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Astrología para rituales

En este artículo les comparto un capítulo de mi e-book "Rituales, pócimas & oráculos: despertar a la bruja interior" donde pueden aprovechar a la astrología para coordinar sus fechas para rituales.

En este artículo les comparto un capítulo de mi e-book “Rituales, pócimas & oráculos: despertar a la bruja interior” donde pueden aprovechar a la astrología para coordinar sus fechas para rituales.

“La astrología es uno de los oráculos más antiguos, que si bien antes se utilizaba para intentar definir el resultado de guerras, batallas y de la economía de reyes, por ejemplo, lo predictivo ha perdido fuerza ante el conocimiento del libre albedrío: nuestra capacidad de elegir nuestras experiencias y decidir libremente. Desde mi perspectiva, elegimos nuestros aprendizajes antes de nacer en nuestro contrato álmico -que también incluye nuestro propósito, nivel de consciencia a alcanzar, etc- pero el cómo lo vamos eligiendo acá. Ya la astrología no es un oráculo de adivinación, sino una herramienta, portal u oráculo para conocerse a uno mismo.

Cada vez que me conecto con los astros, me gusta tener una doble visión: objetiva y subjetiva, o también podemos llamarla concreta y psicológica. Los planetas, asteroides y puntos matemáticos marcan determinado camino energético, en una explicación sencilla: son indicadores de cosas que suceden por dentro y que, por ley de correspondencia, pueden manifestarse por fuera.
Para aprovechar a la astrología, sin que tengas que hacer un curso ya mismo, te servirá saber que los mejores días para rituales e intenciones en general, responden a las fases lunares.

Luna nueva

Esta fase sucede cuando el satélite -la Luna- está en conjunción con el Sol y comienza un nuevo ciclo. Es ideal para inicios porque la energía solar y lunar (nuestro ego/cuerpo mental y nuestro cuerpo emocional) están coordinados, somos congruentes con lo que queremos y deseamos (que no siempre es lo mismo). Como estamos en su etapa oscura, los sueños y la intuición están muy acertados.

Nos sentimos inspiradas, conectadas con el Universo, nuestro Yo interno fluye con los ritmos de la naturaleza y se hace consciente de lo invisible. Es ideal para explorar el inconsciente, nuestros lugares ocultos y para meditar y practicar terapias alternativas. También, la mente tiene más autocontrol y está más serena, como para poder superar las carencias por cambios de hábitos, por ejemplo. Así también podemos eliminar excesos fácilmente, desintoxicarnos, realizar acciones de purificación, como la poda de las plantas para que crezcan más sanas y lo mismo con el pelo, cortarlo en esta fase hará que crezca rápidamente. Al contrario, depilarse -si es que lo hacés- no es
recomendable por el mismo motivo.

Todo lo que implique operaciones, cirugías y temas de salud se recomienda en esta fase o en fase menguante, para sentir menos dolor, inflamación y sangrar menos si fueran extracciones dentales por ejemplo. De todos modos, siempre chequéa el signo lunar: los mejores son los signos de tierra (Tauro, Virgo -sobretodo, ya que se relaciona con la salud- y Capricornio) y los de aire (Géminis -éste no lo recomiendo tanto- Libra y Acuario)

La Luna nueva el momento ideal para lanzar proyectos, iniciar relaciones o dar un paso más comprometido, comenzar un trabajo, etc. La lista de deseos o intenciones de las cosas que queremos cumplir en nuestra vida es clave para que reconozcamos esos deseos y para que nos clarifiquemos en los pasos que debemos tomar para hacerlos realidad. El poder está en nuestras manos, la Luna es sólo un indicador de posibilidades. Cuando estamos conectadas con la Luna, nos vamos dando cuenta que sin quererlo, iniciamos cosas en esta fase, personas ingresan a nuestras vidas o damos un primer paso en algo que queremos manifestar desde el alma, por ejemplo.

Cuarto Creciente

A medida que la Luna se va “iluminando”, nosotras también lo hacemos: estamos más conscientes y tenemos claridad. Este aspecto, como el cuarto menguante, se da cuando el Sol y la Luna se encuentran en cuadratura, es decir, a 90 grados.

Nuestro cuerpo absorbe todo más rápido o en mayor cantidad. El organismo asimila de otra manera lo que comemos y bebemos, como si se sintiera más pesado pero también enérgico. Ingerir más vitaminas es lo ideal. Todo lo que se relacione con “cantidad” habla de esta fase. Los excesos, por ende, no son recomendables, ni en
alimento ni en bebidas alcohólicas, por ejemplo, porque sus efectos estarán algo aumentados.

Para que el pelo crezca en abundancia, es bueno cortarlo ahora. Los usos cosméticos para regenerar la piel y el cabello dañado son indicados en esta fase, igual que hacer algún deporte. También es buen período para buscar trabajo, pedir aumentos o préstamos, para inversiones, contratos, asociaciones y matrimonios. Podemos aprovechar para trabajar en aquello que iniciamos durante la Luna nueva.
Rituales relacionados a la abundancia, expansión y crecimiento son indicados.

Luna Llena

Aquí la Luna se encuentra en oposición al Sol, por lo cual él la ilumina de frente.
Con esta fase se despierta el lado instintivo del ser humano, el lado animal.
Físicamente, el cuerpo retiene líquidos y nos sentimos hinchadas, como la Luna, parecemos a punto de explotar, lo que también sucede emocionalmente. Nos sentimos presionadas y lo ideal es comer liviano y beber mucha agua para sentirnos mejor.

Los sentimientos y las emociones están altos como las mareas, estamos lunáticas.
El sueño se puede alterar, sufriendo así de insomnio, pesadillas, sueños más vívidos y hasta cansancio extremo, dependiendo de cada una. Estamos más llenas de energía pero si no nos cuidamos, nos sentimos más agotadas y agobiadas. Los dolores de cabeza también son probables, el cuerpo siente la tensión. Nada de operarse o someterse a cirugías en esta fase, ya que sangramos más. La menstruación esmucho más fuerte e intensa y los partos suelen adelantarse. Estamos más agresivas, a la defensiva y también reaccionarias.

Es bueno cortarse el pelo si lo tenés muy fino y querés que se engrose.
Bajo esta fase, comprendemos que lo que se inició en Luna nueva llega a su término: es por eso que si iniciamos algo bajo la Luna nueva de determinado signo, a los seis meses, cuando tengamos la Luna llena en ese mismo signo, veremos resultados del trabajo hecho. Los esfuerzos cumplen su propósito. Se marcan finales, puertas se cierran o personas se van de nuestras vidas, porque como la ley de vida-muerte-vida, todo lo que vive debe morir para permitir que algo nuevo pueda nacer. También vemos las cosas con claridad, sobretodo si tenemos que modificar o mejorar algo que iniciamos la Luna nueva anterior.
Los rituales en esta fase se vinculan a cierres, finales y agradecimiento.

Cuarto Menguante

Nuevamente el Sol y la Luna se encuentran en cuadratura, pero esta fase es de eliminación, purificación, desintoxicación. El cuerpo elimina lo que le sobra, es un período ideal para comenzar a comer alimentos desintoxicantes o hacer ayunos, para quemar calorías haciendo deporte (aunque no tengamos tanta energía, podemos hacerlo de manera más suave como andando en bicicleta) y también para retiros de meditación o purificación interna.

Todo lo que incluya “eliminar”, “purgar” y “limpiar” es indicado: beber agua también, porque nos ayuda a purificar el cuerpo eliminando toxinas. También es buena fase para tratar problemas de la piel para limpiarla, como cicatrices, verrugas y manchas. Cirugías y tratamientos odontológicos son menos dolorosos y “salen mejor”.

Es un período para destruir lo innecesario, soltar, dejar ir, abrir espacio a lo nuevo. Nos limpiamos de viejas ideas y condicionamientos, podemos trabajar mejor en nuestros patrones mentales y el trabajo psicológico o terapéutico da mejores resultados. También es cuando perfeccionamos nuestros proyectos y les sacamos los elementos que sobran y estorban. Es ideal para descansar y recuperarnos. Los rituales en esta fase deberían vincularse en general a limpiezas y
purificaciones.

Aspectos Astrológicos


Por otro lado, de acuerdo a los aspectos que haya en el cielo, podemos enfocarnos en otras energías, considerando el arquetipo planetario activo. Los aspectos de oposición, cuadratura y quincuncio (también llamado inconjunción) representan tensiones, así que te recomiendo enfocarte en rituales bajo aspectos menos intensos. Es decir, evitá rituales estos días para simplificar tu intención.

Los aspectos más relajados son la conjunción – que igual es super intensa, es como una Luna nueva entre planetas, pero podemos combinar ambas energías planetarias en un ritual-, trígono/trino, y sextil. Siempre tené en cuenta los dos planetas o luminarias implicados en el aspecto, por ejemplo: Sol trino Júpiter, Mercurio conjunción Saturno, Venus sextil Urano, etc.

Recomendación importante: los aspectos de la Luna se sienten bastante sutiles y rápidos en general, así que para trabajar con ella directamente te sugiero que ritualices con sus cuatro fases principales. Podés evaluar qué tipo de ritual realizar o qué intencionar de acuerdo a la energía
de cada arquetipo:

Luna: fertilidad, gestación, nutrición, alimentación, protección, seguridad, zona cómoda.

Sol: generosidad, brillar, hacer lo que uno vino a hacer al mundo, expresarse desde el corazón/Yo Superior, conexión con la propia esencia, ofrecer la propia medicina.

Mercurio: estudios, exámenes, nuevos aprendizajes, procesos donde se requiera acceder al inconsciente escarbando capas superficiales, viajes cortos, hermanos, movimiento, mudanzas, vecindario, mensajes, medios y transmisión de información.

Venus: amor, relaciones, deseos, valores, vínculos de todo tipo, comunicación entre parejas o socios, belleza, placeres, erotismo, sensualidad/sexualidad, recursos, recursos humanos, hacer lo que uno ama, asuntos legales entre dos partes.

Marte: límites, identidad, fuerza, agresividad para lograr un objetivo, chispas, inicios, acción de emprender, actividad, energía, movimiento iniciador, guiar, encabezar un movimiento.

Júpiter: abundancia, viajes largos, publicaciones, libros y editoriales, relaciones exteriores, creencias, fe, estudios terciarios o universitarios, enseñanza, maestrías, tesis, buena fortuna, prosperidad, asuntos legales en general, energía positiva y confianza en el Universo.

Saturno: compromisos, trabajo, emprendimientos, asuntos contables, manifestación material, sabiduría, tiempo, experiencia, límites, leyes y normas sociales.

Urano: cambios, canalización, conexión mística, energía divina, adivinación a partir de la conexión con el no-tiempo.

Neptuno: amor en general, misticismo, entrega, espiritualidad, artes, sanación, sueños, regresiones, oráculos, alma gemela y relaciones del Alma.

Plutón: vínculos tóxicos (para eliminar y purificar), transformaciones, procesos psicológicos, para atravesar duelos, renacimientos, sexualidad, intensidad.

Quirón: sanación desde la consciencia, conexión con las propias herramientas sanadoras y terapéuticas.

Nodo Norte: propósito de vida, timón del camino. Salir de la zona de confort.

Nodo Sur: zona cómoda que estanca, soltar, dejar ir, limpiar. Recuperar talentos perdidos o no reconocidos.

Eclipses: momento de gran transformación. Se sugiere no hacer rituales en días de eclipse ya que o nuestra razón (eclipse solar) o nuestras emociones (eclipse lunar) se encuentran poco claras. Además, en temporada de eclipses el ego debe aprender que existe una fuerza mayor que crea las experiencias necesarias de aprendizaje -desde nuestra propia energía en correspondencia- y que no podemos insistir con nuestros deseos y caprichos cuando no nos ayudan a crecer. Es un tiempo de fluir, no intentar controlar nada y aceptar los caminos nuevos que se abren, a medida que vamos cerrando otros.”

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