¡Este sitio está experimentando algunos cambios este mes! Algunas funciones pueden estar deshabilitadas.

Gracias por su comprensión :)

Relaciones Conscientes

Como les contaba en el artículo de la Luna nueva en Libra, las relaciones para ser sanas, deben ser conscientes.

 

¿Qué es una relación consciente?

 

Es aquella que me permite abrir los ojos a mis conductas, creencias y patrones nocivos, que si sigo manteniéndolos, pueden interferir en el equilibrio de la relación.

 

Supongamos que sos una persona insegura de sí misma. Eso puede lograr que en determinadas situaciones, te sientas amenazada por otra persona que, a tu parecer, puede “quitarte” a la persona que querés y en consecuencia, armes un escándalo o te pongas tan celosa que terminás atacando a quien querés, culpándolo/a de la situación e incluso odiando a la tercera parte.

Todo esto lo escribo y me siento en una revista adolescente, pero quería usar el ejemplo más claro posible.

 

Abrir los ojos sería darte cuenta, primero, que un comportamiento propio te está sacando de tu centro. Nunca es el otro, siempre es una misma. Esto lleva a la toma de responsabilidad por el propio bienestar, que va de la mano de la búsqueda de soluciones. Muchas veces -y es lo que recomiendo- la terapia psicológica es la solución porque nos ayuda a encontrar causas y, de alguna manera, “desarmarlas”.

Entonces, luego de captar las señales que nuestro comportamiento nos da, vamos comprendiendo e integrando las partes nuestras que nos hacían actuar así, perdonándonos, aceptando que en ese momento teníamos determinadas conductas porque fueron las que aprendimos a tener, nuestro equipo de defensa ante las “amenazas”.

Y acá quiero seguir con el otro punto: ¿por qué hay tantas personas en el mundo que creen que el otro les pertenece?

 

Crear relaciones conscientes incluye aceptar que el otro es tan libre como yo, pero nos elegimos. Y ojo, que una relación puede tener infinitas variables como seres hay en el mundo: monogamia, poligamia, relación abierta, celibato, y no sé cuántas más. Lo ideal es elegir a alguien que quiera lo mismo así nadie sale lastimado (pero todos sabemos que no siempre es así).

Bajo esa libertad que compartimos, estamos juntos porque día a día elegimos a esa/s persona/s.

Nadie nos pertenece, simplemente porque las personas no son posesiones (ni siquiera las cosas materiales nos pertenecen en realidad, pero no voy a explayarme sobre eso ahora).

 

Lo que hace a una relación consciente también es saber lo que deseamos de ella. No se trata de hacer una lista de las características de lo que queremos de un hombre, porque estaríamos cayendo en la trampa de que alguien “perfecto” puede salvarnos de la soledad, o en la idea de que el amor romántico y de película de Disney es la solución, sino de saber qué queremos de la relación en sí.

 

¿Querés intimidad, compromiso? ¿O solamente diversión y placer sexual? ¿Deseás conectar desde el Alma con otro, a sabiendas que eso requerirá de un gran desarrollo interno y que conllevará mucho trabajo de crecimiento? ¿Estás dispuesta a dar de vos lo que querés recibir?

 

No podemos pedir de una relación lo que no sabemos cómo darnos a nosotras mismas, porque sencillamente no funcionará. No podemos pretender que alguien nos salve, porque no tenemos nada de qué ser salvadas, somos nosotras las heroínas de nuestras vidas. No podemos estar esperando el amor sentadas. No podemos experimentar el amor puro si nos la pasamos criticando o encontrando defectos en los demás. No podemos relacionarnos armónicamente con otros si no nos hacemos conscientes de que todo lo que vemos en ellos, es una proyección de aspectos inconscientes o negados de nosotras mismas, buenos o malos.

 

Una relación consciente requiere hacerse cargo de una misma, trabajo interno y compromiso, muchísimo compromiso con el amor propio y hacia el otro.

 

Es momento de encontrar todo aquello que buscamos en otro, dentro de nosotras mismas. Es momento de disfrutar de la soledad, de los momentos de compañía y de las relaciones sanas. Es momento de darnos cuenta que podemos conocer lo que deseamos de una relación pero no las características de quien será nuestra compañía para crearla.

 

Es momento de conocernos para saber lo que nos gusta, lo que deseamos, lo que no negociaríamos, lo que queremos experimentar, para así encontrar ese amor inmenso que podemos compartir, dentro nuestro.

Compartir en

Más para leer

tu por qué

Tu porqué

Cuando me olvidé de mi porqué, me perdí.
Cuando lo recuperé, no sólo volví a mí sino que, cuando me dijeron literal “Follow your heart”, algo se encendió ahí, en mi pecho.

Leer artículo