nuestro mayor bien, aunque a primera vista no lo parezca.

Lo que necesitás es recordar que las cuadraturas de Saturno en realidad te están ayudando a masterizar las áreas más difíciles y complejas de tu vida para que dejen de serlo. 🙂

Si estás atravesando algo así y necesitás guía y claridad para poder seguir adelante con confianza y esperanza, solicitame aquí tu sesión o proceso de tres sesiones para abril, así te acompaño con todas mis herramientas.