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Marte cae en el Nodo Sur en Acuario

Quiero contarles sobre Marte cayendo nuevamente en el Nodo Sur en Acuario.
¿Por qué nuevamente?

Porque Marte transitando por Acuario en sombra, llegó por primera vez al Nodo Sur el 7 de Junio y tuvimos que reconocer que algo grande había que soltar. Siguió adelante pero más tarde, mientras retrogradaba el 20 de Julio -en plena temporada de eclipses, volvió a encontrarse con el Nodo y eso que descubrimos que debíamos soltar, de alguna manera “nos fue arrancado”. El 27 de ese mes tuvimos el último eclipse en Acuario y ahí sentimos todo, soltamos, nos liberamos. Puede que la liberación no haya sido sencilla ni divertida, pero seguramente fue transformadora, las llevó a liberarse de algo que no parecía, pero era un gran peso.

Ahora, estando directo y yendo hacia adelante, ya se tira con confianza al desagüe que es el Nodo Sur y se deja llevar.
Para que sea simple de comprender: el Nodo Norte representa, entre otras cosas, nuestro propósito, hacia donde nos debemos enfocar en la vida, cualidades a desarrollar y apertura energética que nos hace avanzar en grandes pasos evolutivos. Pero para poder ir hacia allí, debemos trabajar nuestro Nodo Sur, que es como un desagüe por donde se va el agua, pero energético. Nos llama, es nuestro Triángulo de las Bermudas, nos atrae pero no nos enseña, como lo hace el Nodo Norte, porque es nuestra zona cómoda. Y es por ahí por donde debemos liberar las cosas a las que les llegó la hora.

Este aspecto nos hace terminar de limpiar, levantar las sobras y lavar toda la zona. Es como una gran liberación después del dolor que nos pudo haber provocado tener que soltar algo que ya no tenía nada más que enseñarnos.

Pero, ¿por qué siempre tenemos que estar soltando algo?
Si bien la palabra “soltar” ha tomado mucha relevancia últimamente y la hemos visto hasta en tatuajes hasta el cansancio, la idea no es que le tomemos fobia al concepto, sólo porque se haya convertido en una moda. Soltar es una palabra que define desapegarse sin resistencia a algo o alguien, dejarlo ir con la consciencia en paz, con la sabiduría de que eso es lo mejor para ambas partes. Casi que las escucho pensando “¿Pero cómo va a ser lo mejor dejarlo ir si es el único que me puede hacer feliz y al único que amo?”. Sólo por citar este ejemplo, la idea de soltar implica trabajar consciencia.
Siempre tenemos que estar soltando algo porque cada seis meses -a veces menos- tenemos eclipses que quieren que nos enfoquemos en nuestro propósito, que abramos una puerta y nos llenemos de manifestaciones hermosas, pero éstas no tienen lugar si estoy reteniendo una relación acabada, un trabajo que detesto, una creencia que no me permite ser feliz, etc. Entonces, para que las cosas de alta vibración lleguen a nuestra vida, tenemos que ir soltando lo que no vibra como nosotros.
El trabajo de consciencia es trabajo evolutivo, es lo que me ayuda a que mi Alma evolucione. ¿Para qué quiero que mi Alma evolucione? “Si yo solamente quiero ser feliz con fulana”.
Como dice una frase por ahí, no somos un cuerpo, somos un Alma dentro de un cuerpo que es el móvil para vivir las experiencias en este planeta, para aprender en el viaje que es la vida física.
Cuando encarnamos, es decir, cuando nacemos, el Alma ya viene con un “acuerdo” sobre las enseñanzas que deberá integrar en esta vida para evolucionar. El fin último de la evolución  de nuestra Alma es volver a reunirse con la fuente de donde nació, que es el Amor divino, el Amor universal, la energía de la cual se crea todo y de la cual somos parte. Queremos volver a casa.
En esta vida, entonces, vamos aprendiendo y generando apegos porque no somos conscientes de lo que no se ve, estamos presentes con la existencia terrenal y ya. En esta existencia, la clave para la evolución está en comprender que todo está hecho de la misma energía del Amor y que somos una dualidad, dos caras de la misma moneda (en realidad muchas más pero no las quiero volver más locas): una vida física y una vida espiritual. Hacer de ambas una comunión y comprender que somos todo eso y más, nos ayuda a elevar la vibración, a trabajar la consciencia. Al comprender que somos, entonces, energía, podemos entender que nada se pierde, como canta Drexler, todo se transforma. Abrimos los ojos a que los apegos son nuestras anclas de seguridad porque creemos que no podemos solos. Y la verdad, la última verdad, es que sí.
Cada experiencia, cada trabajo, cada persona que pasa por nuestra vida viene a enseñarnos algo, tenemos pequeños contratos que comienzan en el momento indicado y en el momento indicado terminan. Y lo hacen cuando ya nos dieron toda su enseñanza, lo cual es mutuo. Las relaciones son contratos de ego o kármicos en las cuales somos maestros y alumnos. Soltar es parte de incorporar este conocimiento, de hacernos conscientes de que lo que termina, simplemente terminó su ciclo.
Como humanos vivimos experiencias de duelo sumamente dolorosas, creemos que nos arrancan una parte de nosotros y hasta desarrollamos enfermedades porque no podemos liberar o expresar nuestras emociones. Eso es el apego. Desapegarnos implica reconocer que yo soy el otro, que yo soy parte del todo y que la energía muta constantemente. Es hacerme responsable de mí mismo, que mi felicidad no dependa de otros, vivir el presente, respetar la libertad que todos tenemos y aceptar que las pérdidas, de cualquier tipo, tarde o temprano suceden porque ese es el proceso de la vida. Es madurar a la idea de que no somos eternos. Soltar, dejar ir incluso lo que más nos ha dolido, es dar un paso hacia la sabiduría y liberación de nuestro Ser, para experimentar una existencia más plena y feliz, atravesando y respetando cada proceso.
Si les quedan preguntas, incluso personales, que quieran hacerme sobre lo que tuvieron que soltar con los eclipses Leo-Acuario desde Agosto de 2016 hasta ahora, siéntanse libres de escribirme a hola@alemodarelli.com. 🙂
Abrazos de alma a alma.
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