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Luna llena en Libra

La energía Libra representa el vínculo con un otro tan individual como yo, pero que me enseña a conciliar, llegar a acuerdos, a buscar el equilibrio entre el yo y el otro.

Somos en vínculos.

Incluso en la carta natal de gemelos, los vínculos y la perspectiva de ellos que cada uno tengan, harán que por más similitudes que compartan, sean seres con vidas, a veces, completamente diferentes. El entorno vincular, como primera energía geminiana de aire, envía muchísima información a cada ser con la cual se encuentra en constante interacción e intercambio.

La energía Libra representa el vínculo con un otro tan individual como yo, pero que me enseña a conciliar, llegar a acuerdos, a buscar el equilibrio entre el yo y el otro.

En Libra los opuestos se complementan. El eje espejo nos muestra lo que todo somos pero no nos atrevemos a ver. Y con Venus como regente junto al Sol y a Quirón, ver nuestros dolores de frente y responsabilizarnos de nuestro egoísmo, duele. Por un lado es necesario estar bien uno para crear vínculos sanos. Pero irse demasiado al lado del yo o del otro, siempre desequilibra la balanza. Como intentar crear o sostener un vínculo desde un solo lado.

La Luna llena

La Luna llena se perfecciona a las 15:48 hs en el grado 8°18′ de Libra, mientras Venus -su regente- sigue viajando por el inframundo hasta llegar a renacer como Estrella de la Tarde, luego de su conjunción con el Sol. Pero, además, hoy se une a Quirón en Aries: lo que nos duele es que las cosas no salgan como queremos, lo que nos duele a veces es reconocer que nuestros caprichos no son lo mejor para nuestro crecimiento.

Nos duele estar encarnados, creer que todo lo podemos solos, aislarnos en un firme e inamovible “yo tengo la razón” y en comportamientos egoicos donde lo que importa es el yo y me olvido del otro. Nos duele no saber quiénes somos porque nos aferramos a las ideas de quiénes deberíamos ser. Nos duele y por eso estallamos en enojos, en explosiones iracundas: porque no estamos acostumbrados a enfrentar el dolor.

Pero frente a nosotros siempre hay un otro. Podemos creer que no, que estamos aislados y separados, porque extrañamos la unión acuática y etérica con el Gran Espíritu, con el Todo. Y no nos damos cuenta que aún con cuerpos físicos que nos “separan” -por tridimensión- seguimos unidos igual.

En esa búsqueda de unión nace la energía Libra, que energéticamente nos lleva a conectar con otros, a reconocer la belleza en el desafío de lo vincular -que incluye todo tipo de relaciones y no sólo sexo afectivas-. Cuando estoy junto a un otro, hago acuerdos, conecto, disiento, pero siempre el otro es mi espejo, ese que elijo consciente o inconscientemente. Ese que amo o ese que odio. A veces me transmite información solamente y puedo elegir, sin dolor, alejarme, porque ya no me espeja. Y así con todas las personas de nuestra vida. El Hoʻoponopono es una herramienta de energía libriana, porque se trata de reconocer acuerdos, perdonarnos, amarnos y reconciliarnos. Habla de la energía interpersonal.

Sentimos que necesitamos luz, liberar viejos patrones en nuestras relaciones, renacer. Venus seguirá en su recorrido ariano mientras va saliendo poco a poco a la superficie, para dejarse ver como gran lucero que es, en nuestras tardes.

Aspectos técnicos

Venus se encuentra junto al Sol y a Quirón en el grado 8° de Libra. La Luna conecta con los Nodos en Géminis y Sagitario, en trino con Marte en Géminis y con Saturno en Acuario. Y en partil inconjunción con Urano.

No, a la Luna no le gustan los cambios radicales que amenacen su seguridad. Pero es una luminaria cíclica y cambiante emocionalmente. Al regir nuestros humores, en su fase llena notamos que lo inconsciente recibe luz, que se hace claro en la consciencia. Vemos nuestros patrones, comportamientos, creencias al respecto de la manera en la que estamos llevando nuestros vínculos.

Representa un cierre de intenciones pero también un momento de mucha claridad mental y emocional. Sabemos que toda relación se construye con dos partes, y que cuando una se queda esperando, tiene expectativas o sencillamente no aporta lo que le toca para llegar al equilibrio, el vínculo tambalea.

Y un poco de eso se trata: de observar qué vínculos estamos alimentando, cuáles no y cuáles ya ni nos interesa nutrir, por el motivo que sea.

Como venimos repitiendo muchos durante este año: sabemos que no podemos solos.

Vivimos interconectados. Y necesitamos reconocer qué vínculos nos nutren y cuáles nos intoxican, porque la próxima Luna llena es en Escorpio…

¡Feliz Luna llena en Libra!

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