Hemos llegado al último eclipse de esta “edición” del eje Géminis-Sagitario.
Cuando un eclipse sucede, no significa que su energía se vaya o deje de proponer la correspondencia entre los mundos interno y externo, entre lo psicológico, emocional y lo exterior y concreto. Previamente sentimos “los síntomas” del eclipse que está llegando, y posteriormente comenzamos a vivenciar sus “efectos”.
Este eclipse nos marca que de aquí a seis meses estaremos cerrando un período que comenzó el 5 de mayo de 2020 -a casi dos meses de haberse iniciado la pandemia- y que el 18 de enero de 2022, con el ingreso del Nodo Norte a Tauro y del Nodo Sur a Escorpio, finalizará su ámbito de influencia.
Si quisiéramos “predecir” el final de la pandemia, tenemos un atisbo de esperanza en que el 2022 sea el año del proceso que nos ayude a encontrar soluciones duraderas al respecto: una vacuna final, por ejemplo, sería una solución alineada a la propuesta de Saturno en Acuario y la conjunción Júpiter-Neptuno que se sentirá gran parte del próximo año. Uso el ejemplo de la vacuna como lo más científicamente necesario, pero los eclipses Tauro-Escorpio nos van a hacer observar con lupa nuestra alimentación, tanto a nivel personal de aprender a ingerir lo que nos nutre como a nivel mundial, para aprender a consumir o a crear nuevas políticas de consumo relacionadas con asuntos de transgénicos, agrotóxicos, abuso de animales y bienes naturales, y por supuesto también de la mano con qué se hace con los desechos. Sean desde la industria alimenticia como personales.
La consciencia sobre nuestra alimentación a nivel global es lo que realmente nos impedirá seguir atravesando crisis ecológicas y nuevas pandemias.
Mientras tanto, este eclipse nos está abriendo una puerta hasta mayo 2022, por la cual también atravesará una Luna llena en Géminis -el 19/12- justo cuando el Sol cae en el Centro Galáctico. Si de magia, consciencia, coherencia y equilibrio universal hablamos, pues allá vamos.
Les dejo una pequeña guía por signos con palabras clave para identificar de qué puede estar hablando, de acuerdo a tu signo solar y/o ascendente.
Aries de sol o ascendente
Descubrir: la propia filosofía de vida, moverse hacia la zona incómoda como desafío para crecer, viajar, mudarse al extranjero, estudiar nuevos cursos, carrera o formaciones alineadas con tu esencia.
Hora de integrar: tu sabiduría, la maestría de tu experiencia y saber, los dos hemisferios cerebrales, tu capacidad de enseñar lo que ha sido siempre tu propia medicina. Nuevas vías y formas de crear recursos van a ir apareciendo.
Hora de dejar ir: la soberbia, el aferrarse a la propia verdad, a diversos métodos de evasión, a la necesidad de ser una maestra ciruela.
Tauro de sol o ascendente
Descubrir: tu propio poder y fuerza interna, tu resiliencia, tu capacidad de renacimiento, cambio y transformación, tu propia manera de ir a terapia (o a la persona indicada a quien consultar).
Hora de integrar: el desapego como libertad mental, espiritual y psicológica, las herencias familiares que te hacen bien y te nutren, tu capacidad de crear intensidad de la nada. El amor propio. Tu sombra, las polaridades.
Hora de dejar ir: los extremos, las herencias familiares dolorosas, los secretos, tabúes y los miedos. La necesidad de tener todo bajo control, la inseguridad y la evasión al compromiso emocional. Los eclipses de 2022 y el que ya pasó en tu signo te lo van a recordar todo el año.
Géminis de sol o ascendente
Descubrir: el tipo de vínculos sociales, laborales y emocionales que te haría bien tener, que deseás que te acompañen en la vida.
Hora de integrar: tu esencia. Quién sentís que sos ahora con tus contradicciones internas incluídas. Tu propia verdad interior. La comunicación desde la honestidad sin necesidad de buscar aprobación.
Hora de dejar ir: a alguien del pasado, la idealización en lo vincular, el poco compromiso emocional “por si aparece algo mejor”; la incapacidad de tomar una decisión y sentirte segura. La necesidad de hablar sin decir nada.
Cáncer de sol o ascendente
Descubrir: la mejor rutina de acuerdo a tu energía, la manera de alimentarte y ejercitarte de acuerdo a tu cuerpo y no a fórmulas generales.
Hora de integrar: tu necesidad de hacer un servicio a la humanidad, tu cuidado personal y tu ritmo propio.
Hora de dejar ir: el perfeccionismo, la crítica, el juicio dual constante, sobretodo a tu cuerpo físico. Tu manera poco nutricia de alimentarte (si aún no la cambiaste).
Leo de sol o ascendente
Descubrir: tu vocación de servicio, la luz de tu niña interna.
Hora de integrar: tu luz, tu creatividad, tu necesidad de juego, diversión y relax. Tus deseos relacionados a la maternidad y a la gestación de nuevas vías creativas, tu sentido de pertenencia sin necesidad de dirigir algo sino sencillamente siendo parte.
Hora de dejar ir: tu necesidad de ser el centro de atención, las heridas de aprobación de tu niña interna, que todo tenga que ser a tu manera.
Virgo de sol o ascendente
Descubrir: tu propia noción de estabilidad, tu idea de hogar y familia más allá de lo establecido.
Hora de integrar: tu necesidad de crear expansión, la sabiduría de tu familia más cercana, tu mundo emocional, la manera de buscar seguridad siempre dando (aprender a recibir).
Hora de dejar ir: la manera en la que racionalizás tus emociones, la idealización o búsqueda de perfección en los demás, la necesidad de que todo esté impecable para poder iniciar alguna acción.
Libra de sol o ascendente
Descubrir: tu propia verdad interior y necesidad de expresión sin adornos.
Hora de integrar: tu necesidad de poner límites, de honrar a tus ancestros, de crear una base segura sin que se vincule a los miedos a la carencia económica. Tu deseo personal sin que nadie te diga si está bien o no.
Hora de dejar ir: la búsqueda de aprobación constante, el miedo a la soledad o al dolor de una pérdida emocional.
Escorpio de sol o ascendente
Descubrir: tu optimismo, lo mucho que creciste el último año y medio.
Hora de integrar: tu capacidad de sentirlo todo con intensidad, tu potencial para ser tu propia jefa, crear fuentes de ingresos o de compartir tu sabiduría con los demás. Tu talento para fluir y salir de la sensación de estancamiento (sos un signo de agua, ¡podés fluir aunque no lo creas!)
Hora de dejar ir: tu miedo a la carencia, los apegos emocionales más profundos con personas o cosas, tu necesidad de tener el control ante cada situación.
Sagitario de sol o ascendente
Descubrir: tu potencial de crecimiento cuando te comprometés en lugar de evadir.
Hora de integrar: tu necesidad de serte fiel a vos misma, tu flexibilidad, tu potencial para crear grandes cosas cuando salís de la zona cómoda.
Hora de dejar ir: tu soberbia, la necesidad de siempre tener una respuesta o de defender tus creencias y verdad interior de manera muy dogmática.
Capricornio de sol o ascendente
Descubrir: tu potencial para dejar ir lo que ya no se adapta con tus estructuras interiores.
Hora de integrar: tu mundo espiritual, la inestabilidad e incertidumbre de aprender a fluir, la sabiduría de tus ancestros y que traés de vidas pasadas, tu servicio al mundo de manera desinteresada porque nace de tu alma.
Hora de dejar ir: tus estructuras más rígidas, la necesidad de ser estratega hasta en lo emocional y de comprobarlo todo, la negación de que no existe lo que no se ve.
Acuario de sol o ascendente
Descubrir: cómo aumentan tu creatividad y la energía de lo que hacés cuando te compartís en lugar de actuar en solitario.
Hora de integrar: tu deseo de maternidad o de gestar nuevos proyectos, tu necesidad de sentir comunidad en espacios vinculares grupales, tu potencial comunicacional.
Hora de dejar ir: tu necesidad de comprobarlo todo científicamente, de tener siempre una respuesta, de soñar y tener mil ideas queriendo concretarlo todo sola sin pedir ayuda.
Piscis de sol o ascendente
Descubrir: que al estar feliz con tu vida, no necesitás la aprobación de nadie para sentir que estás siendo exitosa.
Hora de integrar: tu potencial para expandirte en lo que sea que ames hacer, tus ganas de crecer desafiando las normas establecidas desde tu familia. Tu capacidad de sentir empatía y compasión por toda vida.
Hora de dejar ir: tus creencias antiguas vinculadas al éxito, al deber ser y a las estructuras sociales que te asfixian. Tu falta de compromiso y necesidad de evasión en lo emocional, identificadas como necesidad de perfeccionismo.