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Venus en Piscis y Venus en aspecto a Neptuno natal

Venus representa nuestro deseo por vincularnos, el nivel ideal de amor propio así como nuestra escala de valores en la vida

Venus representa nuestro deseo por vincularnos, el nivel ideal de amor propio así como nuestra escala de valores en la vida, el dinero que recibimos por nuestro trabajo y/o vocación(vinculada con la casa 2) y también se vincula al tipo de relación que queremos manifestar en nuestras vidas. No es el planeta del amor, sino del deseo por sentir placer en general. Gracias a Venus es que aprendemos a conquistar, a ser receptivas (o no) a quienes se nos acercan, a coquetear y conseguir lo que queremos desde la no-acción, sino más bien desde la atracción.

Neptuno es lo que se llama su octava superior: es como Venus pero ocho veces más poderoso. Aquí sí se expande su significado hacia la palabra amor, pero no únicamente al amor de pareja: con Neptuno podemos sentir amor por todo. Es un amor incondicional, que trasciende formas, fronteras, estereotipos, costumbres. Además de diluir lo que nos limita, Neptuno nos permite expandir el corazón.

Claro que, muchas veces es el rey de la confusión, y es por eso que “bajar a tierra” con Venus nos es útil para reconocer idealizaciones, engaños -autoengaños sobretodo- y fantasías.

Venus en Piscis

Cuando Venus natal se encuentra en Piscis, responde a Júpiter y a Neptuno, ambos regentes del signo. Sobretodo Neptuno, su regente moderno, es quien nos dará más pistas sobre el comportamiento de esta Venus.

La sensibilidad para los nativos de esta Venus, está altamente intensificada. El sentimiento es puro, es emocionalmente profundo e intenso pero no a modo escorpiano “denso e insistente” sino relacionado a la profundidad y al caudal de emociones que pueden existir dentro de un ser humano. Venus en Piscis lo siente y lo siente todo. Por más mecanismos de defensa que haya en el individuo, Venus pujará por sentir. El asunto es que, al tener tan alta sensibilidad, pueden crear armaduras (mecanismos de defensa) para protegerse de cualquier riesgo de salir heridos.

Son personas naturalmente empáticas, muy perceptivas, especialmente en asuntos energéticos. Saben intuitivamente cuando otra persona no está bien emocionalmente, lo perciben. A veces también puede haber miedos de fondo que les hacen ver cosas que no son, confundirse a modo de “cumplir con el miedo para confirmar que estoy en lo cierto”.

En términos generales y exagerados, esta Venus no teme al sufrimiento porque se sacrifica por el otro, lo quiere salvar, se convierte en mártir. Siente que sólo a través del amor, cualquiera sea su forma, alcanzará la libertad de su espíritu. Es la Venus de los amores platónicos, que pueden ser muchos y uno tras otro. Cuesta bajar a la realidad, es necesario aprender a enraizar y conectar ambos mundos: el sutil, con el que conecta fácilmente, y el terrenal, donde su cuerpo físico está anclado.

Hay una tendencia nata a buscar ser salvadores de otros, a ayudar, hacer caridad o trabajos de servicio. Lo dan todo y esperan lo mismo, y se desilusionan al ver que los demás no demuestran el cariño de la misma manera. Esperan mucho de los demás, tanto como dan, y tienen expectativas muy altas, a veces al nivel de fantasías (que a esta Venus no le faltan en ningún sentido). A veces pecan de generar o tener dependencia en los demás. Les gusta sentirse útiles, sobretodo en cuando al mundo natural: son eternos ecologistas.

Cuando el temor los invade, sienten todos los miedos juntos, especialmente a ser heridos, ignorados o rechazados. Por este motivo muchas veces dudan si expresar sus emociones o no, sufriendo en silencio por racionalizar tanto algo que tal vez se solucionaría siendo menos aferrados a lo emocional y más inclinados a tomar riesgos. Les resulta tan natural quedarse pendientes y vacilando entre dudas, que olvidan ir al grano para quitarlo de raíz.

Esta Venus tiene muchos dotes artísticos y es muy sensible al estado anímico que la música le genera. No escucha por escuchar, escucha con el alma y con el cuerpo. Así también puede tener inclinaciones para la pintura, el arte en general. el cine, la poesía y la danza. La música clásica los eleva, al igual que el sonido de los cuencos de cuarzo por ejemplo.

Lo más importante es reconocer su alta sensibilidad (emocional, mental y energética) para no exponerse a lugares donde sientan que “lo absorben todo”, enfrentar la realidad ante las desilusiones (previamente no idealizar sería perfecto) y aprender a poner límites, a no temer la opinión ajena cuando dice que no o establece cierres.

Venus en aspecto a Neptuno

Si Venus se encuentra en aspecto a Neptuno, sea que esté en Piscis o no, se torna bastante pisciana también, especialmente si se encuentra en conjunción a éste o ubicada en la casa 12.

Como con Venus en Piscis, la sensibilidad llega a un nivel superior que el “normal” y la persona puede sentir que absorbe todas las energías del entorno. En ambos casos, la protección energética es fundamental.

Conjunción:

en cuanto a tránsitos, cada trece meses estos planetas se encuentran y el efecto de este encuentro dura aproximadamente dieciocho días.

Es un aspecto que funde, que eleva la intensidad emocional y genera ansias de profundización en los vínculos. Este aspecto favorece mucho la expresión artística, la intuición y la búsqueda de profundización en el propio crecimiento. Ver la posición natal de la Luna complementa esta información.

Trígono y sextil:

ambos suceden dos veces cada trece meses y duran aproximadamente dieciséis días.
Armonizan la sensibilidad afectiva, estimulan la creatividad y la percepción de las emociones. EL trígono tiene la fuerza suficiente como para convertirse en el tema central de la carta natal, orientando al individuo hacia una visión afectiva y sensible de la vida. Si no hay buenos valores racionales, puede ser un aspecto confuso o excesivo.

Cuadratura:

se da dos veces cada trece meses, igual que el trino y el sextil, y sus “efectos” se sienten durante doce días aproximadamente.

Representa una tensión entre la afectividad y la sensibilidad, entre la capacidad de amar y la posibilidad de cambio, de profundización. Puede marcar una dificultad para conectar con el mundo sutil o con la propia sensibilidad/empatía y dirigirlos al mundo tangible. Pareciera existir una dificultad al momento de establecer vínculos deseados, hay una inquietud constante interior. Los problemas económicos son usuales, al menos hasta que el individuo trabaje en su propia noción de valoración personal y amor propio. La posición de Júpiter nos dará más pistas al respecto.

Si esta cuadratura recibe aspectos positivos de la Luna o Mercurio, será un indicador de genialidad, limitando los efectos complejos a una simple melancolía.

Oposición:

como la conjunción, se repite una vez cada trece meses y se siente durante dieciocho días aproximadamente.

El choque entre la sensibilidad afectiva y la sensibilidad trascendental no es siempre negativo desde el punto de vista de la genialidad creativa. Pero disociar entre la percepción afectiva “egoica” de la 3D y las sugerencias del “más allá” neptuniano, puede llevar al individuo a tener una visión paradójica de la vida, donde si me doy lo que quiero, soy egoísta, pero si no me lo doy, nadie lo hace y necesito tener a mi afectividad cubierta.

El nativo puede sentir insatisfacción e inquietud que, de acuerdo a otros aspectos, puede desencadenar algún tipo de neurosis. Es como si se viviera en permanente disgusto. La salida sería acceder a algo que le despierte la fe, sea una religión, una doctrina o simplemente atreverse a vivenciar la vida desde un lugar más optimista, verificando la posición natal de Júpiter.

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