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Todos somos canalizadores.

La capacidad de ser canales de comunicación de entidades no físicas, la tenemos todos, sólo debemos desarrollarla, o recordarla, mejor dicho.

También tenemos la capacidad de ser médiums, y por ello es que primero es necesario establecer la diferencia.

Canalizar es permitir que un ser no físico utilice tu cuerpo para expresar su mensaje (hablando, escribiendo, etc): es como si se metiera en tu cuerpo, por decirlo de alguna forma. No es de la manera en la que solemos creer que un espíritu nos invade, porque nosotros le damos permiso. Más que nada se genera en estado de trance. La sensación de canalizar es bastante terapéutica porque nos deja en un estado de calma, paz y expansión. O al menos así debería sentirse. Canalizamos generalmente a ángeles, guías -aunque estos pueden no necesitar ese acceso- a nuestro Yo Superior (por supuesto) y también a Maestros Ascendidos. Nunca perdés el control de tu cuerpo durante una canalización, aunque al finalizar puede que no recuerdes nada de lo que dijiste o escribiste. Siempre es bueno hacerlo con algún registro (escribir todo, grabar, filmar…).

La mediumnidad es más “sencilla”, porque el ser se te acerca y te comunica sus palabras, emociones, etc. No necesita ingresar a tu cuerpo. Suele ocurrir mucho con seres desencarnados: ancestros, familiares o amigos que fallecieron, pero hay personas que lo hacen con seres desconocidos para ayudar a sus familiares o amigos, si es que el fallecido se quedó con la necesidad de dar un mensaje, por ejemplo.

En ambos ejemplos, lo que hacemos es elevar nuestra vibración para permitirle al ser el acceso a nosotros, ellos por su parte deben bajarla un poquito generalmente, a menos que realmente tengas un gran nivel de manejo de tu frecuencia.

Pero hay un tercer ejemplo de todo esto, bastante conocido también, que es el de leer Registros Akáshicos.
Para poder realizarlo, también necesitamos elevar nuestra vibración energética, pero esta vez se necesita un protocolo determinado. Quien realiza la lectura, se comunica con el guardián de los registros de la persona, animal, lugar…o algún maestro o guía indicado, y lo puede hacer de acuerdo a sus sentidos: canalizando o siendo médium, con clarividencia (ver), clariaudiencia (escuchar), clarisentencia (sentir), y más.

Estas capacidades, relacionadas con la limpieza de nuestros chakras y con las glándulas timo y pineal, pueden ser recordadas a través de la práctica. Como todo lo que requiere una frecuencia elevada, nos dice que para poder lograrlo, debemos masterizar la materia, nuestro cuerpo como vehículo: evitar ingerir alimentos y bebidas que tengan densa vibración o que nos la bajen, hacer algún tipo de ejercicio para mantener al cuerpo en movimiento, activo, y meditar para poder vincularnos con nuestros cuerpos y Yo Superior de manera más fluída, son algunos ejemplos.

Te recomiendo comenzar meditando con perseveranciacy asiduidad, practicar el silencio e investigar al respecto de las energías, o hacer algún taller de registros akáshicos por ejemplo, para que alguien te enseñe sobre cómo protegerte para evitar el contacto con energías no deseadas.

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