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Eclipse solar anular en Cáncer

Este 21 de junio, apenas ingresado el Sol a Cáncer, se encuentra con la Luna y perfeccionan la Luna nueva en Cáncer y el eclipse solar anular que marca el fin de los eclipses en el axis Cáncer-Capricornio de este ciclo nodal. De por sí al ser el último se considera bastante fuerte, aún más siendo en el grado 0°21′ del signo, puro potencial.

Se da a las 3:41 am (horario Uruguay/Argentina, 8:41 am España) y pertenece a la serie Saros 4 Norte, #137. Esto quiere decir que no sólo influye en la casa Cáncer de nuestra carta (y por ende también en lo que tengan a más o menos de 4 grados de los signos Aries, Libra y Capricornio) sino también en lo que haya cerca del grado 22°35′ de Géminis. Esto es porque el punto sensible donde se dió el primer eclipse de cada serie, es “activado” por cualquier otro eclipse de esa serie, que se de en tránsito.

Este eclipse representa la madurez de la semilla, la que voló con el viento y sabe de dónde viene, pero reconoce que su pasado ya no la influencia, que crecerá más allá de lo que su historia dicta, y suelta sin problema todo aquello que no le sirve como alimento, todo lo que no la nutre. Esa semilla que reconoce sus emociones en lugar de huirles, que sabe cuál es su hogar: el que lleva dentro donde quiera que vaya.

Aspectos

Mercurio va a estar retrogradando en el mismo signo del eclipse, llevándonos a reevaluar todo lo que traemos del pasado familiar y que necesitamos liberar, trascender. Es lógico que primero no sepamos de qué se trata y luego todo vaya adquiriendo claridad.

El eclipse se da con una inconjunción a Saturno en el grado 0°40′ de Acuario: se necesita una limpieza, una corrección relacionada a las emociones y creencias que traemos de casa, del pasado, la familia y lo ancestral. Como Mercurio ya estará retrogradando en Cáncer también, estaremos reevaluando todo lo que traemos para crear nuestras bases desde un nuevo lugar propio y menos influenciado por el pasado: no somos nuestra historia.

También se da en cuadratura a Marte y Neptuno aún juntos en Piscis, mientras éstos están en sextil a Saturno, Júpiter y Plutón: es momento de dejar ir viejos mecanismos de defensa que nos sostienen justificándonos con nuestra historia, con el pasado y lo que fuimos, con las excusas de “porque cuando era niña pasó tal cosa…”. Es como si un maremoto emocional se apoderara de nosotras y no nos quedara otra que sentarnos a sentir, a reconocer a todas y cada una de nuestras emociones y así poder liberarnos de pesos muertos que no nos dejan renacer.

Y como si fuera poco, Venus retro en Géminis está en trino a Saturno retro en Acuario: es un aspecto creativo, que nos hace buscar conectar con nuestros deseos para gestar una nueva estructura interna. ¿Sigo los mandatos de siempre o creo mi propio camino, siguiendo a mi corazón?

¿Hasta cuándo se siente?

La duración de los efectos del eclipse se sentirá hasta días después del 8 de agosto, cuando Venus lo reactive en cuadratura a la Luna, haciendo de heroína. El mensaje es claro: tenemos que aprender a nutrirnos, a ser nuestras propias madres/padres tomando consciencia de que la única persona que puede hacerse cargo de una, es una misma. Lo que sea que parezca irse, perderse con este eclipse, Venus nos permitirá volver a crearlo. Pero no será exactamente eso que se fue, ni será igual: mucho habrá cambiado y habremos crecido lo suficiente al respecto de ese asunto, como para tomar una decisión y re-elegir.

Conexiones

-9 de mayo de 1948, a 18°22′ de Tauro
-20 de mayo de 1966, a 28°55′ de Tauro
-30 de mayo de 1984, a 9°26′ de Géminis
-10 de junio de 2002, a 19° 54′ de Géminis

Esto significa que algún asunto que haya sucedido en aquel entonces, cerca de alguno de esos eclipses, puede llegar a tener algún eco al respecto de este eclipse. Podés chequear en tu carta si tenés algún planeta, punto matemático o asteroide en alguno de esos grados o cerca (a 4 grados de distancia), y chequear si su energía está vinculada a aquellos eventos. Es parte de ser tu propia pitonisa. 🙂

¿Qué es un eclipse solar?

Un eclipse solar se da cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean en el mismo grado matemático, y están a menos de 14° de alguno de los nodos lunares. Acá podés encontrar info sobre qué sucede internamente al momento de un eclipse solar y acá sobre las consideraciones a tener en cuenta. En este artículo sobre uno de los primeros eclipses en Cáncer, encuentran más información.

Es anular y no total por la distancia que hay entre los tres cuerpos involucrados, que deja ver un anillo solar alrededor de la Luna.

¿Y entonces?

Repasemos qué significa un eclipse solar: una ocultación. Se oculta el ego, que queda detrás de nuestras emociones, de nuestra memoria y recuerdos del pasado. Algo de nuestro mundo interno, emocional, inconsciente, tiene la fuerza suficiente como para eliminar una fuente de energía externa.

¿Por qué? Por creencias limitantes y futuro aprendizaje al respecto de patrones repetidos, o porque sencillamente el Alma sabe cuándo llegó el momento de despedirse de algo externo que no nos deja crecer, nos limita, estanca o mantiene en una posición egoica.

Si el eclipse de Luna me ayuda como mecanismo para dejar atrás lo que no me es útil afuera, de manera práctica, el eclipse solar me permite soltar aquello de lo que mi ego no quiere desprenderse. Son eclipses de desapego, de pérdida de algo que no me deja crecer. Entonces… ¿por qué en general se le tiene miedo a los eclipses? ¿Por qué le tememos a la palabra “pérdida” y creemos enseguida que será de algo que amamos y valoramos? Sencillamente porque nos apegamos a todo y le damos mucho valor a las cosas externas, cuando ni aprendimos a valorarnos a nosotras mismas.

Obviamente el apego es natural, pero cuando es demasiado, cuando el apego me ayuda a justificarme, a quedarme en la zona cómoda, algo tendrá que moverse. Sino jamás nos moveremos del lugar infantil al lugar del adulto.

Los eclipses silencian al cerebro primitivo, no lo dejan controlar el curso de la acción ni predecir lo que podrá pasar. Lo fuerzan a relajarse en aquello que no es realmente básico para la supervivencia. Y ahí toma el mando nuestro cerebro superior, permitiéndonos soltar las supersticiones y miedos irracionales, que van de la mano con creencias limitantes.

Pachamama, estoy yendo a casa. Al lugar donde pertenezco.

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