La primer retrogradación de Mercurio este año, en Piscis, puede provocar muchas tristezas, sentimientos de confusión, de estar perdida, sin norte, sin energía, sin propósito. Hay quienes pueden sufrir ataques de ansiedad o pánico, quienes se frustren, sensibilicen, lloren, depriman. Y esto último no es algo para tomarse a la ligera: hablen, pidan ayuda que no están solas/os nunca.
Mercurio retro nos marca pausas para bajar el ritmo. No lo hace de malo, ni es un período horrible para estar viva: hay que quitarle la mala fama y hacernos cargo de que si la estamos pasando mal, culpar a un planeta no nos va a solucionar los problemas.
Las pausas que nos dan los retrógrados son para que nos calmemos, para que volvamos a lo importante y, en este signo, hay varias pautas:
– Nos ponemos tristes porque no sabemos hacia donde estamos yendo o lo que queremos de la vida
– Nos frustramos porque las cosas no salen como queremos (pero salen como el Universo sabe que es mejor)
– Nos damos cuenta de las áreas de nuestra vida en las que no estamos felices
– Abrimos los ojos a que conectar con nuestra espiritualidad nos salva
– Abrimos los ojos a que hay algo que no podemos manejar y eso nos asusta, pero también nos da certeza de que todo siempre es como tiene que ser para nuestra evolución
– Abrimos los ojos al amor incondicional. Y de eso se trata, de volver a esa fuente que nos creó.
Mercurio retro nos avisa que pensemos mejor qué queremos crear, con quién, cómo. Nos pide que meditemos, que creamos (y creemos), que conectemos con la espiritualidad desde la profundidad de nuestro inconsciente. Los sueños pueden ponerse muy reveladores, y ni les cuento las sesiones astrológicas, de tarot o que trabajen con arquetipos. Las iniciaciones energéticas y todo tipo de conexión superior con el Cosmos, son ideales de hacer en este período. Es perfecto para escucharnos, silenciarnos, aprender a ser pacientes, darnos un descanso.
Aprovechen todo este período, incluyendo las sombras, para ponerse en modo brujita y desarrollar la intuición, escucharla más. Es increíble lo que podrían lograr al respecto si se lo propusieran.
Quienes nacieron con Mercurio retro se sienten mejor en las retrogradaciones que cuando está directo, así que puede que no sientan los efectos de manera drástica y que incluso se sientan muy a gusto, como en casa.
Sepan que es pasajero y que, como les dije en el audio que está en la página, como vibramos, creamos. No le teman porque si aceptan sus enseñanzas, se lo van a agradecer.
Por último: los días en que Mercurio cambia de dirección son los más caóticos. Traten de no programar nada importante el 5 y el 28 de marzo.
Debajo les dejo el calendario completo de esta retrogradación. ¡Que les sea de utilidad!