Cuadruplicidad: modalidades astrológicas

La cuadruplicidad define la cualidad de los signos, su ritmo.

Existen tres cualidades: cardinal, fijo y mutable. Al respecto del orden de las casas y su clasificación en angular, sucedente y cadente, se corresponderán.
Cardinal, casa angular.
Fijo, casa sucedente.
Mutable, casa cadente.

Siempre al respecto del orden zodiacal. Por lo cual habrá combinaciones de acuerdo al signo que ocupe la casa:

Signo cardinal en casa angular, sucedente o cadente, es decir, no siempre un signo cardinal caerá en una casa angular porque depende del signo ascendente el orden del resto de signos en las casas.
Y así con cada ritmo o cuadruplicidad, que se llama así porque hay cuatro signos de cada ritmo.

Cardinal

Expansión, acción, iniciativa, liderazgo.

Aries, Cáncer, Libra, Capricornio.

Los signos cardinales inician las cuatro grandes fases del zodíaco que comienzan con los equinoccios y solsticios (estaciones): Aries y Libra comienzan los equinoccios y Cáncer y Capricornio, los solsticios.

Indican momentos críticos en el recorrido anual del Sol, que señalan el comienzo de un nuevo ciclo, una nueva fase.

Como todo inicio, implican acción, actividad e iniciativa.

Se llaman así porque señalan el comienzo de las estaciones, o sea, cuando el Sol ingresa en estos signos: el 21 de Marzo, el 22 de Junio, el 23 de Septiembre y el 22 de Diciembre, representando así las líneas de los equinoccios y de los solsticios.

Representan la actividad y el hacer, de ahí que las personas nacidas con estos signos fuertes en su carta natal, sean de empuje, enérgicas, emprendedoras; estos signos simbolizan la iniciativa, el movimiento, la actividad. Estas personas son de actuar sobre el medio ambiente que les rodea, tienen capacidad para conseguir cosas, conducir a los demás y tienden a sacar ventaja o a progresar mucho más que otros -en general-. Saben luchar por la vida. En cualquier casa de la carta donde se encuentren los signos cardinales, serán áreas de la vida en las que tendremos que emprender cosas y nos agradará realizarlas; es en donde se llevan a cabo o se organizan nuevas actividades.

Pero esta cualidad o modalidad será expresada en forma diferente por cada uno de estos signos, de acuerdo con el elemento al que pertenezca.

En su baja vibración o sombra, los signos cardinales señalan personas entrometidas, que se inmiscuyen en asuntos ajenos. Una persona inquieta, que siempre emprende nuevos planes y después los abandona, sin un propósito fijo. La ausencia de esta cualidad en una carta natal, produce falta de iniciativa.

A cada signo cardinal le sigue uno fijo, que estructura y concretiza el inicio cardinal, prestándole consistencia y perdurabilidad.

Fijo

Contracción, estructura, solidez, fijeza, estabilidad, continuidad, tenacidad, conservación.

Tauro, Leo, Escorpio y Acuario.

Así como el primer tercio de cada estación es un período de cambio dinámico y que se hace sentir fuertemente en el clima de la Tierra —relacionado con los signos cardinales— el segundo tercio de cada estación es un período más estable y razonablemente predecible, a tono con los signos fijos, que son los que le siguen a los cardinales.

Las personas nacidas bajo su influencia logran resultados a través de la perseverancia y determinación. Son de proponerse una meta, un objetivo y, en este sentido, les interesa el futuro. Son firmes de carácter, de voluntad y confiables. Marcan personas estables, comprometidas y constantes en sus hábitos y opiniones, fuertes en sus predilecciones o aversiones.

Estos signos se refieren a los sentimientos y al aspecto placer-dolor de las cosas.

Por ejemplo, cuando una persona tipo cardinal se pregunta sobre algo nuevo, dirá: “¿Cómo afectará lo que quiero hacer? en cambio la persona de un signo fijos se preguntará: “¿Es agradable o desagradable?” porque estos signos se guían por el “sentir” y no por el “hacer” de los cardinales.

El signo fijo rara vez cambia, pero cuando lo hace, ese cambio es radical. Una vez que ha formado un criterio, no se lo persuade fácilmente. En cualquier casa o área de la vida en que se encuentren estos signos, el individuo ejerce un esfuerzo sostenido, pero también de inercia o falta de adaptabilidad.

En su baja vibración, estas personas son obstinadas, dogmáticas, rígidas, fanáticas, perezosas, difíciles de cambiar. La falta de esta cualidad muestra carencia de principios, falta de estabilidad y consistencia.

A los signos fijos le siguen los mutables, que representan la síntesis de las fases cardinales y fijas y preparan la fase siguiente (nuevamente cardinal). Son los signos de cambio, adaptabilidad, puentes entre fines y comienzos de ciclos.

Mutable

Síntesis, comunicación, unión, flexibilidad, adaptabilidad, cambio.

Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis.

EI último tercio de cada estación es el signo mutable.

Las cualidades de la misma van cambiando de a poco, para ceder a las condiciones de la próxima.

Estos signos también llamados comunes, por tener algo en común con las otras cualidades: son los intermediarios entre las dos cualidades anteriores, ya que tienen algo de cada una de ellas. Representan el pensamiento o la actitud imparcial hacia las cosas, tratando de comprender sin prejuicios. Las personas nacidas bajo estos signos, generalmente se adaptan a las exigencias de la vida y al igual que el camaleón, se acomodan a las circunstancias.

Es interesante que los cuatro signos mutables tienen que ver con algún aspecto del conocimiento o conciencia.

Géminis es la conciencia ordinaria o el pensamiento concreto; Virgo es el conocimiento del mundo físico, que capacita al individuo para usarlo con mayor efectividad y eficiencia. Sagitario es el conocimiento más amplio, que permite acomodar, por decir así, cada parte dentro de un todo, y Piscis, que representa al conocimiento que llega después que el intelecto se rinde ante la experiencia espiritual.

En cualquier casa o área de la vida en que se encuentren estos signos, el individuo manifestará adaptabilidad. En su baja vibración, estas personas son nerviosas, intranquilas, siempre preocupadas, con neurosis o con incapacidad para vivir en el presente. La falta de esta cualidad indica falta de flexibilidad y resistencia al cambio.