7 cosas a las que tenés que estar dispuesta para hacer dinero

Y con esto ya me metí en camisa de once varas.

Porque es muy fácil hablar de dinero desde los privilegios y desde lo que puedo hacer si tengo herramientas de consciencia y tiempo para ejecutarlas.
Lo sé, nadie me lo tiene que decir.

Sé que la realidad no es la misma para todos pero también sé que no tenemos el derecho de determinar si alguien puede acceder o no a algo sólo por el juicio que podemos hacer de su vida a través de lo que vemos o nos deja ver.

Hay mucha -muchísima- moral de cartón que se va a indignar con posts como éste, que va a decir que no tengo en cuenta la situación social de cada uno y mil cosas más.

Y más allá de que en mis posts no puedo incluir todo el tiempo mis valores y mi ideología, sí incluyo el tipo de mirada que me ha ayudado a mí a cambiar mi relación con el dinero, las cosas que ví que me funcionaron y las que no.

¿Te suena superficial hablar de dinero? Seguí de largo.

¿Te cae como el cul@ que alguien hable de lo que te molesta porque no tenés ganas de cambiar y esto te incomoda? Seguí de largo.

¿Preferís seguir culpando al gobierno -sólo uno de los ejes que maneja tu economía, pero no el 100%- en lugar de ver qué podés transformar de tu realidad hoy, animándote a ver que hay otro mundo además del tangible? Andá, máquina, nomás. Nadie te detiene.

Porque de eso se trata este post y mi trabajo: de cuestionarnos, de dejar de estar presos de una sola mirada pesimista y de lo que nos limita (así nos quieren, reina) y de unir tu ser terrenal con el espiritual, energético.

Hay algo más que lo que ven tus ojos.
Eso te propongo.

Y el dinero, es sólo una manifestación más de la materia como todas las demás cosas que te rodean.

Simplifiquemos, dejemos de demonizarlo y de creer que es difícil, complejo, trabajoso.

Poder se puede.
Y sé muy bien que primero hay que tener posibilidades.
Pero segundo, hay que tener ganas.

PD: en Elevar vamos a darle duro y parejo a este tema.