Leo y Acuario son el quinto y el undécimo signo zodiacal, fijos, de fuego y aire respectivamente. Son el segundo axis de la cruz fija y se corresponden con las casas 5 y 11 de la carta natal.
Leo
En Leo, el cosmos se torna consciente de sí mismo. Tiene energía, deseo, forma, expresión. El yo nace, se irradia, busca reconocimiento.
Aquí aprendemos a escuchar a nuestro corazón, a desplegar nuestros talentos -que nacen del corazón mismo-, a crear. El contacto con nuestra creatividad, capacidad de iniciar proyectos y el deseo de tener hijxs se vinculan a la energía leonina.
En Leo ya creamos nuestra identidad, nos pusimos etiquetas, nuestro ego está conformado. En sombra, eso se tornará en egocentrismo, en soberbia al creerse el centro del Universo, y esto puede ser activador de la siguiente fase del recorrido dentro de la energía leonina: desetiquetarse, trascendiendo lo más pesado y dominante del ego (poniéndolo “en su lugar”) y expresándose meramente desde el corazón.
La búsqueda de satisfacer los deseos del ego es la que nos hace chocar con las mismas paredes una y otra vez, una búsqueda que tiende al capricho. Cuando conectamos realmente con el corazón, comenzamos a escuchar sus deseos. Éstos, no sólo serán más sencillos y traerán mayor sabiduría, sino que requerirán atravesar desafíos egoicos.
NIVELES DEL SER
Espíritu: Sí Mismo, Yo Superior (como Aries), Sol espiritual (en luz)
Mente: ego, autoconciencia, intuición pulsante, coherencia, brillo intelectual, talentos
Emoción: pasión, autoestima, generosidad, dignidad, vitalidad, carisma, egocentrismo
Materia: fuego, corazón, Sol
En Leo nos preguntamos: ¿Cómo he venido a brillar?
Acuario
Capricornio ve al mundo como una máquina predecible hecha de elementos concretos. En Acuario, surge el principio de lo “cuántico”, la inestabilidad de los átomos, las ondas de energía, el vacío como base de la materia.
En Acuario cuestionamos lo que parece sólido, ya que la materia sencillamente es energía que vibra lentamente. La materia en realidad no existe como tal sino que es una red impredecible de interacciones microscópicas.
Acuario está más allá del futuro. Sus instantes de lucidez e iluminación irrumpen como rayos dentro del fluir natural de la vida. De repente, aquí todo se ilumina, cobra repentino sentido. La incertidumbre, el cambio, la libertad y el desapego son sus principios. El desapego radica en ser lo suficientemente maduro como para amar y vivir en vínculos sin depender de los demás.
En luz nos habla de la libertad de ser quienes somos, sin más. Cada cual tiene su impronta en una red hermanada, en fraternidad. Genios, creativos, transgresores. En sombra, hay rebeldía sin causa, tendencia a la soledad y a no saber trabajar en equipos, inestabilidad emocional y gran miedo al desapego.
NIVELES DEL SER
Espíritu: iniciación, salto de consciencia, milagros, Prometeo
Mente: co-creatividad, visión de futuro, intuición, originalidad, conciencia grupal, insight
Emoción: fraternidad, rareza, desconexión, inaptabilidad, soledad, angustia de ser
Materia: rayo, electricidad, saltos cuánticos, mutaciones genéticas, tobillos
En Acuario nos preguntamos: ¿Están mis talentos al servicio del mundo?