Simplificar tu negocio no es tener menos cosas que hacer. Es tener las correctas funcionando en el lugar indicado.

Mis clientas usualmente creen que simplificar es ya empezar a hacer menos, cuando en realidad es invertir tiempo, dinero y energía hoy en crear un sistema bien estructurado que te genere un futuro simple.

Y eso requiere paciencia. Masterizar a Saturno.

Sin embargo, va a ser diferente para cada persona.

Depende de sus miedos, bloqueos y limitaciones, del tiempo en que procese y realice cambios, de su modelo de negocio actual y de sus metas, etc.

Para cada quien el proceso hacia la simplificación implicará distintas operaciones, técnicas e insights. El viaje es personal.

Comparar tu proceso, tu camino y tus resultados con los de alguien más, solamente te llenará de ansiedad y te va a dejar en un enrosque mental del cual no es fácil salir sola.

Vos tenés tus propios ciclos, tus tiempos, y también los tiene tu negocio. Yo sé que los resultados que deseás van a llegar, pero ponerle ansiedad y mente para que lleguen ya no va a ayudarte. Es más, los suele demorar. No tiene sentido esperar que todo suceda ya si en realidad estás comprometida con el largo plazo.

En mis espacios íntimos (masterminds y 1:1) te sostengo con herramientas de transformación y coaching, para que puedas atravesar el período de espera de una manera sana y congruente, sin impaciencia que limite el trabajo hecho.

Tener la estructura base de todas las áreas que te comenté en las imágenes en su lugar, permite ver si estás dejando pasar algo importante que es crucial para el éxito de tus objetivos.

La mayoría de mentores te enseñan a lograr cosas inmediatas, que después no podés sostener porque no tenías la estructura estratégica, mental y emocional para que se sigan replicando a largo plazo. Y ahí es donde te frustrás porque tus resultados bajan.

Poder acompañar el trabajo estratégico con el interior y energético, al respecto de tus metas, es lo que hace que la magia suceda.

Ten en cuenta este artículo para auditar tu propio negocio y ver si estás hablándole a tus clientes ideales de alto valor o si hay ajustes que realizar.