Quirón nos habla de nuestras heridas más grandes (personales y como humanidad) y alrededor de las cuales construímos nuestra personalidad.
Nuestro ego se conforma alrededor de #Quirón para ayudarnos a sobrevivir en esta dimensión, encarnados.
La herida primigenia en cada ser humano es la de separación de la Fuente, de ese el Todo con el que estaba fundido antes de encarnar y en la panza de mamá. Es la que nos hace buscar nuestro propósito, el sentido de la vida, para evolucionar y volver a la Fuente en algún momento.
Pero todos tenemos heridas personales que forman parte de nuestros mecanismos de supervivencia. A medida que vamos despertando nuestra consciencia, vamos reconociendo y permitiendo que «se calmen». Algunos mecanismos de defensa son bloqueos hacia hechos traumáticos. Es normal, nuestro ego nos protege.
Allí donde Quirón se ubique en tu carta, estará hablando de tus heridas, de lo que más te duele. Este asteroide está protegido por un montón de capas representadas por planetas, y la terapia psicológica suele ser la puerta de entrada para reconocer los mecanismos que generan. Las terapias energéticas pueden tener mucha eficacia en una persona abierta a su propio trabajo interior y a los procesos necesarios.
Las heridas de tu Quirón son ancestrales e ilusorias. Sos vos la que elige, conscientemente o no, sostenerlas como excusas, limitaciones o bloqueos. Lo que duele parece que nunca encuentra bálsamo. Y es porque nunca se lo sana: ese dolor es una ilusión egoica.
Entregándote a soltar el control, trascendiendo el pasado y abrazando a tu niña, Quirón brilla en dones, muestra su medicina. ¿Cuántas veces diste un consejo desde la experiencia de tu herida? ¿No te pasa que llegan a vos las personas que están atravesando el mismo dolor?
El Sol en cuadratura a Quirón desafía los recuerdos del pasado para dejar de repetirlo en el presente. La seguridad debe dejar de buscarse en lo conocido. La astilla que está desde siempre te da seguridad porque aventurarte a sanarla es lo desconocido, dolerá y no tendrás el control.
Pero es mejor el dolor profundo de una vez que vivir sufriendo en gotas, sin salir nunca del pantano.