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Cuarta semana meditación cuántica

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Cuarta semana de meditación: creando tu nuevo yo.

Crea una mente nueva para tu nuevo futuro

Paso 7: crea y repasa

En esta semana vas a practicar cada día la meditación de la cuarta semana, que incluye del paso 1 al 7.

Resumen: crea y repasa tu nuevo yo
Las meditaciones previas te ayudan a eliminar las viejas conexiones sinápticas (tu viejo yo). Ahora es momento de generar otras nuevas para que la mente nueva que vas a crear sea la plataforma de la persona que vas a ser en el futuro.

Cuanto más creativo/a seas al reinventar esta identidad nueva, más variados serán los frutos que cosecharás en el futuro.
A medida que te alegras de tu nuevo futuro antes de que se manifieste, protegés con una malla y una valla tu posible destino de las “plagas y las malas condiciones climatológicas”, porque tu energía elevada cuida de tu creación. Y al apasionarte la visión de la persona en la que te estás convirtiendo, estás nutriendo con un abono milagroso las plantas y los frutos que crecerán. El amor es una emoción de frecuencia más elevada que la de esas emociones de supervivencia que permitieron que las malas hierbas y las plagas aparecieran en tu jardín. El proceso de la transformación radica en sacar lo viejo y hacer espacio para lo nuevo.

Crea: usa la imaginación y la inventiva para traer a la existencia un nuevo yo

Este proceso contemplativo es el método para crear una mente nueva. Estás creando la plataforma del nuevo yo al obligar al cerebro a activarse de otras formas. ¡Estás empezando a cambiar tu mente!

Oportunidad para escribir
Dedicate un tiempo a escribir tus respuestas a las siguientes preguntas. Después repasalas, reflexioná sobre ellas, analizalas y pensá en las posibilidades que te plantean.

  • ¿Cuál es mi yo ideal?
  • ¿Cómo me gustaría que fuera ?
  • ¿A qué personaje histórico admiro y cómo actuó?
  • ¿A quién conozco en mi vida que sea como él o que me produzca esta sensación ?
  • ¿Qué necesito para pensar como…?
  • ¿A quien quiero emular?
  • ¿Cómo sería si fuera como….?
  • ¿Qué me diría a mí misma/o si fuera esta persona?
  • ¿Cómo le hablaría a los demás si yo cambiara?
  • ¿Cómo quiero recordar ser o cómo quién deseo ser?

Tu personalidad consiste en cómo pensás, actuás y sentís.
Estas son preguntas para ayudarte a saber cómo querés que tu nuevo yo se comporte.
Recordá que al responderlas y reflexionar sobre ellas estás instalando un nuevo hardware en tu cerebro y señalándoles a los genes que se activen de nuevas formas en tu cuerpo.

¿Cómo quiero pensar?

  • ¿Cómo pensaría esta nueva persona (mi yo ideal) en la que quiero convertirme?
  • ¿En qué pensamientos quiero invertir mi energía?
  • ¿Cuál es mi nueva actitud?
  • ¿Qué quiero que los demás crean sobre mí?
  • ¿Cómo quiero que me vean?
  • ¿Qué me diría a mí misma/o si fuera esta persona?
  • ¿Cómo quiero actuar?
  • ¿Cómo me gustaría que actuara esta persona?
  • ¿Qué es lo que ella haría?
  • ¿Cómo me gustaría comportarme?
  • ¿Cómo hablaría según esta nueva expresión del yo?
  • ¿Cómo me quiero sentir?
  • ¿Cómo quiero que sea este nuevo yo?
  • ¿Qué es lo que sentiría si lo fuera?
  • ¿Cómo sería mi energía según este nuevo ideal?

Cuando meditás para crear un nuevo yo, tu tarea es reproducir el mismo nivel mental cada día, pensar y sentir de distinta manera de la habitual. Debés ser capaz de manifestar el mismo estado mental a voluntad y hacer que sea algo natural en vos. Además, es necesario permitir que el cuerpo sienta este nuevo sentimiento hasta que seas esta nueva persona.

Es decir, no podés levantarte siendo la misma persona que la que se sentó. La transformación debe ocurrir en el ahora y tu energía debe ser diferente de cuando empezaste. Si te levantás de tu meditación siendo la misma persona que eras cuando la empezaste, es que no pasó nada. Seguís teniendo la misma identidad.

“Si te dices: Hoy no me apetece; estoy demasiado cansado; tengo demasiadas cosas que hacer; estoy demasiado ocupado; me duele la cabeza; me parezco demasiado a mi madre; no puedo cambiar; quiero comer algo; empezaré mañana; me resulta incómodo; prefiero poner la tele
y mirar las noticias, y otras cosas parecidas, y si permites que estas vocecitas sean las que predominen en el lóbulo frontal, te levantarás siempre con la misma personalidad”

Es preciso superar estos imperiosos deseos del cuerpo con tu fuerza de voluntad, determinación y sinceridad. Reconocelos como un intento de tu antiguo yo de volver a tomar las riendas. Dejá que se rebele, pero luego volvé a llevarlo al momento presente, relajalo y empezá de nuevo. Con el tiempo volverá a confiar en vos como su amo.

Repasa: memoriza tu nuevo yo

Repasá cómo pensarás, obrarás y sentirás cuando seas esta nueva persona. No seas demasiado mecanicista o rígida/o, porque es un proceso creativo. Sé imaginativa/o, libre y espontánea/o.
No fuerces tus respuestas para que sean de una manera o de otra. No intentes repasar tu lista de la misma forma durante cada sesión de meditación. Hay muchos medios distintos para obtener el mismo fin. Pensá simplemente en la mejor expresión de vos y acordate de cómo actuarás. ¿Qué dirás, cómo andarás, cómo respirarás y cómo te sentirás cuando te conviertas en esta persona? ¿Qué les dirás a los demás y a vos misma/o?
Tu objetivo es pasar a otro «estado del ser» y convertirte en este yo ideal.

Es importante repetir —recordar de nuevo— cómo actuarás como tu nuevo yo. Así es como cambiarás biológicamente el cerebro y el cuerpo para que en lugar de seguir viviendo en el pasado creen un mapa para el futuro. Si el cuerpo y el cerebro cambian, existe la prueba física de que vos ya cambiaste.

Conoce a fondo tu nuevo yo

Esta parte del paso 7 consiste en pasar al siguiente nivel de ser «experto en algo inconscientemente». Ser experto en algo inconscientemente significa que lo ejecutas sin apenas pensar o fijarte en ello. Es como pasar de ser un conductor novato a uno experimentado. Es como tejer sin pensar en cada una de las acciones que implica.

Si en esta parte del ejercicio te empiezas a aburrir, es una buena señal.
Significa que la actividad ya se está volviendo conocida, habitual y automática. Debes llegar a este punto para almacenar la información recibida en la memoria a largo plazo y encarnarla en tu vida. Intenta superar tu aburrimiento porque cada vez que te dedicas a tu nuevo yo ideal consigues ser más este nuevo tú con menos esfuerzo. Grabas este nuevo modelo de ti en un sistema de memoria que se vuelve entonces más subconsciente y natural. Si sigues practicándolo, no tendrás que pensar en serlo. Te habrás convertido en él. Es decir, la práctica hace al maestro.

Te estás entrenando en este proceso, como en cualquier deporte. Si lo repites bien, cada vez que lo practiques te resultará más fácil de hacer. ¿Por qué? Porque te vas preparando, activas a la vez estos circuitos ejercitando el cerebro. Al producir también las sustancias químicas adecuadas y circular éstas por el cuerpo, crean una nueva expresión genética, tu cuerpo se encuentra en el estado adecuado de manera natural.
Además, «silencias» otras regiones del cerebro relacionadas con tu antiguo yo. Por eso los sentimientos asociados con él estimulan menos
a tu cuerpo de la misma forma.

La mayoría de ejercicios en los que repites algo mentalmente activan y crean circuitos nuevos en el cerebro que tienen que ver con el aprendizaje, las instrucciones recibidas, la atención prestada y la repetición de las habilidades. Entonces, aprender algo es hacer conexiones nuevas; recibir instrucciones es enseñar al cuerpo «cómo» ejecutar algo para crear una experiencia nueva; prestar atención a lo que estás haciendo es totalmente necesario para renovar el cerebro, porque implica estar presente ante los estímulos, tanto física como mentalmente; y por último la repetición activa unas relaciones duraderas entre las células nerviosas y las conecta entre ellas. Son los elementos necesarios para crear circuitos nuevos en el cerebro y una mente nueva, y esto es exactamente lo que hacés en tus meditaciones. La repetición es la parte de este paso más importante.

Cuando cambias tu personalidad, creas una nueva realidad
En este paso tu objetivo es adquirir una personalidad nueva, un estado del ser nuevo. Si tenés otra personalidad, significa que estás siendo otra persona, ¿no? Tu antigua personalidad, basada en lo que pensabas, sentías y hacías, ha creado la realidad que estás viviendo en el presente.
Es decir, tu personalidad determina la forma como vives tu realidad personal.
Tu realidad personal está hecha de cómo pensás, sentís y actuás. Al pensar, sentir y actuar de una forma nueva, estás creando un nuevo yo y una nueva realidad.

Desde la óptica del cuanto, esta nueva personalidad es el lugar perfecto desde el que crear. La nueva identidad ya no sigue varada emocionalmente en las situaciones conocidas de tu vida que continúan reciclando las mismas circunstancias, por eso es el lugar perfecto para crear un nuevo destino.

Crea un nuevo destino
Ahora con esta nueva personalidad, hay que crear una nueva realidad. La energía que liberaste del cuerpo es la materia prima con la que creás tu nuevo futuro.
Así que ¿qué es lo que querés?

¿Curar o sanar alguna parte de tu cuerpo o de tu vida?
¿Tener una pareja cariñosa, una carrera que te llene más, un auto nuevo, terminar de pagar tu propia casa o un préstamo?
¿Encontrar la solución para un obstáculo en tu vida?
¿Escribir un libro, mandar a tus hijos a la universidad sin problemas, retomar los estudios, escalar una montaña, aprender a volar, dejar una adicción?

En todos estos ejemplos tu cerebro crea automáticamente una imagen de lo que querés.

En tu mente ves las imágenes como esta personalidad nueva en un estado mental y físico elevado, en un estado de amor, alegría, fuerza interior y gratitud; con una energía mayor y más coherente. Da forma a las situaciones que deseás vivir en el futuro visualizándolas en la realidad física.
Dejate ir y empezá a hacer asociaciones libres sin analizarlas. Las imágenes que ves en tu mente son los planos vibracionales de tu nuevo destino.
Vos, como el observador u observadora cuántica, estás ordenando a la materia que se amolde a tus intenciones.
Visualizá con claridad la imagen de cada manifestación durante varios segundos y luego dejá que se vaya al campo cuántico para que una mente superior se ocupe de materializarla.

Y esto es super importante: no intentes averiguar cómo, cuándo, dónde o con quién se materializará la realidad deseada.
Dejá todos estos detalles en manos de una mente que sabe mucho más que vos. Y no olvides que lo que has creado llegará a tu vida de la forma más impensada, sorprendiéndote y demostrando sin lugar a dudas que ha venido de un orden superior.
Confiá en que los acontecimientos de tu vida se amoldarán perfectamente a tus intenciones.
Ahora estás manteniendo una comunicación recíproca con esta conciencia invisible. Ella te muestra que te ha visto emulándola como creador/a, te habla directamente, te está respondiendo.
¿Cómo lo hace? Crea y organiza eventos inusuales en tu vida, son los mensajes directos que la mente cuántica te envía. Ahora mantienes una relación con una conciencia suprema y bondadosa.

Meditación guiada del repaso mental: cuarta semana

Si seguís haciendo todos los pasos cada día, lo que antes te parecían siete pasos te van a terminar pareciendo menos, al realizarlos con más soltura. Como ocurre
con cualquier otra habilidad en la vida, si seguís meditando a diario cada vez lo vas a hacer mejor.
En cuanto a la meditación guiada y a las técnicas de inducción, consideralas como tus grandes apoyos. Seguí usándolas mientras te ayuden a progresar en este proceso meditativo. Pero cuando ya lo conozcas tanto que lo hagas como si nada y sientas que escuchar las instrucciones guiadas frena tu progreso, deja de hacerlo.

Ir haciendo ajustes periódicamente en tus meditaciones es algo natural y lógico, porque no sos la misma persona que eras cuando empezaste.
Si seguís con las sesiones diarias, tu estado del ser continuará evolucionando y seguirás reconociendo los aspectos de tu antiguo yo que deseás cambiar.

Tené en cuenta que los elementos del nuevo destino que querés crear también irán cambiando. Cuando se materialice en tu vida lo que deseabas, no te detengas ahí. Y de cuando en cuando optá por variar tu meditación para reorganizar un poco las cosas. Confiá en tus instintos.

Meditación de varios pasos de “crea y repasa” (para pausar e ir haciendo los ejercicios):

Meditación de la cuarta semana (más las de las tres semanas previas):

Inducción semana 1:

Meditación semana 2:

Meditación semana 3:

Meditación semana 4:

Textos y meditaciones de las cuatro semanas: Joe Dispenza, “Deja de ser tú”.