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Cariclo: la chamana cósmica

Cariclo es un asteroide centauro que orbita entre Saturno y Urano como Quirón, su compañero, y justamente es conocida en la mitología por ser "la esposa de". Pero no, acá Cariclo será ella misma: la chamana cósmica, la sanadora.

Cariclo es un asteroide centauro que orbita entre Saturno y Urano como Quirón, su compañero, y justamente es conocida en la mitología por ser “la esposa de”. Pero no, acá Cariclo será ella misma: la chamana cósmica, la sanadora.

Junto al asteroide Haumea, es uno de los únicos asteroides que tiene anillos, como para observar su peculiaridad. Y esto no es casual, ya que fue descubierto el 15 de febrero de 1997 (con el Sol transitando Acuario) y ya sabemos que Acuario es caracterizado por ser peculiar… En ese momento transitaba el grado 7° de Leo.

Los astrónomos creen que sus anillos tienen hielo, ¿significará eso algún tipo de compromiso que puede derretirse, o más bien un compromiso acuariano que implica distancia y libertad?

Tiene una órbita relativamente estable de aproximadamente 63 años. Es decir, demora esa cantidad de años en dar una vuelta completa al zodíaco.

Como buena acuariana, Cariclo se encarga del despertar relacionado a nuestra sanación. Personalmente he visto que todo despertar de consciencia va de la mano con uno o con varios procesos de sanación, ya que al despertar abrimos los ojos a las cosas que de una o otra manera no nos nutren.

Cariclo en la astrología

A los asteroides aprendí a integrarlos a la carta natal una vez que tenía en claro las energías planetarias. En la categoría de astro básicos podés encontrar sobre todos los planetas (o buscalos con la lupita de búsqueda sino).

Para comenzar a entender de qué se trata la energía arquetípica de cada asteroide, hay que remontarse a la mitología. Siempre me pregunté qué es lo que lleva a los astrónomos a nombrar mitológicamente al cielo y cómo ese acto implica que la ubicación natal de esos objetos tengan resonancia y conexión con nosotros, arquetípicamente hablando.

Cariclo era una ninfa, esposa de Quirón, y no se encuentra mucha información sobre ella. Esto nos permite investigarla empíricamente a través de la práctica y de la observación en nuestra propia carta natal.

Su energía habla de la compañía que fue para Quirón durante su vida ya como médico y sanador, lo que nos lleva a suponer que de alguna manera su amor implicaba cuidarlo, ayudarlo a seguir adelante a pesar de su herida. Se dice que ella lo ayudaba tras bambalinas, tomando un lugar menos central al momento de sanar a los demás.

De acuerdo a su posición en el Sistema Solar, tal como Quirón hace, invita a la integración. Motiva el cambio y la integración (Urano) pero respetando límites y normas antiguas necesarias (Saturno).

Su gran regalo es el de hacer espacio, el de ser contenedor para los otros: te escucho, te sostengo, empatizo contigo, te entiendo, te abrazo. Esto permite que el “trabajo del alma” fluya, encuentre cauce para ser llevado a cabo. Es una protectora nutricia, promueve ser quien uno es con naturalidad, sin máscaras. Abre ese espacio sagrado para que una se deje estar, se permita caer desnuda y llena de vulnerabilidades, para renacer en todo su potencial, sabia, poderosa, soberana.

Es una partera tanto literal como metafóricamente. Cariclo nos trae al mundo o nos lleva de él con su amorosa guía, pero también es quien nos ayuda a atravesar los procesos de renacimiento en la vida en general.

Al interpretarla detrás de escena, vemos que su trabajo puede ser sumamente importante pero no glorifica su ego. Hay una profunda receptividad en ese silencio, en ese “estoy llevando a cabo mi misión aunque no me vean”. Y ahí hay otro tema: ella puede llevarnos a hacer un trabajo o tener una vocación que nos haga “invisibles”: trayendo gente al mundo, ayudándola a partir, guiando a atravesar enfermedades…

En síntesis, Cariclo en nuestra carta habla sobre la devoción, la compasión, la presencia y el discernimiento. Es acerca de ser consistente, soporte para otros, nutricia y de hacer espacio para guiar y permitir los procesos tanto propios como de los demás.

Cariclo en el 2020

Cariclo fue parte de la triple conjunción entre Júpiter, Saturno y Plutón. Todo el 2020 se trató de esos dolores de parto que desde el 2021 en adelante nos ayudarán a renacer como una nueva humanidad, más despierta y consciente.

Considerando que Cariclo es la partera y que el 27 de enero ingresó a Acuario… ¿qué tenemos?

Una guía que nos dice que es mejor relajarnos mientras tenemos las contracciones, que ya es necesario dejar de pujar en todo momento porque es mejor hacerlo en el momento indicado.

Hay una necesidad actual de dejar de tener resistencias, de soltar el control confiando en nuestras emociones en lugar de asustarnos por ellas. Los procesos de transformación actuales, tanto personales como colectivos, no pueden completarse sin atender todas las facetas que forman parte de lo que somos. El mundo físico y el mental no son prioritarios sobre los mundos emocional y energético. Somos un todo completo.

Atender a lo material, a lo científico, no es mejor ni peor que atender a las emociones y a la red energética que somos y que creamos. Ser una cosa o la otra es la herida dual quironiana y también diría patriarcal: cuando el patriarcado de los dioses cayó sobre una humanidad que adoraba a la Diosa Madre, intentó erradicar toda la energía Yin y ponerla en un lugar de inferioridad ante lo Yang.

Pues estamos volviendo para reestablecer el equilibrio y la armonía, señoras y señores.

Cariclo en el 2021

El 27 de enero cariclo ingresó a Acuario y estará allí hasta el 2028.

Si ya ella representa un despertar hacia la sanación, en este ciclo en el que se encuentra con Júpiter y Saturno en el signo, el sostén para abrir los ojos es mayor. Sobretodo porque entre el 1 y el 7 de febrero estará uniéndose a Venus para conversar sobre lo que importa: ¿qué estamos haciendo con el vínculo más importante que es el de nosotras con nuestro cuerpo, con nuestro amor propio? ¿Nos estamos nutriendo lo suficiente o nutrimos siempre a los demás, olvidándonos de nosotras?

Este asteroide es un indicador más acerca de esta era uraniana, acuariana, de cambios y despertares necesarios. Es parte de abrir los ojos a la consciencia, de revelar quiénes somos y animarnos a mostrarnos sin caretas.

Cariclo tiene una misión que darle al mundo, como cada ser humano.

La suya ha sido chamánica, sanadora, cósmica. No sabemos si ascendió al cielo junto a Quirón cuando éste le cambió el lugar a Prometeo o si acaso se quedó en la Tierra ofreciendo su servicio. Pero sí sabemos que gracias a ella sabemos crear un lugar sagrado donde tenemos derecho a renacer y a transformarnos en paz.

Donde sea que Cariclo se encuentre en tu carta, hablará de tus capacidades de escucha, de tu humildad al llevar a cabo tu tarea de luz para el mundo. Y sin duda, de tu apertura emocional para sostener a otros en silencio y con reverencia.

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