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2022

Este es un año de cambio para mí porque decidí retomar y encaminar muchas de las cosas que guardaba por temor a la crítica, a que me cataloguen de “new age” o lo que sea. La verdad es que ya estoy grande para la pavada del miedo al qué dirán y de no dar todo lo que sé que puedo dar. El domingo me van a entender mejor, jiji. Spoiler: sí, obvio que habrá lanzamiento y re-lanzamiento, también.

Comenzamos un año con vibración 6 y de la mano de Venus retrogradando en Capricornio, quien nos guía a retomar el contacto con lo realmente sagrado, con lo ancestral y ritual, con la Diosa y la necesidad de abrazar a Gaia como madre, como hogar, como co-creadora de lo que somos.

Sirio está muy presente este año y la vibración del número 22 es la de María, la de Magdala. Muchxs dicen directamente que es el año de ella, y me gusta que tengamos una guía para entender qué se nos propone, no sólo desde nuestro mundo interior, sino también desde el cosmos. El 22 nos guía a crear, gestar y manifestar los sueños que nos dicta el Alma.

Existen códigos de luz transmitidos en frecuencias energéticas que las personas más sensibles sabrán sentir o al menos percibir, y que este año se sentirán con mayor asiduidad. Más allá de los días portales que gustamos definir por el calendario gregoriano (22/02/2022 por ejemplo) es hora de reconectar con los portales de los ciclos naturales, como por ejemplo las lunaciones, conjunciones importantes en el cielo y las estaciones, entre otros.

Muchas personas comenzamos el año sintiendo extremo cansancio, desequilibrios a nivel físico, emocional y mental o malestares generales: estamos atravesando un momento energético muy fuerte e importante, que va más allá del año nuevo (porque en el cosmos no hay calendario).
Nos estamos desintoxicando de viejas formas, aceptando nuevos códigos de luz que encienden nuestras memorias más antiguas y animándonos a ser quienes realmente hemos venido a ser, sin miedos, ni caretas ni filtros para adornar nuestra verdad interior.

El despertar de consciencia es masivo.

Además, Venus está transformándose, cambiando de fase y dejándose de ver al anochecer para renacer al amanecer.

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