Año nuevo astrológico

El día 20 de marzo a las 6:37 de la mañana (hora Uruguay/Argentina/Chile), el Sol llega a Aries. Finalmente, podríamos decir.

El año nuevo astrológico se inicia cuando el Sol pasa por el grado 0° de Aries y finaliza cuando el vuelve a llegar a ese punto el año siguiente, dando así un cierre y un inicio.

El punto Aries o punto vernal ese punto matemático de la eclíptica a partir del cual el Sol pasa del hemisferio sur celeste al hemisferio norte, lo que ocurre en el equinoccio de marzo (marcando el comienzo de la primavera en el hemisferio norte y del otoño en el hemisferio sur).

Aries es un signo de modalidad cardinal, lo que significa que pone las cosas “en movimiento”. Venimos de una temporada pisciana de mucho cansancio físico, mental, emocional y energético y necesitamos del impulso ariano para encender el fuego.

La energía para el próximo año

El día en el que el Sol ingresa a Aries, el ambiente astrológico, es decir, la configuración de los planetas en el cielo para ese momento, nos da una pista sobre el nuevo año solar.

Conjunción a Venus: el deseo vincular con ganas de que sea sano, cósmico, universal pero no idealizado. Venus estará en Piscis y el Sol desde Aries querrá actuar por aquello que despierta su deseo.

Marte en Géminis junto al Nodo Norte y la Luna, todos opuestos al Nodo Sur: a nivel personal se trata de aprender a conectar intelectualmente con un otro, aunque puede exacerbar la idolatría a lo racional y lógico y también aumentar la ansiedad mental. Pero como Mercurio está en Piscis, aprender a soltar las resistencias de creer que todo lo científico, lógico y racional tiene la posta, va a ser fundamental para evitar tensiones internas y con otros también. Se piden flexibilidad y paciencia este año. Aprender que no todo es “ver para creer”, soltar las ansias en general.
A nivel colectivo, puede haber una determinada inquietud por destruir dogmas y conceptos relacionados a gurúes.

Con Saturno y Júpiter en Acuario, los movimientos colectivos en pos de igualdad, fraternidad e inclusión serán fundamentales para gestar este nuevo año en lo personal pero también, en consecuencia, en lo social. Al estar en tensiones con Urano en Tauro, romper lo establecido y aceptar que ya no habrá normalidad es importante, porque tendremos que seguir acostumbrándonos a que las cosas cambien todo el tiempo. Lo estable y fijo será desafiado pero al mismo tiempo pujaremos por sostener, cristalizar, construir. Que esa construcción no sea egoísta es la base.

Con Quirón en Aries es importante dejar de negar lo que nos duele, atender nuestras propias heridas personales, existenciales. ¿Quién soy? pero principalmente ¿quién esencialmente he venido a ser? Que es un descubrimiento que no se hace pensando, sino sintiendo en plenitud. Quirón en Aries es el dolor del Big Bang, la explosión de la existencia, el orden dentro del caos. La ilusión de lo que somos porque lo creemos ser y de lo que realmente somos en esencia.

Que todo inicio este año, te lleve a revelar o seguir revelando y redescubriendo tu propia esencia. Porque en ella se encuentra tu medicina, tanto personal como para el colectivo. Tu aporte importa. Tu grano de arena puede ser gigante para alguien más.

Rituales

Un ritual super sencillo es el hacer una lista de las cosas en las que nos queremos enfocar este nuevo año y dormir con ella bajo la almohada durante las primeras 7 noches. Es como “enviarle la señal” al inconsciente, con esa información. Deben ser cosas que podemos crear pero también que tengan un contenido de azar o confianza al Universo, es decir, no necesariamente tienen que ser cosas que podamos “controlar” sobre cómo llegan o se crean en nuestras vidas.

Podemos también hacer una lista de lo que deseamos dejar atrás y quemarla para transmutar eso, a sabiendas de que durante el año deberemos hacer lo que nos corresponde para poder dejarlas ir (aceptación, reconocimiento, integración y finalmente transmutación para soltar).

Hacer comidas con manzanas, con vino, o elaborar pan con la consciencia puesta en lo que deseamos que crezca y que se coseche este año es otro tipo de ritual. Siempre agradeciendo, infaltable el agradecimiento como fuente de todo lo que se dispone a ingresar a nuestras vidas.

Lo fundamental es reconocer que estamos entrando no sólo en un nuevo año, sino que éste comienza en una estación de cosecha. Estamos cosechando entonces, los frutos del año anterior. Y durante éste sembraremos los que cosecharemos para el equinoccio de otoño del año que viene.

Enfocarnos en el agradecimiento, en la capacidad de multiplicar la propia abundancia para el colectivo y no sólo para el ámbito personal y en soltar el control para confiar más en la magia del cosmos, pueden ser de bastante ayuda.

¡Que tengan un inicio hermoso de año astrólogico y feliz otoño!