¡Este sitio está experimentando algunos cambios este mes! Algunas funciones pueden estar deshabilitadas.

Gracias por su comprensión :)

Desaprender para recordar

En la vida no venimos a aprender nada, pero se nos inculcan muchas cosas que damos por ciertas. Y cuando llegan momentos clave, comenzamos a darnos cuenta de que para saber, necesitamos comenzar a desaprender.

Esta es mi frase de cabecera últimamente.

Siento que, poco a poco, dejo de “ser astróloga”, por citar sólo un ejemplo, para reconocer que “trabajo de astróloga” o que “me guían los astros”. Siento que si me defino con etiquetas, no puedo expresar todo lo que soy, como si la esencia no pudiera ser calificada nunca, y creo que así es: indefinible, inexplicable.

Luego de años de trabajo interno, siento que estoy llegando a núcleos fuertes, pesados, que me piden trascender mi historia personal, perdonar, hacer consciente lo inconsciente. Sanar. Pero sanar, ahora, ha cambiado y es algo que tampoco puedo definir, porque estoy recordando cómo sanar en lugar de “aprenderlo”.

Creo que en la vida no venimos a aprender nada, pero se nos inculcan muchas cosas que, a medida que crecemos, damos por ciertas. Y que cuando llegan momentos clave, comenzamos a darnos cuenta que para saber, realmente, necesitamos comenzar a desaprender. En esa estoy, desaprendiendo mi camino. Sosteniendo la sabiduría que recordé gracias a personas maestras en mi vida, como mi mamá, mis amigas, mi psicóloga, mi pareja -gran maestro-, y otras maestras y maestros de la información. Sin dejar de agradecer a mis guías, ángeles y Maestros Ascendidos. El reino de lo invisible no es de menor importancia por no ser tangible, sino todo lo contrario: es parte del equilibrio.

Estoy aceptando que vengo de las estrellas, sí, pero que soy humana. Que mis pies necesitan anclar en la tierra, en el presente, y mis brazos han venido a proteger a Gaia, en todas sus formas. Que estamos todos juntos en esto. Que el otro tiene su propio tiempo para desaprender y su propia historia.

Estoy desaprendiendo, todo. Me doy tiempo para equivocarme, o ya ni me lo pregunto. Me dejo de quejar o exigir producir cuando el momento y el cuerpo piden descansar.
Estoy soñando con muchas cosas que parecen recuerdos.
Estoy recordando detalles y cosas que amé de mi infancia en lugar de seguir aferrándome sólo a las que me dolieron, como una víctima rencorosa.

Estoy maternando a mi niña y poniéndome primera en mi lista.

Recordar es saber quién soy. Aunque no tenga etiquetas para explicarlo.

Compartir en

Más para leer

tu por qué

Tu porqué

Cuando me olvidé de mi porqué, me perdí.
Cuando lo recuperé, no sólo volví a mí sino que, cuando me dijeron literal “Follow your heart”, algo se encendió ahí, en mi pecho.

Leer artículo