“Cuando esté lista, inicio mi negocio”
“Cuando esté lista y sepa todo, avanzo”
“Cuando tenga mi título, me voy a animar”
“Cuando tenga la plata, me voy a sentir mejor”
“Cuando confíe en que el dinero vuelve, invierto”
“Cuando me llegue lo que espero, voy a ser feliz”
Perdón por esto, pero nunca vas a estar del todo lista para lo que estés esperando lograr, mucho menos si eso implica una emoción.
Vivimos postergando nuestro crecimiento, felicidad, expansión, evolución, etc porque creemos que siempre algo nos falta: conocimiento, experiencia, dinero (que puede aparecer de manera inesperada muchas veces), etc
Usamos a la carencia de algo como excusa para no dar ese paso crucial que la vida nos está diciendo que demos.
La usamos como bastión para el NO PUEDO, para no tomar coraje, para seguir siendo esos pollitos mojados que no pueden más que tiritar de frío con los ojitos del gato con botas de Shrek.
Usamos a la carencia para no ser valientes.
¿Viste la cantidad de gente que ofrece cosas sin saber, como incompletas? Bueno, yo sé que esas son las personas en las que no te querés convertir.
Pero… ¿viste la cantidad de gente que al animarse, al intentar algo que se sentía como su llamado del presente sí gestó y creó cosas enormes?
Esa gente tampoco se sentía lista, pero tiene una diferencia con los que ofrecen cosas incompletas: sí tenía el compromiso requerido para crear una vida con responsabilidad desde el amor.
Nunca vas a estar lista y, te aseguro que si te aventurás desde el amor, vas a ser muy diferente a los que se aventuran para conseguir sólo cosas materiales o para su ego.
Porque lo que se hace con amor, siempre es recíproco. El Universo te sostiene de maneras insospechadas, mágicas.
Dejá de esperar que suceda algo antes de sentirte como deseás sentirte, y mejor comenzá ahora: ¿qué podés hacer hoy para sentirte como esperás sentirte a futuro?