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Sanar es cambiar de perspectiva

Al cambiar de punto de vista, interpretamos de otra manera aquello que nos sucedió.

Tenemos heridas por nuestra manera de sentir y, porque tenemos sentimientos tan fuertes, les tememos tanto que terminamos presas de ellos.

Los sentimientos y emociones reprimidas se enredan tanto que pueden bloquear el flujo energético dentro nuestro. Necesitamos desenredar la madeja de vez en cuando, y volver a tejer un patrón sensato en lugar de seguir bloqueando el flujo, sólo porque le tenemos miedo a SENTIR.

Si todos supiéramos el poder que radica en algo tan hermoso como nuestra capacidad de sentir, dejaríamos de temerle tanto a todo tipo de emoción, sensación y sentimiento.

Si interpretamos todo lo que creemos que nos sucedió desde otro punto de vista, podemos desenredarla: que una relación se terminara no fue algo que “te sucedió”, sino algo que creaste porque necesitabas de esa separación para tener una nueva oportunidad de amar o de crecer.

O creés que viviste una separación cuando en realidad la vida te muestra que no era la persona con quien crear de allí en adelante. Visto desde otro lugar, te uniste a alguien que te enseñó cosas pero por tiempo “limitado” porque se atrajeron como espejos, pero como no viste que era hora de partir en determinado momento, se creó la separación para que puedas avanzar en lugar de estancarte a su lado. No porque el otro sea una persona estancada, sino que porque juntos ya habían llegado a integrar los aprendizajes necesarios. ¿Lo ves ahora?

El dolor no se genera por lo que pasa afuera, sino por la resistencia a entender que lo creamos para evolucionar (porque creemos que solamente con el dolor se aprende, por ejemplo) y por desear que las cosas sean siempre como deseamos.

Nos duele no aceptar los ciclos de la vida porque no se corresponden con lo que queremos, nos duele soltar el control y nos duele aún más tener la pretensión de tenerlo.

Al dolor tampoco lo genera un otro, muchas veces es un patrón repetido de fidelidad al clan o incluso a uno mismo.

¿Cómo vas a mirar a tu pasado hoy? Tal vez sea hora de mirarlo a lo lejos y de dejar de traerlo siempre al presente, repitiéndolo. Tal vez es momento de cambiar la perspectiva.

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