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¿Qué es el eneagrama?

¿Qué es el eneagrama? Los nueve tipos de personalidad y el conocimiento de uno mismo.

“El eneagrama es una figura geométrica que representa los nueve tipos de personalidad fundamentales de la naturaleza humana y sus complejas interrelaciones. Es una descripción de la psicología moderna basada en la sabiduría espiritual de muchas tradiciones antiguas diferentes. Es una síntesis de muchas y diferentes tradiciones espirituales y religiosas. En gran parte es una condensación de la sabiduría universal, la filosofía perenne acumulada durante miles de años por budistas, cristianos, musulmanes (especialmente los sufíes) y judíos (en la Cábala).

La esencia del eneagrama es el conocimiento universal de que todos los seres humanos somos presencias espirituales encarnadas en el mundo material y que misteriosamente compartimos la misma vida y el mismo espíritu del Creador.

Bajo las diferencias y apariencias superficiales, detrás de las cortinas de la ilusión, la luz de la Divinidad brilla en cada persona. Sin embargo, diversas fuerzas oscurecen la luz y cada tradición espiritual tiene mitos y doctrinas para explicar las causas de que la humanidad haya perdido su conexión con lo divino.

Uno de los grandes valores del eneagrama es que se mantiene al margen de todas las diferencias doctrinales.”

Así presentan al eneagrama sus creadores Richard Riso y Russ Hudson.

El eneagrama nos ayuda a recordar nuestra verdad última como seres espirituales sin importar ningún tipo de credo, religión o diferencia. Ayuda a que surjan de nosotros nuevos grados de comunidad y compasión que hacen desaparecer la ignorancia y el miedo. Su fundamento es exclusivamente el conocimiento de uno mismo.

Los nueve tipos de personalidad

El trabajo de conocerse a uno mismo a través del eneagrama comienza cuando se identifica el propio eneatipo, para comenzar así a comprender las características dominantes. Es normal reconocer características de una misma en los nueve tipos, pero nuestras características más determinantes se encuentran dentro de uno de esos tipos.

A modo de presentación -ya iremos profundizando más- los nueva eneatipos son:

Tipo uno: el reformador

Sólidos principios. Personas éticas, concienzudas y con un fuerte sentido de la moral. Son profesores, se esfuerzan por mejorar las cosas pero les aterra cometer errores. Son bien organizados, meticulosos, ordenados, e intentan mantener valores elevados, por lo que pueden resultar críticos y perfeccionistas. Normalmente tienen problemas de rabia e impaciencia reprimidas. En su mejor aspecto, son personas sabias, perceptivas, realistas, nobles y moralmente heroicas.

Tipo dos: el ayudador

Se orientan a los demás, son preocupados generalmentes. Comprensivos, sinceros y bondadosos, amistosos, generosos y abnegados, aunque también sentimentales, aduladores y generosos en cuanto a lo material: regaladores. Desean contacto íntimo con los demás y hacen cosas por ellos para sentirse necesitados. Por eso suelen tener problemas para cuidar de sí mismos y reconocer sus propias necesidades. Es su mejor aspecto, son personas generosas, altruistas y sienten amor incondicional por sí mismos y por los demás.

Tipo tres: el triunfador

Adaptables y orientados al éxito. Son personas seguras de sí mismas, encantadoras, atractivas. También son ambiciosas, competentes y enérgicas, suelen ser muy conscientes de su posición y estar muy motivadas por el progreso personal. Es común que se preocupen por su imagen y por lo que los demás piensan de ellas. Normalmente presentan adicción al trabajo y competitividad. Un tres sano se acepta a sí mismo, es auténtico, es transparente porque es todo lo que aparenta ser. Es un modelo que inspira a otros.

Tipo cuatro: el individualista

Este es el tipo romántico e introspectivo. Los cuatro son conscientes de sí mismos, sensibles, reservados y callados. Demostrativos y sinceros aunque también caprichosos y tímidos. Se ocultan de los demás porque se sienten vulnerables o defectuosos, e incluso ajenos a las formas normales de vivir. Normalmente tienen problemas de autocomplacencia y autocompasión. En su mejor aspecto, son inspiradores, muy creativos, capaces de renovarse y de transformar sus experiencias.

Tipo cinco: el investigador

Vehementes y cerebrales. Los cinco son despabilados, perspicaces y curiosos. Son capaces de concentrarse y enfocar la atención en desarrollar ideas y habilidades complejas. Independientes e innovadores, se obsesionan con sus pensamientos y elaboraciones imaginarias. Se desligan de las cosas y son muy nerviosos. En general tienen problemas de aislamiento, excentricidad y nihilismo. Un cinco sano es visionario, pionero, está a la vanguardia y es capaz de ver el mundo de un modo totalmente nuevo.

Tipo seis: el leal

Comprometidos, orientados a la seguridad. Son personas dignas de confianza, trabajadoras, responsables y pueden adoptar una actitud defensiva, ser evasivas y muy nerviosas. Trabajan hasta estresarse al mismo tiempo que se quejan de ello. Suelen ser cautelosas e indecisas, aunque también reactivas, desafiantes y rebeldes. Suelen tener problemas de inseguridad y desconfianza. Cuando están sanos son estables interiormente, seguros de sí mismos, independientes y apoyan con valentía a los más débiles.

Tipo siete: el entusiasta

Productivos y ajetreados, los siete son versátiles, optimistas, espontáneos, juguetones y prácticos. También podrían abarcar demasiado, ser desorganizados e indisciplinados. Constantemente buscan experiencias nuevas y estimulantes, pero la actividad continuada los aturde y agota. Tienen problemas de superficialidad e impulsividad. En su mejor aspecto, centran sus dotes en objetivos dignos, son alegres, muy capacitados y muy agradecidos.

Tipo ocho: el desafiador

Poderosos y dominantes, los ocho son seguros de sí mismos, fuertes y capaces de imponerse. Protectores, ingeniosos y decididos, también resultan orgullosas y dominantes. Piensan que deben estar al mando de su entorno y suelen volverse retadoras e intimidadoras. Normalmente tienen problemas para intimar con los demás y abrirse. Los ocho sanos se controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y grandiosos.

Tipo nueve: el pacificador

Humildes, conformistas, confiados y estables. Los nueve son bondadosos, se acomodan con facilidad y ofrecen su apoyo, pero también pueden estar demasiado dispuestos a transigir con los demás para mantener la paz. Desean la armonía, sin conflictos, y tienden a ser complacientes y a minimizar cualquier cosa inquietante. Tienen problemas de pasividad y tozudez. En su mejor aspecto, son indómitos, abarcadores, capaces de unir a las personas y solucionar conflictos.

En próximos artículos vamos a ir identificando cada eneatipo con mayor profundidad.

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