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Luna llena en Escorpio: lo único eterno es el Ser

La Luna llena del mes Tauro, escorpiana, se vincula con el Wesak, la fecha bajo la que se iluminó Buda.

La Luna llena del mes Tauro, escorpiana, se vincula con el Wesak, la fecha bajo la que se iluminó Buda.

Esa iluminación representa el fin del sufrimiento, y ese fin del sufrimiento se basa en ver la oscuridad en la que nos sumergimos cuando estamos inconscientes y creemos que la materia es la única realidad. Al abrir los ojos levantamos el velo, ese velo que no sólo nos muestra la otra cara de la realidad, o la verdadera existencia -que es nuestra propia divinidad- sino también hace de portal.

Iluminarse es, en parte, abrazar la dualidad luz-sombra y estar presentes, aquí y ahora.

En el hemisferio norte se encuentran a la mitad de la primavera y abren la puerta a la celebración de la fertilidad llamada Beltane; mientras que en el hemisferio sur estamos a mitad del otoño, dejando caer nuestras propias hojas cuál árboles, desnudándonos, yendo hacia adentro, a cerrar etapas y permitir finales. Samhain -el original Halloween- se celebra la noche del 30 de abril y el 1 de mayo. Son días para honrar a nuestros ancestros pero también a nosotras mismas, al silencio, a lo que nos trajo hasta acá.

En este portal, los mundos se entrelazan, el velo que los une se hace más delgado y se permite la comunicación entre ambos.

Son buenos días para escribir cartas a tu yo del pasado, a tus ancestros, para recordarlos, aprovechar a interiorizar y profundizar en tus emociones, mirar a tus miedos y emociones en general a la cara, porque con la Luna llena en Escorpio todo lo negado, pide salir a la luz.

Escorpio

Sobre Escorpio se podrían escribir manuales, ya que su energía es la integradora de la luz y la oscuridad, es la que nos muestra que somos capaces de renacer mil veces, que somos seres resilientes y que el dolor es parte de la vida, pero que no es imprescindible vivir con él.

Este signo nos lleva a nuestras propias profundidades, Escorpio pide ver, reconocer, atravesar y abrazar a nuestras sombras, a todo nuestro mundo interior, todo eso que somos. Nos pide romper con la necesidad de perfección constante, aprender a elegir, a ser determinantes cuando la situación lo requiera.

En Escorpio reconocemos que la energía creada y manifestada por Tauro en la materia, perece. Que nada dura para siempre. Que lo único eterno es el Ser, la energía, la consciencia que somos, la divinidad y universo que somos por dentro y por fuera.

Este signo rige el sistema reproductor y la sangre en nuestros cuerpos, así que los asuntos familiares, ancestrales, suelen tomar relevancia.

Con la Luna llena hablamos, entonces, de desapego, de temores, de lo prohibido, reprimido, oculto, silenciado. Tabú.

En sombra, Escorpio intenta controlarlo y manipularlo todo para que nada cambie, porque es un signo de cualidad fija que intenta sostener lo que le da seguridad, ya que tiene muchos miedos escondidos, sobretodo al cambio. Lo que pueda controlar, entonces, será lo seguro, sabe que ante eso no sufrirá ni sentirá dolor.

Aspectos

El Sol en Tauro está junto a Urano, Venus y Mercurio. Todos se encuentran en cuadratura -tensión- con Saturno en Acuario y por supuesto en oposición a la Luna iluminada en Escorpio. Marte recién ingresado a Cáncer está en trino a la Luna y a Júpiter que va saliendo de Acuario (ingresará a Piscis sólo por un ratito y retrogradará nuevamente hacia Acuario).

Plutón, el señor del inframundo y regente escorpiano como Marte, se encuentra a horas de comenzar su retrogradación en Capricornio. Todos lo que no se haya hecho visible en el último año, pedirá en los próximos meses ser iluminado.

No es fácil reconocer que la estabilidad ya no es lo que solíamos creer, ni que es algo que se encuentra en constante movimiento. Reconocer que hay apegos que nos dañan, tampoco.

En la libertad vincular está el foco, porque es tan necesaria como el compromiso emocional, sea monogámico, poliamoroso, de la manera que sea, primero necesito estar comprometida con mi deseo y con mis necesidades emocionales. Luego veré si cumplirlos me nutre o me intoxica, aprenderé a cortar lo innecesario, a desapegarme, atravesaré el dolor de la pérdida o el placer y el desafío de sostener algo a través del tiempo.

Pero, primero, tengo que reconocer ese deseo y hacer consciente si va de la mano con lo que necesito. El compromiso no es con el otro, sino conmigo misma para animarme a abrirme, a vincularme desde la completa vulnerabilidad, para aprender a confiar.

El Sol va a buscar un archivo a su biblioteca, pero para eso necesita usar su propia luz (la consciencia) para hurgar en el inconsciente (Luna). Los recursos de la memoria, en Escorpio, no sólo están contenidos en el inconsciente personal, sino también en el ancestral, en el código genético, en el ADN. La sangre guarda información. El cuerpo y sus células también.

Mover el cuerpo sana.

Ejercicio para esta intensísima Luna llena: elegí una emoción que estés sintiendo y representala con el cuerpo. Sea con una asana de yoga o bailando, generá con el movimiento de tu cuerpo una descripción de esa emoción. Y dejala ir, liberala. El reconocimiento de lo que sentimos es fundamental, sobretodo si es una emoción ligada a algún miedo. Es hora de dejarlo ir, de desapegarte de él, de dejar de usarlo como excusa.

La memoria somática -del cuerpo- necesita liberarse y limpiarse como el hogar que habitamos, sino las emociones se estancan y -sobretodo si no las reconocemos- crean la enfermedad.

También es preciso escucharnos y respetar lo que necesitamos. ¿Descanso? ¿Crear algo? ¿Reconectar con vos misma? ¿Escribir para desahogarte? ¿Llorar?

Escuchate, porque bajo la Luna llena algunos se han podido iluminar, pero otros se convierten en lobos. Y cualquiera de las dos opciones revela una parte de tu ser que necesita ser vista y reconocida aquí y ahora. La dualidad taurina-escorpiana es, al fin y al cabo, la de la vida y la muerte. Y ambas cosas son dos caras de la misma moneda: la experiencia terrenal.

Atravesarla es un viaje, un gran proceso. Y elevarse por sobre lo material, con la humildad de un ave fénix, requiere de muchísimo tiempo y coraje.

¡Feliz Luna llena!

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