Mi propósito vive mutando :)

No hace mucho alguien que creía conocerme me cuestionó que si yo estaba “cambiando de nuevo” (refiriéndose a mi orientación profesional) es porque no hago las cosas de corazón. Y me hizo reír mucho, aunque esa no fue necesariamente su intención, porque me dí cuenta que no me conocía en absoluto.

Seguime en esta breve historia que al final, el mensaje es para vos.

Hola, me presento. Soy Ale, perfil 6/3 en diseño humano, Nodo Norte en Cáncer en casa 8, Luna en Sagitario, Sol en Acuario y ascendente escorpiano. Mi cruz de encarnación se llama Cruz de Ángulo Izquierdo de las Máscaras. Si sabés algo de astro o diseño humano, creo que podés ir viendo qué estoy a punto de contar.

Emprendí como profesora de inglés y de portugués, tuve una marca de estampados y accesorios, creé la primera feria de diseño de mi ciudad junto a unas amigas, me recibí de diseñadora gráfica, fui freelance como diseñadora mucho tiempo, trabajé como fotógrafa, soy Maestra de Registros Akáshicos, astróloga, arteterapeuta, terapeuta floral, guía de diseño humano en constante capacitación y decondicionamiento. Business coach y consultora digital, aprendiendo somática y aplicándola en mis rituales y técnicas de manifestación para acelerar resultados y bajar ideas y sueños, a la materia. Una bruja, digamos.

Me falta enumerar muchísimas cosas, pero quise hacer un resumen para que me entiendas: mi búsqueda y hambre de conocimiento y experiencias es eterna, lo cual, una vez que integro cada aprendizaje y lo convierto en sabiduría, necesito compartirlo. Pero es más, a veces lo que necesito es ir compartiendo mi viaje, lo que voy descubriendo mientras voy experimentando y vivenciando algo, lo que voy probando en el camino, lo que me resulta un fracaso y puedo contarte para ahorrarte tiempo, y lo que me resulta exitoso o funcional, para que lo aproveches. Mi aprendizaje es constantemente a prueba y error, y obviamente no es lineal. Voy y vengo, subo y bajo, pero siempre experimentando al 100%.

Y eso hace que yo vaya cambiando y transformándome, a medida que voy integrando nuevas sabidurías y herramientas.

Pero el mundo no está acostumbrado a este tipo de personas, como yo. Y seguramente, como vos, que te quedaste atrapada leyendo esto.

Mi cruz de encarnación habla de un constante mutar de identidad, y es exactamente eso lo que vivo. “¿Y ahora te creés que vas a cambiar tu vida prendiendo velitas?” me dijo esa persona de manera violenta y con aires de superioridad. Y sí, la cambié mil veces y ahora la estoy volviendo a cambiar porque tengo ese superpoder. De tan hundida que estuve en depresiones, pude salir permitiéndome cambiar.

Ni yo ni mi marca personal somos estáticas y permanentes, no me aferro 100% a nada porque mi esencia y mi propósito están en MUTAR, en evolucionar a medida que voy atravesando algo, y eso requiere constantemente un nivel de adaptación y flexibilidad que no todo el mundo tiene, especialmente los más rígidos o dominados por el sistema (sorry, lo dije) que les hizo creer que cuanto más “realidad concreta y estable” vivan, mejor van a estar.

Y para mí no, no es así porque en el cambio y en la transformación encuentro mis nuevos roles, mis nuevos propósitos, diversas magias, dones, potencialidades. Y acá llega la revelación:

NO SIEMPRE TU PROPÓSITO SE VA A CONVERTIR EN TU TRABAJO.

Trabajamos porque este sistema así lo requiere, que intercambiemos servicios y bienes para poder vivir en la materia, es real. Pero eso no significa que “encontrar tu propósito” sea hacer un trabajo que no se sienta como tal, porque, siento desilusionarte, por mucho que ames lo que hagas, a veces te vas a cansar. Te vas a sentir saturada y agobiada, vas a querer renunciar a todo. Especialmente cuando te lanzás a emprender y ser tu propia jefa, pensando que es tan simple como abrir una cuenta de Instagram y ya.

No, no es fácil. Emprender es un camino de desarrollo personal muy desafiante, porque te va a pedir hacerte cargo de equilibrar tus energías internas (yin y yang), aprender cómo vender y posicionarte en una era de constante aceleración donde si no llamás la atención de alguien en cuestión de microsegundos, no existís. Te va a pedir abrazar tu sombra, romper creencias limitantes, expandirte, regular tu sistema nervioso y más. Muchísimo más.

En cinco años que llevo mi negocio como única fuente de ingresos puedo asegurarte que jamás había crecido a pasos agigantados como siendo mi propia jefa porque, también, tenés que aprender a salir del rol de autoempleada que se explota y encarnar el de CEO de tu propia compañía.

Y no hay fracaso, al menos para mí con este perfil: todo es pura experimentación y una consecuente evolución.

Y, por otro lado, quiero cerrar esto dejando algo claro: tu negocio, tu marca, tus proyectos y emprendimientos PUEDEN cambiar. Y está bien que así suceda. No viniste a ser la misma toda tu vida, y eso, si es que te pasa como a mí, se va a transparentar en lo que sea que hagas y compartas.

Porque algo que también nos pasa, es que no podemos definir lo que hacemos en 150 caracteres.

Nosotros somos pura experiencia, pura sabiduría, una biblioteca humana de un montón de niveles de vivencias que hemos venido a compartir, más si tenés una línea 6 en tu perfil: somos modelos de rol para los demás, ejemplos que, sin ser personas “perfectas” sino más bien auténticas y genuinas, pueden ayudar a otros a sentirse más cómodos con sus vidas e identidades.

Tu sentido de propósito puede mutar todo el tiempo.

Hoy, 31 de marzo de 2025, mi sentido de propósito deja de ser mi negocio exclusivamente y se mueve a priorizar a mi familia, amigas y mi crecimiento interior, escribiendo mi libro que se publicará este año. Eso hace que disfrute mucho más a lo que hago como trabajo y que, incluso, me abra a posibilidades impensadas previamente.

Y ahí aparece mi motivación Inocencia como guía: curioseemos, probemos, hagamos las cosas para experimentar la vida. Que siempre vamos a terminar en el lugar y con las personas correctas.