Hay muchas formas de sentirte en contacto con tus guías.
Y cuando escribo “guías”, no estoy incluyendo a los ángeles, pero de todos modos las formas de contactarlos o de sentir su presencia son muy similares.
Los ángeles suelen ser más directos en cuanto a mensajes con plumas y monedas, por lo cual sabemos que cuando aparecen esos elementos en nuestro camino, hay un ángel apoyándonos y mostrándonos su amor incondicional y presencia en nuestras vidas.
A la hora de contactar con guías y ángeles, no podemos esperar recibir respuestas de manera racional: no nos van a hablar como otro ser humano -a menos que canalices, claro, capacidad que todos tenemos- y sus mensajes tienen que ser interpretados.
Algunos consejos:
-Preguntate cuán lista estás para abrirte a este nuevo contacto
-Comentales cuáles son tus maneras favoritas de respuesta, ellos no lo harán así 100% pero tratarán de acercarse a tu tipo de percepción
-Aprendé a aquietar tu mente y a escuchar lo que pasa por dentro, al menos una vez al día durante cinco minutos como mínimo (mientras te bañás, por ejemplo)
-Hacé algún tipo de ejercicio, porque mover el cuerpo ayuda al espíritu a ser más receptivo y reflexivo
-No te hagas la víctima ni culpes a los demás de lo que te sucede. Los guías están ahí para ayudarnos a tomar responsabilidad y mejores decisiones
-No juzgues, perdoná y no guardes rencores, eso purifica tus emociones
-Escuchá a tu intuición
-Prestale atención a las sincronías, a los números, a tus sueños…allí se están expresando con un mensaje
-¡Escribiles o conversá con ellos! Por más loco que suene, que ellos sientan que aún sin verlos creés en su presencia y en su ayuda, abre el canal de contacto con mayor facilidad y flexibilidad
-Les es placentero ayudarte desde lo más micro hasta lo más macro, por lo cual, si precisás “ver pruebas” pediles ayuda en algo sencillo y esperá. Tenés que confiar, no hacerlo para comprobar que tu mente tiene razón…
La cuestión principal es no esperar el contacto de determinada manera, porque eso viene desde tu mente racional y ellos no se comunican así. Vas a tener que expandir tu paciencia, tus canales perceptivos y trabajar más con tu hemisferio derecho del cerebro, aquel que rige la comunicación no verbal. También es recomendable meditar, hacer caminatas en la naturaleza y hacer ejercicios para reactivar la glándula pineal.
*Créditos de ilustración desconocidos.