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Gran Mutación: Júpiter y Saturno se unen en Acuario

¿Qué es la Gran Mutación? ¿De qué se trata en lo personal y en lo colectivo? ¿Es esto la Era de Acuario o todavía no inició?

Saturno en el 2020

El 9 de marzo de 2020, Saturno llegó al grado 29° de Capricornio.

Allí estuvo hasta el 21 de ese mes, cuando ingresó a Acuario. En el grado 0°40′ de ese signo, se unió con Marte el 31 de marzo, marcando la “explosión” que nos catapultó al estado actual de lo que pretendemos seguir llamando “realidad”.

En ese momento se abrió un primer portal, nos mostró de qué se trataría el recorrido de Saturno por Acuario hasta el 2023, o al menos, cuáles eran sus intenciones: cuarentena, limitaciones, restricción. “Quedate donde estás, y si te movés, te representará un gran esfuerzo, pero también una enorme recompensa porque el movimiento no se iniciará en vano, sino por algo mucho mayor de lo que creés o pensás.”

No es de extrañar que el tinte restrictivo de Saturno quiera estar presente en todo lo virtual también, comenzando por redes sociales y todo lo que internet abarque.

En marzo, cuando Saturno estaba en ese umbral del grado 29° capricorniano, escribí: “Desde ese grado, aún se encuentra en conjunción a Plutón destruyendo las formas de lo que creemos que es nuestra realidad, incluyendo el sistema capitalista, el patriarcado, las figuras de poder…porque el grado 29° saca lo peor de cada signo, su energía más densa, baja.

Se nos pide demoler estructuras que ya no tienen cómo sostenerse. Estamos notando a grandes rasgos -en la mayoría de Latinoamérica- a personas que no deberían estar en puestos de poder, abusando de sus posiciones, haciendo lo mismo que se ha hecho desde siempre que es favorecer a los ricos mientras los pobres cada vez van más en caída. No es una ilusión, es real. La ambición de unos pocos es hambre para millones. Lo material, lo real, parece tener que destruirse para pasar a un ámbito social más igualitario, aunque primero debamos encontrarnos en un limbo sin saber hacia dónde dirigirnos.

En lo personal, podemos sentirnos frustrados, pesimistas, deprimidos o tristes, angustiados, sin encontrar una explicación a lo que nos pasa incluso. Estamos siendo llevados continuamente a un asunto repetido en nuestras vidas, algo a sanar, liberar, desbloquear. Si no lo hacemos ahora, volverá.

Lo positivo es que se marca que un cambio está por suceder. Hay una revolución y transformación sucediendo bajo la superficie, de manera subterránea, que puede estallar de repente, como un volcán. Y será liberadora. (esto fue escrito justo antes de declararse la pandemia y consecuente cuarentena, no imaginaba que el cambio podría venir de esa exacta manera).

La inestabilidad se teme pero nos impulsa a dar un paso más estable, a saltar al vacío o a retroceder para evaluarlo todo desde lejos. El cambio, el nuevo paso que traerá un nuevo orden, es inevitable. Hay riesgo, como en todo salto, pero hay ganancia también. La destrucción de las formas conocidas se identifica como caótica cuando en realidad es pura creación, gestación de lo nuevo, de nuevas oportunidades.”

Ya sabemos que nuestro norte, como humanidad, nos pide renacer. No hay más excusas a las que aferrarnos: el cambio vino para quedarse.

Saturno en Acuario 2021-2023

Saturno ingresó finalmente a Acuario el 17 de diciembre de 2020, donde se va a quedar hasta el 7 de marzo de 2023.

Es un planeta que habla de estructuras, de limitaciones, normas, reglas y restricciones, necesarias para vivir en sociedad. Es co-regente (regente antiguo) de Acuario, así que incómodo no está, para nada.

El asunto es que Saturno también habla del tiempo, de la paciencia, y de los dinosaurios que pretenden sostener una realidad que no va más. Pareciera que estos tres años se nos pidiera radicalmente y de una buena vez, dejar de sostener el deber ser que nos pone en posiciones rígidas, dogmáticas e inflexibles.

Saturno es un poco el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que está bien, lo racional y estructurado, lo correcto. En su baja vibración nos llena de miedos, sobretodo al fracaso, porque nos provee de una idea de éxito patriarcal y capitalista, un poco forzada. Su energía es yin en realidad, es el cuenco que nos permite contener para luego manifestar en la materia.

Nuestra concepción de la 3D y de la realidad seguirá mutando. Nuevos límites y restricciones pretenderán ser impuestos pero durarán hasta que “el pueblo” demande lo que es justo, equitativo.

Puede jugarnos tanto en contra como a favor, y mucho depende de factores externos -como todo- pero también de nuestra predisposición: ¿vamos a atravesarlo temiendo las restricciones a nuestra libertad o animándonos a vivir en una nueva realidad, más igualitaria para todos?

El camino de Saturno, como dice Liz Greene, es oscuro, introspectivo, algo amargo, y pasa todo por la experiencia: el conocimiento, la sabiduría, llegan en la vejez cuando ya tenemos la experiencia suficiente. Saturno encuentra el significado de la vida en el trabajo, el esfuerzo, la disciplina e incluso el sufrimiento. Sin embargo, esta vez el camino no lo inicia sólo, sino con la idea opuesta de la vida que tiene Júpiter…

Se está abriendo un ciclo porque se está cerrando otro, y van unidos, encadenando sucesos que conforman la evolución individual y colectiva.

Júpiter en Acuario 2021

Júpiter ingresó a Acuario el 19 de diciembre de 2020, para expandir la energía de Saturno y hacerle compañía durante su año de tránsito acuariano.

Ya sabemos que Júpiter, el gigante gaseoso, expande todo lo que toca.
La última vez que transitó Acuario, en 2009, Saturno se encontraba en Virgo. Grandes ciclos mundiales y personales son guiados por estos dos planetas. De hecho, los cambios que Urano confirma para manifestar son precedidos por los ciclos de ellos dos.

En 2009, la ONU declaró a ese año como el Año Internacional de la Astronomía, una ciencia muy vinculada a Acuario. 2009 también fue el año de creación de la primera moneda virtual, el Bitcoin; Obama fue electo presidente de USA convirtiéndose así en el primer presidente afroamericano estadounidense, y como si fuera poco, la gripe porcina (Gripe A H1N1) fue declarada pandemia inminente.

¿Vamos entendiendo de qué se trata todo esto? Lo virtual, lo científico, lo diferente, la búsqueda de igualdad, y todo lo que puede crecer desde un lugar tanto “positivo” como “negativo”.

Acuario es un signo de ciencia y espiritualidad, de astrología y astronomía, aparentemente irreconciliables. Muchos científicos al comenzar a estudiar lo que llamamos “cuántico” han terminado descubriendo vínculos entre lo que consideramos real y el reino de lo espiritual. De hecho, la palabra “cuántico” que ya ha estado muy presente en el mundo, seguirá tomando relevancia.

Las neurociencias son otro ejemplo acuariano, y si consideramos que Júpiter rige nuestras creencias y lo que experimentamos gracias a ellas, pues qué mejor año para romper patrones, creencias estancadas y desaprender en general. Para darnos cuenta de que somos los soberanos de nuestras mentes, de nuestros cuerpos, de nuestras vidas.

Qué es la Gran Mutación

Los ciclos de las conjunciones Júpiter-Saturno abarcan la tradicionalmente llamada “Gran Mutación”. Las grandes tradiciones religiosas están en su mayoría asociadas a estas conjunciones. Como por ejemplo, se le llama “Estrella de Belén” por haber indicado el nacimiento de Jesucristo.

Ambos se unen cada veinte años en signos del mismo elemento (fuego, tierra, aire y agua, en ese orden), durante un período de doscientos años en total. Cuando se comienzan a unir en un signo de un nuevo elemento, es que se le llama la Gran Mutación: se cierra un ciclo, marcando el final de viejos principios para permitir el nacimiento de nuevos.

Este movimiento cósmico implica cambios y ritmos sociales, económicos, culturales, ideológicos, y más. En general, nos sacude tanto a nivel personal como colectivo, y éste último es el nivel que mayor relevancia toma. Ya no se trata de preguntar “¿Cómo me va a ‘afectar’ esto a mí?” sino de preguntarnos qué podemos hacer para que a nivel social y mundial podamos sostener el cambio hacia un mayor nivel de consciencia y hermandad.

La última Gran Mutación se inició en Capricornio en 1842, y es el final de ese ciclo el que estamos teniendo la fortuna de vivenciar ahora.

Dentro del ciclo de veinte años como el que iniciamos ahora, se pueden reconocer dos semiciclos: los primeros diez años son intensos, activos, que se sienten en una subida enérgica hasta la cima. Entre el 22 de diciembre de 2029 y el 23 de abril de 2030, cuando ambos planetas perfeccionen su oposición en esas dos ocasiones, marcarán el inicio de la otra mitad del ciclo.

En esa primera mitad nos sentimos con fuerza, activos, iniciamos, proyectamos, avanzamos. La conjunción es energía ariana, de impulso. Cambios rápidos incitados por grandes crisis se desatan y desarrollan. Extraversión, optimismo y fuerza en pos de un ideal o causa son marcas de esta parte del ciclo, con esencia de crecimiento jupiteriano.

En la otra mitad parece menguar la intensidad, estamos más cansados y reflexivos, como si estuviéramos cosechando lo sembrado durante los diez años previos y asimilando todo lo que se movió en nuestras vidas. Necesitamos calma y equilibrio, energía libriana que trae la oposición. Aquí Saturno pareciera gobernar la energía social y personal.

Conjunción Júpiter-Saturno: la antesala

Estos dos planetas, a modo de vistazo, ya se unieron en un signo de aire en 1980 y 1981, en tres ocasiones, en Libra. Estas conjunciones fueron en los grados:
– 9°30′ el 31/12/80
– 8°6′ el 4/3/81
– 4°56′ el 23/7/81

Libra es el signo de exaltación de Saturno, y es conocido como el signo de la amabilidad, la cortesía. Pero no es sólo eso. El astrólogo Stephen Arroyo lo definió como “un Aries cortés”, y por algo es su signo opuesto-complementario. No olvidemos que es un signo cardinal y puede ser bastante intransigente aunque tenga una máscara de cordialidad para estar tan de acuerdo en la guerra como en la paz.

Estas conjunciones marcando un respiro durante el cual todo tipo de vínculos comenzó a ser cuestionado y a cambiar.
Sabemos que luego de la liberación sexual de los 60’s, hubo un período de represión y en los 80’s todo estaba muy restringido todavía, pero el mejor ejemplo sin duda, es el de los artistas musicales: exponían un estilo personal andrógino, y revelaban poco a poco -aunque algunos muy de golpe- sus elecciones sexoafectivas. Los 80’s fueron la última gran revolución y esta conjunción en Libra estoy muy segura que tuvo mucho que ver.

Además, Urano transitaba Escorpio y venía de haber transitado Libra también: las relaciones no volverían a ser lo que eran.

La conjunción en 2020

Júpiter y Saturno el 21 de diciembre de 2020, bajo el solsticio de verano que encuentra al Sol ingresando a Capricornio, darán inicio entonces a un ciclo de 200 años, marcado con pequeños ciclos de veinte años.

Este es un tránsito potente tanto en lo individual como en lo social: nada estará exento de vivenciar esta energía. Júpiter expande a Saturno mientras ambos activan simultáneamente un sector de nuestra carta natal.

El mensaje personal sería algo así como “¡Apurate! ¡Tenés que aprender esto y no hay otra opción! ¡De esto depende tu crecimiento y desarrollo durante los próximos veinte años!” Al comprender, tiempo después, veremos que agradeceremos haber aprendido y asimilado tales enseñanzas.

Saturno nos lleva a enfocar ciertas dimensiones de nuestra vida que necesitan atención, revelando los resultados de anteriores acciones y actitudes al respecto, mientras nos guía a ser objetivos, dándonos un impulso de decisión, confianza y disciplina para hacer que las cosas finalmente se manifiesten, ocurran.

Júpiter expande nuestra capacidad de vivir experiencias, nuestro conocimiento y nos inculca fe para actuar sobre nuestras nuevas creencias con una renovada visión hacia el futuro, más realista que antes.

Ambos uniéndose en Acuario, nos hablan de una nueva visión a futuro, de una nueva dinámica en busca de la estabilidad, sentido de pertenencia y de unión colectiva. El trabajo tanto de consciencia como transpersonal (llamémosle el propósito) será super relevante para atravesar estos próximos veinte años de manera despierta. Porque si hay algo de lo que se trata este signo, es del despertar de consciencia. Así que allá vamos.

Claro que los vínculos son importantes, y serán clave para poder compartir nuestra sabiduría con el mundo.

No se sostendrán relaciones que no sean de igualdad, equilibrio y coherencia, donde haya alguien dominante. Se trata de estar en todo vínculo con un par, un compañero o compañera, que será parte importante del proceso de “salir al mundo” como lo estaremos haciendo.

El Despertar de Consciencia y la Era de Acuario

La Era de Acuario, matemáticamente comenzaría alrededor del año 2150. Pero ¿cómo sabemos cuándo se inicia en realidad?

Nadie lo sabe.
Desde los diez años que duró la Revolución Francesa en 1789-1799 se han atisbado energías acuarianas. Revoluciones hemos vivido unas cuantas desde entonces, algunas más memorables que otras, en todo ámbito.

El asunto es que estamos en una transición. El objetivo de la Era de Acuario parece ser el derrocamiento de una cultura romántica y victimista para el surgir de una nueva humanidad que une ciencia y espiritualidad, que está despierta a todo su potencial y abre los ojos a todas las realidades posibles, no sólo a la capricorniana que estamos dejando atrás.

Se trata de abrir los ojos para poder ver, rompiendo miedos, creencias y bloqueos internos, para poder avanzar ante los desafíos mundiales con mayor entereza y fortaleza. Soberanos de nosotros mismos.

Estamos ascendiendo vibracionalmente, poco a poco aunque de a ratos es bastante radical y potente, hacia la quinta dimensión de consciencia. Y eso implica hacernos cargo de todo lo que realmente somos: cuerpo, mente y alma, con un inmenso potencial interdimensional.

Es como si nos estuvieran instalando todo un nuevo software, una actualización de nuestro sistema operativo individual y mundial para que podamos ascender en masa.

¿Y para qué?

Para asistir a Gaia, la Tierra, en el nuevo parto de sus hijos: nosotros. No podemos seguir siendo la humanidad mezquina y egoísta que hemos sido hasta ahora. Las cosas tienen y van a cambiar.

Por eso es urgente que encuentres tu propósito, eso que venís a aprender evolutivamente pero también para darle al mundo. Tu medicina es la medicina que necesita el planeta: ser quien has venido a ser es la respuesta.

Las restricciones y desafíos

Las conjunciones de Júpiter y Saturno han sido partícipes de presidentes y reyes que dejan su poder, de múltiples maneras. Así como decían que en el 2020 había un nuevo rey, creo que estamos más acertados en mirar hacia el 2021, sencillamente porque es el año donde ambos planetas transitarán finalmente por el signo opuesto a Leo, el de los reyes. Obviamente esto también se las trae con quienes ocupen puestos de poder con actitudes dictatoriales, ególatras y narcisistas.

Las limitaciones a las libertades personales, para querer “domar” al pueblo, pueden ser bastante corrientes. Desde las restricciones en redes sociales hasta la manera de viajar, de salir al mundo, tendrá -como ya estuvo teniendo- sus cambios.

Ya sabemos que de “nueva normalidad” no habrá nada, porque no podemos volver atrás, ni seguir dañando al planeta como lo veníamos haciendo.

La conjunción dice algo así como: “Estas son tus fronteras, aquí están tus límites y allí comienzan los de los demás. No podrás acceder a la completa libertad hasta que no entiendas tus propias limitaciones y barreras. Busca la sabiduría, ya que tienes una nueva oportunidad de resolver lo pendiente, y es liberándote de todo lo que te has puesto a tí mismo como bloqueo.”

Preguntas existenciales habrá miles, como quién soy, adónde voy, cuál es mi camino. Pero la independencia y libertad al respondernos será vital: no podemos seguir creyendo y sosteniendo el deber ser que ya desde 2008 (cuando Plutón ingresó a Capricornio) se nos pide destruir.

Hay una lucha entre nuestro joven interno y entre el anciano sabio. El joven siente la urgencia pero el anciano sabe que todo lleva su tiempo y debe ser paciente.

Sin duda esa urgencia es en pos de la libertad, de la liberación de lo obsoleto y caduco, pero es una búsqueda que se nos sugiere encarar con responsabilidad, trabajo duro -mucho- y consciencia. Lo que queramos manifestar como libertad deberá aprender a sortear barreras.

Si el principio antiguo, saturnino, debe morir, ¿qué es lo que surge? Surge Júpiter, el único hijo de Cronos que éste no se pudo comer y que lo venció. El tiempo todo lo corroe, pero el crecimiento, el movimiento y la búsqueda de significado son lo que le dan sentido a ese tiempo, a esa porción que transcurre mientras experimentamos lo que es la vida en la Tierra.

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