Los negocios son una extensión de nuestra medicina y de nuestra energía, y si somos auténticas, no hay manera de que no funcionen.
Pero la autenticidad no se despliega desde la mente o en terapia: se despliega desde el cuerpo.
Es un camino de transformación, cambio, descondicionamiento y renacimiento, para la verdadera escucha interior.
Que es de donde nacen las ofertas “millonarias”: millonarias de oportunidades, sociedades, clientas divinas, millonarias de claridad y certeza sobre quién sos, qué hacés, porqué lo hacés diferente (tu diferencial) y tu camino.
En este momento de mi vida vine a asistir a brujas para su desarrollo personal y autodescubrimiento pero también para las que desean compartir su medicina única desde un lugar distinto, auténtico, natural, no silenciado.
Y ayudarlas a abrirse a la Divina Providencia que nace de la conjunción de cuerpo, mente, energía y Yo Soy.
Mi espacio más transformador para ellas es mi mastermind La Rebelión, que tiene cupos disponibles para comenzar a partir de mañana, que es cuando abre sus puertas.
Es un período de seis meses para que nunca más hagas un lanzamiento con estrategias de marketing estresantes, abusivas y poco éticas, donde terminás pensando: “Esto no me resuena, pero lo hago igual…aunque mirá si no se suma nadie y lo tengo que cancelar…”
La Rebelión existe para que te despiertes y hagas tus rituales y rutinas de skincare y yoga, salgas a caminar, desayunes en paz, trabajes 3 o 4 días por semana y estés tan segura de tu poder de cambiar vidas y tu diferencial, que nunca más dudes de vos misma.
Y para que todos los mensajes que te llegan sean de personas que aman tu contenido y los leas decirte: “Hola, recién te encontré en Instagram y quiero trabajar con vos”.
Son 6 meses para cambiar tu manera de trabajar por una más sustentable y coherente con tus valores.
La Rebelión es para dejar de hacer negocios con marketing de mierd@ y hacerlos desde el corazón y el espíritu, guiando a tu cuerpo como vehículo de cambio en el mundo.
Vos sos el cambio.
Es hora de rebelarte ante lo que te venden siempre como cierto y comenzar a escuchar tu certeza interior.