Mis viejos se separaron cuando yo tenía tres años, y desde ese entonces la herida de la ausencia de mi viejo (con presencias intermitentes hasta su ausencia definitiva desde que me casé porque no lo invité) se convirtió en el dolor más grande y en la medicina más poderosa. Tuve que transformarme y dejar de ser la niña abandonada para reconocer que siempre me iba antes de los lugares y relaciones, o que los sostenía a la fuerza de manera super nociva, para evitar otro abandono. Ver que no haber tenido su presencia me hizo la mujer que soy hoy, es su regalo.
Una compañera del jardín y de la escuela me hizo bullying durante 9 años porque yo era muy flaquita y tenía los dientes torcidos. Esa herida de mi autoimagen se está convirtiendo en el poder más asombroso al conectar con mi cuerpo post parto y amarlo tal como es, sin importarme un caraj@ lo que puedan pensar de mí los demás, a ningún nivel.
Un ex, días antes de decirle que no quería continuar la relación, me dijo que yo estaba cada vez más loca, que no era la mujer que había conocido cuatro años atrás. Y, ¿sabés qué? Por suerte que no lo era. Imaginate seguir igual toda tu vida, es como estar muerta. Llevame flores y echame tierrita que te armo un jardín en lo que se suponía que era mi entierro.
Sueño con tener mi propia casa y viajar en familia, sola y con amigas por el mundo.
Tengo un libro entero de historias para contarle a mi hijo y de experiencias alucinantes que viví.
Me mudé sola de país con los ovarios más grandes que había tenido hasta el momento.
Conquisté los corazones que hacían latir al mío.
Probé de todo en la vida, nunca me quedé con ganas de nada.
Yo no vine a esta vida a vivir colapsada, gris, estresada, ni a correr tras el dinero o los clientes.
Yo vine a disfrutar como la reina que soy y sé que si sos mi clienta ideal, estás deseando lo mismo.
Cuando estés lista para trabajar conmigo no vas a sentir ninguna duda.
Porque la mujer que está dispuesta a comprometerse con ser la reina y ama de su propia vida, no teme ni duda: se enciende y avanza con todo el fuego, lista para quemar lo que ya no va más y para ser la chispa que ilumina todo lo que tiene por delante.
Eclipse lunar en Piscis
Eclipse lunar en Piscis
Toda temporada de eclipses se siente como un período liminal, de no-tiempo y no-espacio. Son umbrales, puertas hacia lo que todavía no es pero tiene el potencial de manifestarse.